Apple acaba de patentar un teclado que contaría con una pequeña pantalla en cada tecla. Esta tecnología pondría fin a los problemas que surgen al comprar un ordenador en un idioma diferente.
Apple ha tenido una amarga relación con los teclados últimamente, y tras un tiempo reparando los llamados teclados mariposa de sus MacBook, la compañía decidió cambiar al Magic Keyboard, con algo más de recorrido y que está dando unos mejores resultados que sus predecesores.
Pero ahora, Apple está mirando de frente al futuro de sus teclados, y ha decidido patentar uno que cuenta con pantallas sobre cada una de las teclas, una idea de lo más extravagante, pero que si se lleva a la perfección, puede solucionar muchos problemas a la compañía estadounidense.
Poner una pantalla sobre cada tecla, a priori, tendría un coste bastante elevado, pero contaría con la gran ventaja de poder cambiar la distribución del teclado y el idioma en cualquier momento, lo cual evitaría a Apple tener que destinar un número concreto de unidades a cada mercado. Es decir, cualquier portátil de la compañía valdría para cualquier persona en cualquier país. Que es precisamente lo que ocurre con dispositivos como los iPhone.
Esto es algo que ahora no ocurre, ya que ahora mismo, Apple, según aparece en su web, cuenta con las siguientes distribuciones de teclado en función de los diferentes mercados en los que vende sus ordenadores:
- Árabe
- Belga
- Búlgaro
- Croata
- Checo
- Danés
- Holandés
- Inglés
- Finlandés/Sueco
- Francés
- Alemán
- Griego
- Húngaro
- Islandés
- Hebreo
- Italiano
- Japonés
- Coreano
- Noruego
- Portugués
- Rumano
- Ruso
- Eslovaco
- Español
- Suizo multilingüe
- Taiwanés
- Tailandés
- Turco
La lista no es precisamente corta, y esto supone unos costes para Apple de los que se podría librar, aunque más bien los sustituiría, gracias a esta patente, que permitiría que puedas comprar un teclado de Apple en Rusia, por ejemplo, sin tener problemas con la distribución del teclado.
Sin embargo, una pantalla en cada tecla de un teclado implica, además del mayor coste, una mayor fragilidad y un mayor número de consumo de batería, al tener que iluminar cada una de las teclas. Aunque es cierto que, vista la autonomía que ofrecen los nuevos MacBook con procesador M1 fabricado por Apple, esto podría no suponer demasiado problema.
Aún es pronto para hablar, ya que las patentes no siempre se convierten en productos finales, pero parece una idea respecto a la que Apple tiene mucho que dilucidar, y que se puede convertir en un gran avance si la compañía de la manzana hace las cosas con la rigurosidad a la que ya tiene acostumbrado a su público.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Jacinto Araque.