Crean un robot humanoide en forma de niño de cinco años con cientos de reacciones para ponérselo muy difícil a todos los dentistas del mundo.
Los dentistas no lo tienen nada fácil cuando tienen que sacar un diente o una muela a los cientos de niños que les visitan a diario, y para prepararlos para tal enfrentamiento, científicos japoneses han creado un robot humanoide que simula el comportamiento de un niño en el dentista, o al menos un niño bastante inquieto.
Y es que se supone que un niño en un dentista no está precisamente quieto, porque también patalea, se mueve, grita, llora y se retuerce mientras el buen dentista intenta hacer su trabajo. Pues Pedia Roid es la solución, una especie de robot humanoide que viene a representar a un niño pequeño bastante travieso en su visita al dentista. El robot puede llorar, forcejear, retorcerse, apretar la boca, patalear y otras tantas reacciones.
Tal como señalan en Lavanguardia, este invento ha sido creado por la empresa japonesa tmsuk para entrenar a los dentistas sobre el comportamiento de los más pequeños en la consulta. Las reacciones del niño son realmente impresionantes, y son gracias a Festo, un proveedor de herramientas de ingeniería y soluciones de automatización industrial que ha aportado al invento su tecnología piezoeléctrica.
De esta manera, el robot viene a preparar a todos esos dentistas y auxiliares de dentistas sobre todas las posibles reacciones que puede tener un niño derivado del nerviosismo y el miedo.
El robot mide 110 cm y pesa 23 kilos y cuenta con la apariencia de un niño de cinco años. El invento es capaz de desesperar a cualquier tipo de dentista, incluso a los experimentados, y por lo tanto también sirve para aquellos que ya tienen experiencia en la consulta.
Como dijimos, lo que llama la atención de este robot son sus reacciones muy realistas, basadas en la tecnología piezoeléctrica de Festo. En concreto sus reguladores de presión proporcional VEAA y VEAB controlan la mayoría de los 24 cilindros neumáticos de Pedia Roid, que son los que ejecutan los movimientos de los brazos y los dedos, así así como todos los gestos de la boca.