Las grasas son un macronutriente esencial dentro de una alimentación saludable. Sin embargo, exagerar en su consumo o decantarte por las trans o saturadas puede afectar negativamente a tu cuerpo. Estos son los síntomas a los que debes prestar atención.
Somos un poco pesados con esto de que apuestes por los alimentos frescos y caseros y abandones el consumo de procesados y grasas saturadas, pero lo hacemos con estudios científicos en la mano. Si quieres vivir más años, huir de la obesidad, la diabetes o el cáncer o mejorar tu concentración, energía y bienestar general la alimentación saludable es una de las llaves que te abrirá más puertas.
Cuando hablamos de las grasas, es importante destacar que son un macronutriente clave en tu dieta que no debes suprimir. Estas deben constituir entre un quinto y un tercio de la energía diaria, es decir, representar entre un 20% y un 35% de tu ingesta calórica. Lo óptimo es inclinarte por las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas como las que están presentes en aguacates, frutos secos, pescados azules o aceite de oliva. Son saludables para tu cerebro, corazón y resto de órganos, constituyendo parte esencial de la dieta mediterránea.
Sin embargo, las grasas saturadas y las grasas trans, que a menudo se encuentran en la mantequilla y la margarina, los cortes grasos de carne y los alimentos fritos o procesados, embutidos y snacks, probablemente deberían reducirse al mínimo, ya que pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.
Para que estés ojo avizor, estos son los síntomas de que estás comiendo demasiadas grasas.
5 síntomas de que estás comiendo demasiadas grasas saturadas y trans
- Has ganado bastante peso: Si no dejas de engordar y especialmente has ido acumulando grasa en la zona abdominal, tu cuerpo te está diciendo a gritos que la proporción o el tipo de grasas que ingieres no sean probablemente las idóneas.
- Tienes el colesterol alto: Si tu último análisis no ha arrojado esperanzadores resultados en lo tocante al colesterol, debes saber que tenerlo alto es una señal importante de que estás comiendo demasiada grasa, según el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido. Es importante cerciorarte de tu estado de salud con un simple análisis de sangre.
- Indigestiones frecuentes: Los alimentos grasos no son fáciles para el intestino. De acuerdo con Reader’s Digest, si padeces habitualmente indigestión o acidez estomacal, ha llegado el momento de cambiar el menú.
- Te sientes constantemente cansado: La fatiga constante es otro de los signos de advertencia de un consumo excesivo de grasas, puesto que estas tienen un gran impacto negativo en tus niveles de energía.
- Mente borrosa: La conocida como niebla mental surge por el consumo excesivo de grasas, culpable del bajo nivel de concentración y de la sensación constante de sueño. De hecho, y según un estudio detallado en The Daily News, solamente unos pocos días de alimentación poco saludable pueden debilitar sus facultades mentales.
Este artículo fue publicado en TICbeat por Andrea Núñez-Torrón Stock.