Durante los últimos años el tamaño de los televisores no ha hecho más que crecer hasta el punto de que, el tamaño mínimo para muchos OLED ya eran 55”. LG la querido democratizar la calidad del OLED apostando por un televisor de 48 pulgadas mucho más asumible para los salones de la mayoría de los mortales.
LG no ha querido continuar con la nomenclatura en números cardinales y ha optado por la numeración romana para nominar la décima generación de su OLED de la serie C como CX—al más puro estilo Apple con su iPhone X—.
Muchos consideraron al LG C9 de 2019 como uno de los mejores televisores OLED de 2019, por lo que el reto para LG estaba servido. ¿Habrá sido capaz la marca surcoreana de mejorar las prestaciones de su anterior modelo? Te lo descubrimos en este análisis, pero que el precio a pagar por este televisor OLED de gama alta no es barato porque está a la venta por 1.599 euros.
LG CX OLED 48 pulgadas | |
---|---|
Dimensiones | 107,1 x 61, 8 x 4, 69 cm (sin peana) | 107,1x 65 x 25,1 cm (con peana) |
Peso | 18,9 kg (con peana) / 14,9 kg (sin peana) |
Tipo de pantalla | OLED TV |
Tamaño de pantalla | 48″ |
Resolución de pantalla | 3.840 x 2.160 píxeles |
Relación de aspecto | 16:9 |
Procesador de imagen | α9 Gen3 con AI |
Formatos HDR | HDR Dolby Vision IQ, HDR 10 Pro, HLG Pro, HDR Effect |
Control por voz | Desde el mando a distancia |
Sonido | Sistema con 4.2.2 canales, 70W RMS |
Domótica | ThinQ y Asistente de Google desde el mando | Alexa habitado en botón Prime Video. |
Consumo | 89 W (Máximo) |
Conexiones | 4 x HDMI 2.1 | 3 x USB 2.0 | LAN | Salida óptica digital | CI | Coaxial TDT | Satélite| WiFi 5 (802.11ac) | Bluetooth 5 | AirPlay 2 |
Precio | 1.599 euros |
Resumen del análisis del LG CX OLED de 48” por apartados:
LG no se la ha jugado ni con los acabados ni con el mando
LG ha planteado el LG CX más como una evolución del C9 de 2019 que como un modelo totalmente renovado. Uno de los aspectos que menos a variado con respecto al televisor de 2019 ha sido en el diseño.
De hecho, toda la parte frontal es prácticamente idéntica al C9, mientras que la trasera guarda un enorme parecido. No obstante, el tamaño es un factor diferencial para esta serie C que presenta el modelo de 48 pulgadas que protagoniza este análisis, además de los habituales modelos de 55 y 65 pulgadas.
Los usuarios con salones o habitaciones más reducidas agradecerán contar con una opción de unas dimensiones de 107,1x 65 x 25,1 cm con peana incluida y 18,9 kg de peso, aunque también es posible colgarla de la pared con un soporte Vesa.
Este tamaño tan compacto le abre las puertas a un uso que nadie esperaba encontrar en un televisor OLED: monitor para juegos al que puedes conectar una consola o un PC gaming para disfrutar de la excelente calidad de imagen que ofrecen los paneles OLED en los juegos de última generación.
En el frontal la gran protagonista es la pantalla y los brillos que no consigue dispersar, convirtiéndose en un verdadero problema si vas a tener el televisor instalado cerca de una ventana como ha sido nuestro caso.
LG ha minimizado el impacto visual de la peana, que en el frontal se limita a una franja metálica con acabado cepillado en gris que de apenas 5 mm de grosor que actúa como base en cuña levantando el panel unos centímetros del mueble.
En el hueco que queda entre la pantalla y la peana se encuentra el único botón físico que encontramos en el CX, que permite realizar funciones básicas, como encender y apagar el televisor.
La pantalla cuenta con un marco interno de unos 10 mm, mientras que una placa metálica perfectamente mecanizada protege todo el contorno del panel creando un delgado marco redondeado de apenas 4 mm de grosor.
Este panel metálico se extiende por toda la trasera protegiendo la pantalla y aportando una rigidez extra al conjunto y evitando que el panel pueda dañarse al manipular el televisor.
Rompiendo el delgado perfil que dibuja la trasera de la pantalla encontramos un saliente de unos 4,5 cm muy similar al del C9 donde se ubica toda la electrónica del televisor, así como el sistema de altavoces, suavizando su entrega en los extremos con una ligera curvatura.
Lo que más llama la atención de la trasera es la generosa peana que actúa como contrapeso manteniendo la estabilidad del televisor y dejando la pantalla ligeramente inclinada hacia atrás.
Como suele suceder por motivos de accesibilidad, los puertos de conexión se encuentran divididos en dos grupos. El grupo principal se encuentra orientados hacia atrás en la esquina inferior derecha del televisor, donde encontramos los conectores coaxiales de antena y satélite, una toma LAN Ethernet, salida óptica de audio digital, un conector HDMI 2.1 así como dos USB 2.0 con funciones de grabación.
El segundo grupo de conectores se encuentra en el borde derecho (izquierdo desde el frontal) y orientados hacia el lateral para hacerlo más accesible. Ahí encontramos un conector USB 2.0 y tres puertos HDMI 2.1 (uno de ellos con funciones eARC), los conectores de audio para auriculares y salida compuesta, así como la ranura para tarjetas CI.
Puede sorprender encontrar tantos HDMI en el lateral, pero es una decisión muy lógica si tenemos en mente que LG ha diseñado este LG CX de 48” para ser usado tanto como televisor convencional, como monitor de juegos al que conectarle ordenadores o consolas, por lo que las conexiones deben permanecer accesibles.
La gestión de cables es uno de lo puntos en los que este modelo no destaca, ya que esta se limita a llevar todos los cables hasta un hueco en la parte central de la peana para luego cubrirlos con una tapa, dejando al aire la sección de cable que cuelga desde el conector a la peana.
LG ha integrado su mando más avanzado a la línea de televisores OLED de 2020. El LG Magic Remote es un viejo conocido para nosotros ya que, en esencia, es el mismo que incorporaban los modelos de 2019, pero que la llegada del nuevo sistema operativo webOS 5.0 que se estrena en los modelos de 2020 le han aportado nuevas funcionalidades.
Tal y como sucedía en los modelos de 2019, Magic Remote no solo permite usarse de la forma tradicional navegando por las distintas opciones de los menús del televisor pulsando los botones de dirección ubicados en su pad central, sino que también actúa como un puntero con el que se pueden seleccionar las opciones apuntando a la pantalla directamente con el mando.
Magic Remote se vincula con el televisor por Bluetooth, mientras que un osciloscopio ajusta la posición del puntero en la pantalla en función del movimiento del mando. Esto lo convierte en un opción mucho más directa y rápida para navegar por los menús de configuración porque, literalmente, se apunta a la opción deseada y se selecciona.
Pocas novedades en lo que se refiere a la disposición de los botones del mando. Mantiene la misma segmentación presentando los controles del televisor en la parte superior, los botones de navegación y configuración en la zona central y los botones multimedia en la parte inferior.
El mando del LG CX incorpora tres botones de acceso directo a contenidos en streaming en Netflix, Amazon Prime Vídeo y un botón identificado como Movies que activa la plataforma de RakutenTV.
Nos hubiera gustado que, ya que este mando incluye este “botón comodín” llamado Movies, permitiera asignarlo a una app a elección del usuario, en lugar de venir preestablecido con RakutenTV, de forma que podría asignarse a Disney+, Spotify o a la plataforma de televisión a demanda de tu operador.
No es ninguna novedad que el Magic Remote incorpora funciones de voz que permiten dar ordenes tanto al asistente de voz de ThinQ nativo de LG, que toma el control cuando se trata de comandos dirigidos al control de las funciones del televisor; como al Asistente de Google, que entrega información sobre el contenido u otro tipo de búsquedas más genéricas.
WebOs ha incorporado la posibilidad de añadir un tercer asistente de voz desde el mando ampliando las funciones del botón de acceso directo a Prime Vídeo para, al mantenerlo pulsado, invocar a Alexa.
Nos ha gustado que sea necesario mantener pulsado el botón del asistente para que se reconozcan los comandos de voz, y este no se active por detección de palabra clave. Un punto positivo en el ámbito de la privacidad.
Calidad de imagen más inteligente y orientada al gaming
Si bien es cierto que el LG CX de 2020 que estamos analizando no presenta demasiadas novedades en el apartado estético y de diseño exterior —además de la evidente del tamaño—. Cuando pulsamos el botón de encendido se empiezan a apreciar las primeras diferencias notables.
El LG CX se posiciona entre los televisores OLED de gama alta lo que nos pone sobre aviso de la buena calidad de imagen que recibiremos. Cuenta con un panel OLED 4K UHD (3.840 x 2.160 píxeles) de 48 pulgadas con una profundidad de color de 10 bits y un amplio soporte para distintos estándares HDR entre los que se deja notar la baja del HDR10+ que no ofrece soporte en este modelo.
La pérdida se compensa con la llegada de Dolby Vision IQ, un nuevo sistema de metadatos dinámicos que aprovecha toda la potencia y la inteligencia artificial integrada en el nuevo procesador Alpha 9 de tercera generación que integra toda la gama del CX.
Este modo de imagen HDR funciona igual que el Dolby Vision convencional, pero utiliza la información del sensor de luz ambiental para adaptar los ajustes de imagen en HDR Dolby Vision a la cantidad de luz de la sala para que el contenido siempre se vea como estableció el creador.
Como era de esperar de uno de los mejores televisores OLED de LG, la imagen es extremadamente nítida y contrastada. La calibración del color en origen alcanza el nivel de precisión de la calibración realizada por un profesional.
De hecho, LG cada vez incluye más perfiles de color y más precisos en su tarea. En análisis de modelos anteriores, nuestra preferencia era el perfil de color Estándar para todo aquel contenido televisivo (programas, concursos, informativos, etc.) que ofrece unos colores más vivos manteniendo unos tonos de piel natural.
De mantener un tono de piel adecuado se encarga la inteligencia artificial del procesador a9 que tiene una fuerte presencia en distintas funciones que iremos comentando a lo largo de este análisis, lo cual la sitúa como una de las protagonistas indiscutibles y factor diferencial de este televisor OLED CX de LG.
Esta inteligencia artificial detecta las caras que aparecen en pantalla y le aplica un procesado específico para que tengan unos tonos de piel más naturales.
Para aquellos contenidos cinematográficos, LG ha incluido distintos modos de imagen en función de la iluminación de la estancia y la compatibilidad de contenido, pudiendo elegir entre los perfiles ajustados a las normativas de calibrado de la Imaging Science Foundation (Perfil ISF) en sus variantes ISF para habitaciones iluminadas o ISF para habitaciones a oscuras.
Por otro lado, el LG CX estrena el modo Filmmaker, un perfil que se está estandarizando y que establece un criterio único para la calibración del color en contenidos cinematográficos, de forma que sea lo más fiel posible a los parámetros establecidos por el creador. Sin duda, cualquiera de ellos dará en el clavo a la hora de establecer un perfil de color acertado al ver series y películas.
Si activas el modo de reconocimiento automático de contenido el televisor elegirá automáticamente el perfil de imagen que le aplicará a cada tipo de contenido, por lo que el usuario no tendrá que preocuparse por nada.
La mano de la inteligencia artificial integrada en el procesador también se deja notar haciendo muy buen trabajo en el escalado de contenidos de baja resolución, como contenidos de TDT o en Full HD.
Los contenidos resultantes hacen gala de una excelente nitidez en la que se reducen drásticamente los habituales artefactos y la presencia de bloques de color como consecuencia de la compresión de imagen original de baja resulución y su posterior escalado, que en alguna ocasión nos ha llevado a comprobar que, en efecto, el contenido se emite en HD o Full HD y no en 4K.
El procesador también toma el control sobre el nivel de brillo de los diodos OLED. En nuestras mediciones se han alcanzado picos de hasta 750 luxes al mostrar contenido en HDR. Es aquí donde la función ABL (Automatic Brightness Limiter) hace su trabajo manteniendo un nivel de brillo adecuado para no saturar y quemar el panel dejando grabada una sombra.
Otro de los aspectos que ha mejorado con la llegada de la tercera generación del procesador a9 de LG es el procesado de movimiento. En este apartado el procesador consigue resolver de forma brillante la nitidez del movimiento manteniendo esa fluidez tan cinematográfica con un ajuste específico en la configuración de TruMotion y todo ello sin que apenas afecte al brillo del panel.
Llegamos a uno de los puntos clave para el CX de 48 pulgadas, que no es otro que su rendimiento en juegos. En este ámbito el LG CX viene armado hasta los dientes con prestaciones dedicadas a ese cometido.
Para desbloquear todo el potencial de en juegos es necesario acceder al perfil de imagen Juego, algo que si activas el reconocimiento automático de la fuente hará el televisor por sí solo al encender la consola o un PC gaming compatible.
Las estrellas indiscutibles son los conectores HDMI 2.1 con soporte completo que habilitan todas las funciones VRR (frecuencia de actualización variable) y ALLM (modo automático de baja latencia).
Además, LG ha vitaminado estas funciones ofreciendo soporte para las tecnologías de refresco variable G-Sync de Nvidia y FreeSync Premium de AMD. No obstante, parece que en este último apartado LG está teniendo algunos problemas para reconocer este hardware por una deficiencia en el controlador y en el sistema de reconocimiento por HDMI de este hardware.
En cualquier caso, LG ya estaría trabajando junto a los fabricantes de esos componentes para solventar el problema de activación de los modos de imagen adecuados y sus correspondientes ajustes en la calidad de imagen y su procesamiento.
Además, la norma que regula el estándar del HDMI 2.1 establece un ancho de banda de 48 Gbps, mientras que los conectores del LG CX de 48 pulgadas están limitados a 40 Gbps. Esto impediría mostrar contenido 4K a 120 Hz con una profundidad de 12 bits y submuestreo 4:4:4, pero en la actualidad prácticamente no existe contenido con esa configuración.
Eso sí, a pesar de la limitación del ancho de banda, el LG CX permite mostrar los juegos con una resolución de 4K a 120 Hz, aunque para ello tiene que adoptar el submuestreo 4:2:2.
Ya hemos comentado que LG ha concebido este televisor como un híbrido entre televisor OLED convencional y monitor de juegos. Por ello lo ha dotado de prestaciones propias de un monitor para ordenadores, entregando tiempo de respuesta de solo 1 ms y 13 ms de latencia (input lag).
webOS 5.0 mejora todavía más la conectividad
Como el resto de la línea de televisores OLED de LG, el LG OLED CX viene con el sistema operativo webOS de LG que estrena su quinta versión. Durante nuestra prueba el sistema se ha actualizado para mejorar su seguridad y estabilidad.
La fluidez del sistema se mantiene inalterable y el cambio entre aplicaciones es realmente rápido, sobre todo si se utilizan los botones de acceso directo del mando.
La elección del contenido también se ha mejorado. Al situar el puntero o seleccionar el icono de las aplicaciones de contenido se despliega una barra de recomendación del contenido de esa plataforma, de forma que ni siquiera es necesario abrir la app para acceder a las nuevas series disponibles o al último episodio de la serie que estabas viendo.
La variedad de aplicaciones en webOS es realmente abrumadora y pueden encontrarse todo tipo de contenidos y juegos. De serie ya vienen instaladas las aplicaciones de las principales plataformas de streaming de vídeo.
Otra función que LG ha cuidado mucho en su plataforma inteligente es la conectividad con otros elementos del salón y controlarlo todo desde un único mando a distancia con operatividad total.
En nuestro caso hemos podido sincronizar el funcionamiento del televisor con una barra de sonido y el decodificador de televisión por Internet y lo cierto es que ha sido muy sencillo hacerlo gracias al asistente.
Añadir nuevas funciones de configuración también ha aportado algunos aspectos negativos y es que los menús de ajustes han crecido en la misma proporción. LG cuenta con un sistema de ventanas que, al seleccionar el enunciado del ajuste se muestra un breve texto explicativo. Sin embargo, en nuestra opinión ese texto no siempre es suficiente para orientar al usuario.
El contenido de los menús es dinámico y en función del modo de imagen o sonido que se haya elegido, se activarán o bloquearán las opciones de ajuste. Esto puede resultar algo frustrante para los usuarios que ven bloqueadas las funciones sin saber muy bien por qué no puede elegir un determinado elemento se encuentra bloqueado. Una explicación más detallada ayudaría en esa situación.
Buen sonido, pero una barra de sonido continúa siendo tu aliada
El sonido es uno de los aspectos en los que más han evolucionado los televisores OLED durante las últimas generaciones. El LG CX que protagoniza este análisis no va a ser menos y también entrega un sonido de buena calidad.
En la mayoría de los casos, la CX que estamos analizando ofrecerá un buen sonido a la hora de visualizar programas de televisión o series con una fuerte presencia de diálogo gracias a su sistema de altavoces 2.1 con una potencia total de 40 W, distribuidos en 10W por canal y un subwoofer de 20 W.
Es este escenario, la inteligencia artificial y la función AI Sound Pro hace de las suyas y potencia el audio ampliando la atmosfera sonora y permitiendo diferenciar perfectamente la direccionalidad de las voces en los diálogos y con buen volumen.
Sin embargo, sigue siendo algo insuficiente para ver contenido de acción ya que los altavoces no consiguen meter al espectador en la acción. Para esos supuestos recomendamos usar una barra de sonido.
Insistimos que ofrece un sonido muy dinámico y sorprendente para un sistema de sonido integrado en un televisor tan delgado que, además, permite el procesado de sonido Dolby Atmos.
Contenido extra: barra de sonido LG SN7CY
Junto al televisor, LG nos ha cedido una barra de sonido LG SN7CY con la que mejorar la experiencia de visionado durante nuestra prueba del LG OLED CX de 48 pulgadas.
Nos ha llamado la atención por el buen rendimiento que ofrece en un tamaño tan compacto, casando perfectamente con el CX de 48 pulgadas. Sin embargo, debemos decir que al instalarla justo delante de la CX, la barra ha bloqueado la recepción de la señal de infrarrojos del Magic Remote, por lo que recomendamos dejar un cierto espacio entre la barra y la pantalla.
La barra incluye un sistema de altavoces 3.0.2 calibrados por Meridian que entrega una potencia máxima de 160 W. En ella encontramos dos altavoces frontales, uno central y dos tweeters en la parte superior que proyectan el sonido hacia arriba para darle más direccionalidad al reproducir contenido envolvente.
El 0 de la distribución hace referencia a la ausencia de un subwoofer como tal, y en su lugar se han integrado dos radiadores pasivos Dual Action Bass que potencian los bajos que en realidad producen los woofers frontales.
En lo que respecta a conectividad, la LG SN7CY cuenta con dos conectores HDMI (uno de ellos e-ARC), salida óptica, Bluetooth y puerto USB. Su conexión nos ha parecido muy sencilla y el LG OLED CX ha conseguido sincronizarse sin apenas esfuerzo.
La SN7CY de LG soporta Dolby Atmos y DTS: X y puede usar distintos patrones de sonido en función del contenido (Música, surround, etc.) o permitir decidir al televisor con el sonido adaptativo con la función AI Sound Pro del LG OLED CX.
Al igual que sucede con el OLED CX de LG, la barra de sonido también integra el Asistente de Google, lo cual abre la puerta a poder controlar otros dispositivos desde la barra de sonido.
El rendimiento que ofrece es muy bueno para ser un dispositivo relativamente compacto y ofrece un escenario sonoro muy limpio. Sin embargo, es una barra que tiene sus limitaciones derivadas de la ausencia de un elemento clave para este tipo de dispositivo: un subwoofer dedicado que anime el rango bajo sin distorsiones.
En definitiva, nuestra sensación es que esta barra de sonido incrementa ligeramente la calidad del audio del LG OLED CX que estamos analizando, sobre todo a la hora de reproducir contenido con Dolby Atmos, pero puede ser una buena alternativa para mejorar el sonido sin complicarse la vida ni llenar el salón de altavoces y por un precio contenido ya que cuesta 295 euros.
Convencer a fanáticos del cine y jugones no parecía fácil y este CX lo puede conseguir
Ponemos el punto final a este análisis del LG OLED CX de 48 pulgadas con la certeza de estar ante uno de los mejores televisores OLED de 2020, tanto por sus prestaciones orientadas a obtener la mejor calidad de imagen, como en todo lo relacionado con el público gaming.
Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que el CX no solo va a ponerles las cosas difíciles a los televisores OLED de la competencia, algo que, siendo estrictos, solo el Sony OLED Master Series A9 de 48 pulgadas que ya analizamos es equiparable por su tamaño; sino que también va a ponerle las cosas complicadas a modelos como los OLED GX de la propia LG.
Es un televisor muy completo y gran parte de su buen hacer se lo debe a un procesador a9 de tercera generación que brilla con luz propia exprimiendo al máximo un buen panel que muy probablemente sea el mismo que el C9 de 2019. Algo que no es para nada negativo, ya que era una pantalla excepcional.
LG ha sido la primera en abrir el gran melón del gaming que se había puesto encima de la mesa, y que ninguno de los grandes fabricantes se había atrevido a atacar. Es una apuesta arriesgada y LG ha ido a por todas colaborando directamente con los fabricantes de hardware para ser pionero en implementar soluciones como G-Sync o FreeSync en un televisor OLED convencional. El del gaming es un mercardo demasiado jugoso como para dejarlo escapar.
Los paneles OLED y los procesadores que los gobiernan han evolucionado (y revolucionado en algunos casos) esta tecnología, pero todavía es pronto para valorar el impacto de usar este LG CX como monitor de juegos desde el que disfrutar de muchas tardes de juego, y evitar el quemado de la pantalla OLED.
Es cierto que lo aprendido en las pantallas OLED de los móviles será tremendamente útil para fiabilidad de estas pantallas OLED de los televisores en el gaming y, de hecho, el LG OLED CX emplea algunos trucos de los móviles, como mover ligeramente la ubicación de las imágenes estáticas cada cierto tiempo o reducir el brillo de esos elementos.
Aún así, al LG CX todavía le queda mucho que demostrar en términos de fiabilidad y durabilidad, sobre todo cuando nos encontramos ante un precio que se mueve en torno a los 1.599 euros.
No obstante, nos encontramos ante el inicio de un tipo de producto que cada vez va a tener más presencia en el mercado. El televisor OLED de calidad que puedes usar sin complejos como monitor para juegos con el mismo rendimiento que los monitores gaming de última generación.
Sí es el precio habitual para un televisor OLED de gama alta, pero tal vez una apuesta demasiado arriesgada como monitor para juegos. En todo caso, la calidad de imagen y el buen rendimiento están garantizados tanto para ver series y películas, como para disfrutar de los últimos títulos en las nuevas PlayStation 5, Xbox series X o PC gaming con las gráficas Nvidia RTX de la serie 3000. El acierto está asegurado.