A diario, unos más que otros, pero estamos acostumbrados a usar Facebook Messenger, WhatsApp, iMessage y Signal entre otras aplicaciones de mensajería instantánea, pues bien. Ahora vamos a querer eliminarlas todas y volver a las cartas.
Recientemente se han examinado los permisos que solicitan las principales aplicaciones de mensajería instantánea y se ha hecho una comparativa entre ellas. Asusta, y mucho, ver la cantidad de datos que recopilan unas, y los pocos que guardan otras para cumplir con la misma finalidad: ponernos en contacto de forma rápida y directa.
En la comparativa se muestran las diferentes etiquetas de privacidad de WhatsApp, Facebook Messenger, Signal e iMessage, pero nosotros hemos añadido Telegram, ya que la consideramos una app de mensajería instantánea bastante importante.
Por un lado, y tal y como ya dijimos alto y claro hace unos días, Facebook Messenger guarda multitud de datos nuestros, desde información sobre la salud, datos bancarios, información privada, acceso a la galería, ubicaciones, historial de navegación, contactos, etc.
Después, en la cara opuesta a Facebook Messenger tenemos a Signal. Una app de mensajería instantánea segura y transparente que no recopila información sobre sus usuarios.
A medio camino entre ambas tenemos a iMessage y a Telegram. Por si alguien no lo sabe, iMessage es una app que viene preinstalada en iPhone y sirve para comunicarse con otros usuarios de iPhone. Dicho de otra forma, es el WhatsApp propio de Apple, es gratuito, muy fácil de usar y exclusivo para usuarios de iPhone.
En ambas aplicaciones se pide lo mismo, es decir, datos de contacto, identificación del usuario y el dispositivo y acceso a los contactos.
Ahora queremos centrarnos en WhatsApp. La app más usada en todo el mundo para comunicarnos por texto forma parte de la familia de Facebook, así que no es de extrañar que recopile tantos datos como los que mostramos a continuación.
WhatsApp conoce nuestra ubicación, los datos bancarios, ve nuestra galería, sabe quiénes son nuestros contactos, cómo nos llamamos, nuestro número de teléfono, el uso que hacemos de la app, etc.
Son aplicaciones que seguiremos usando, estemos más o menos de acuerdo con los datos que guardan de nosotros, pero no está de más conocer esta información, para poder elegir de cara a un futuro.
Las etiquetas de privacidad de Apple nos han ayudado a ver todo lo que las grandes tecnológicas saben de nosotros. A un solo golpe de vista nos hacemos conscientes del poder y el negocio de nuestros datos a cambio de una «app gratuita».