En 2018, Xiaomi dio la campanada con el Poco F1. Se trató de un terminal que eliminaba lo superfluo para ofrecer una gran experiencia de usuario gracias a una batería generosa y, sobre todo, al mejor procesador que había disponible.
Tras un 2019 de barbecho, Poco volvió en 2020 con varios terminales muy interesantes y la «independencia» de Xiaomi. Ahora, la compañía puede presumir de tener un catálogo para que un amplio abanico de usuarios encuentren su móvil perfecto. En la gama media-avanzada está el Poco F2 –análisis-, un escalón por debajo tenemos el Poco X3 –análisis– y, en la gama de entrada, el Poco M3 que acaba de ver la luz.
Se trata de un terminal bastante interesante, pero hay que dejar claro que estamos ante un móvil de entrada, lo que significa que es muy, muy sencillito en algunos aspectos y que, además, puede que no seáis el usuario objetivo de este terminal. Eso sí, también tiene sus cosas buenas, destacando una batería que parece inagotable.
Dicho esto, vamos con el análisis del Poco M3 para ver qué tal se comporta en nuestras pruebas, pero como siempre, antes os dejamos la tabla de características técnicas:
POCO M3 | |
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Pantalla | Panel IPS de 6,53″ | Resolución de 2.340 x 1.080 píxeles | Densidad de 395 ppp | El 83,4% del frontal es pantalla | Corning Gorilla Glass 3 |
Procesador | Snapdragon 662 |
Memoria RAM | 4 GB |
Almacenamiento | 64 GB UFS 2.1 | 128 GB UFS 2.2 |
Cámaras principales | Principal de 48 Mpx f/1.8 | Macro y profundidad de 2 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 8 Mpx f/2.1 |
Batería | 6.000 mAh | Carga de 18 W | Cargador de 22,5 W incluido |
Sistema operativo | MIUI 12 for POCO + Android 10 |
Dimensiones y peso | 162,3 x 77,3 x 9,6 mm | 198 gramos |
Precio | Desde 149 euros |
Índice de contenidos del análisis del Poco M3:
Mucho plástico que imita al cuero curtido y una enorme pantalla FullHD+
El Poco M3 es, posiblemente, el móvil más sencillo que ha pasado por mis manos este último año. Sí, hemos tenido terminales como Wiko View 4 –análisis– o el realme C3 –análisis, pero por poco dinero más ya tienes terminales como el TCL 10L –análisis– que, en esta gama media-baja, nos dio una sorpresa.
El rival del Poco M3 sería el realme C3 por precio y casi por características, pero es una gama compleja porque por unos 30 o 40 euros más nos metemos en teléfonos tan interesantes como un realme 7 que nos encantó.
Decimos esto porque sabemos muy bien en qué terreno estamos jugando y la gama en la que se encuentra un Poco M3 que tiene cosas superpositivas, pero otras que no lo son tanto y que, hay buenas noticias, se pueden solucionar mediante software.
Vamos a empezar el análisis del Poco M3 hablando del diseño. Se trata de uno de los puntos fuertes gracias a un acabado realmente llamativo, pero que me gusta. Derrocha personalidad y algo de originalidad tanto por ese módulo de cámara que es un movimiento de marketing en toda regla, como la manzanita de los iPhone, que hace que ‘paseemos’ la marca Poco cuando vamos por la calle con el móvil fuera del bolsillo.
Es un módulo de cámara que, realmente, tiene el tamaño del del Mi 10 Lite, pero integrado en un elemento rectangular de plástico con acabado brillante y ese loco gigante en el otro lateral. La cámara sobresale de la parte trasera, pero el móvil no se balancea demasiado en una superficie y tiene un perímetro de plástico que protege el cristal de las cámaras ante rayones al dejar el móvil boca arriba en una mesa.
El resto de la trasera es de plástico, pero no un plástico liso, sino con una textura que imita al cuero curtido. Cuando lo vi por primera vez, arqueé la ceja porque pensaba que iba a ser un material cutre y no es el plástico de más calidad que hemos tocado, pero es agradable al tacto y nada resbaladizo. Ha sido una sorpresa, vaya.
Los laterales son redondeados y el móvil es bastante cómodo en la palma de la mano, realmente, y lo cierto es que parece más ligero de lo que es a pesar de contar con un peso de 198 gramos. Esto es debido a que estamos hablando de un móvil con una altura de 162,3 mm y, además, es bastante ancho debido al formato 19,5:9 de la pantalla, 77,3 mm.
Antes de pasar al frontal, vamos con los laterales. En el derecho tenemos un sensor de huellas que no es lo rápido que nos gustaría y los botones de volumen. En la parte inferior tenemos un altavoz, un micrófono y el USB Tipo-C.
En el lateral izquierdo un módulo de DualSIM que tiene una ranura extra para una microSD y en la parte superior tenemos otro micro, el jack de auriculares y una salida de audio que ‘bebe’ del altavoz frontal.
Más adelante hablaremos de ello, pero sí, tenemos sonido estéreo en un móvil que se lanzó en oferta por 129 euros. Desde luego, no es lo convencional.
En el frontal tenemos una pantalla de 6,53″ que ocupa el 83,4% de esa parte delantera. Tiene notch tipo gota y la barbilla es algo ancha con sus 7 milímetros de grosor, pero estamos hablando de un frontal bien aprovechado en esta gama, desde luego. Eso sí, se nota que el panel está pegado al cuerpo ya que hay una ligera ‘rebaba’ en el perímetro. Está peor integrado en el diseño que en móviles de más gama, algo que también se entiende, pero que debemos comentar.
El panel es IPS y cuenta con una resolución inusual por este precio: 2340 x 1.080 píxeles. Nos da la sensación de ser el IPS típico de Xiaomi, por características técnicas, ángulos de visionado y brillo, que la compañía ha montado en otros móviles de entrada en el pasado.
Es un panel que se ve bien para consumir juegos y vídeos de YouTube, aunque en este sentido Xiaomi ha primado más el tamaño y la resolución que la calidad y el esquema de color del panel. Cumple, sí, pero los ángulos de visión no son lo generosos que nos gustaría, oscureciendo la imagen en el eje vertical al mirar el panel en un ángulo a partir de los 45º y el brillo tampoco es generoso.
Cuenta con unos 400 nits y en interior no vais a tener problema alguno, pero en exterior se ven algo las costuras. Además, el sensor de brillo automático siempre deja el brillo un pelín por debajo de lo que debería y estos días de prueba del terminal he tenido que ir ajustando manualmente el brillo cuando salía de casa.
La sensibilidad es la correcta (hemos jugado mucho y el sistema de navegación por gestos va bien) y hay varias opciones de software para toquetear el terminal. Tenemos la opción de ocultar el notch, de calibrar el modo de color de la pantalla con un ajuste automático, saturado y estándar, así como una rueda de temperatura de color, un modo oscuro, ajustar el brillo diurno y nocturno de manera individual y un modo lectura.
Por cierto, el panel tiene protección Gorilla Glass 3… y para mí no son malas noticias, ya que esos paneles eran auténticos tanques. No son de los que se rayan con facilidad y si no se lleva un golpe mal dado, no debería romperse.
Con el paso de los años y las versiones, los paneles Gorilla Glass se han hecho más flexibles y resistentes a roturas, pero son más «blandos» y se rayan con más facilidad. Eso no es algo que pase -tanto- con los Gorilla Glass 3.
Es en definitiva, un panel que prioriza el tamaño y la resolución para los usuarios que utilicen mucho el móvil para leer contenido de redes sociales o la red, Cuanta más resolución, menor fatiga y más ‘placer’ al ver ese contenido, y con sus defectos, es un panel que cumple.
Snapdragon 662 para hacer casi de todo, aunque con un POCO de paciencia
Pasemos al interior del terminal porque tenemos el interesante Snapdragon 662. No es el chip más emocionante de los que hemos analizado estos últimos meses, pero no deja de ser un chip de gama media-baja de Qualcomm que es bien recibido en este terminal.
El motivo es que lo que podemos esperar en móviles de este precio suelen ser los Snapdragon 4XX o los MediaTek de entrada, que no es que sean poco potentes, pero sí tienen un consumo elevado. El Snapdragon 662 es un chip construido en una litografía de 11 nanómetros y cuenta con ocho núcleos: cuatro a 2 GHz y otros cuatro a 1,8 GHz.
La GPU es algo más básica, ya que es la Adreno 610 que encontramos en el Snapdragon 460 y en este terminal redondea el conjunto 4 GB de memoria RAM LPDDR4. Os dejamos nuestros test de rendimiento.
POCO M3 | Huawei P Smart 2021 | POCO X3 NFC | realme 7 | LG K61 | TCL 10L | Wiko View 5 Plus | |
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Procesador | SD 662 | Kirin 710A | SD 732G | MT G95 | SD 730G | SD 665 | MT 6765 |
Geekbench 4 Single | 1.516 | 1.432 | 2.626 | 2.551 | 2.557 | 1.500 | 910 |
Geekbench 4 Multi | 5.458 | 5.355 | 7.003 | 7.612 | 7.031 | 4.115 | 4.312 |
Geekbench 5 Single | 314 | 299 | 567 | 537 | – | 310 | 168 |
Geekbench 5 Multi | 1.326 | 1.336 | 1.544 | 1.678 | – | 1.044 | 989 |
3D Mark OpenGL | 1.164 | 1.077 | 2.697 | 2.810 | 2.399 | 1.698 | 476 |
AnTuTu | 184.237 | 162.247 | 284.403 | 291.085 | 264.032 | 174.755 | 114.253 |
PC Mark | 6.028 | 6.391 | 8.225 | 9.690 | 7.351 | 6.838 | 5.882 |
No es el móvil que más destaque por números pero vemos que el Snapdragon 662 está por encima del chip Kirin 710A que monta el P Smart 2021 –análisis-, un móvil que cuesta 100 euros más. Está en la línea de lo visto en móviles de la misma gama con procesadores Qualcomm y MediaTek equivalentes.
Esto se traduce en un buen desempeño en aplicaciones del día a día como redes sociales y navegación, pero también vamos a poder jugar. Juegos sencillos como Oceanhorn, League of Legends Wild Rift y algunos indies son perfectamente disfrutables, pero si nos vamos a por algo más potente… el móvil empieza a tambalearse.
Podemos jugar a CoD Online perfectamente en calidad media con alta tasa de fps, pero ahí notamos calentamiento en la parte trasera. No es alarmante, pero está. Fortnite o Asphalt 9, directamente, no son compatibles con el terminal y no aparecen en la Store (imaginamos que por alguna limitación o compatibilidad con el procesador) y Genshin Impact es injugable.
Sin embargo, como digo, en el resto de aplicaciones más ligeras, el móvil va bien y, de hecho, donde más notamos que estamos ante un móvil de gama baja no es al navegar dentro de las aplicaciones, sino entre ellas.
Vale que Poco es una compañía independiente, pero entre vosotros y nosotros: sigue siendo Xiaomi en muchísimas cosas. El propio sistema operativo es MIUI 12 sobre Android 10 en una capa especial que es MIUI for POCO, una versión algo ‘aligerada’ que, básicamente, es el MIUI 12 que conocemos.
Nos hemos encontrado las típicas aplicaciones de Xiaomi y algo de bloatware, pero lo podemos desinstalar fácilmente. Ahora bien, el rendimiento no es el que nos hemos encontrado en otros terminales con MIUI 12, donde el sistema es, de hecho, muy, muy fluido.
Aquí tenemos unas animaciones en los menús que van con algo de lag, así como una sensación constante de lentitud al navegar entre los menús del propio terminal.
Cuando estamos en Instagram, la web o Twitter, todo va bien, escribimos sin ese lag, si pinchamos en un cuadro se abre el enlace a la perfección y la experiencia es correcta, pero en el sistema (configuración, Discover…) la sensación cambia.
Esto es algo que no tiene nada que ver con la potencia del terminal, pero a día de hoy la experiencia no es buena. Da la sensación de que hay muy poco trabajo de optimización de software para este hardware y la propia Xiaomi nos lo «demuestra» con las últimas actualizaciones.
En el periodo en el que he estado analizando el Poco M3, he recibido dos actualizaciones y en las notas de ambas se enfatizaba en la mejora de optimización de MIUI. Es decir, son conscientes y están trabajando en ello, pero pese a eso, hay veces que el sistema es lentorro y hay móviles de la misma gama, de la propia Xiaomi, que son algo más ‘alegres’.
En el almacenamiento nos encontramos dos configuraciones. Por un lado, 64 GB FS 2.1. Por otro, y esta es nuestra unidad, 128 GB UFS 2.2. La diferencia entre UFS 2.1 y 2.2 es testimonial en lo que a velocidad se refiere, por lo que el cambio de uno a otro se limitará a que Poco tenía más a mano esos módulos 2.2 de 128 GB, nada más.
En velocidad de escritura y lectura, está en la línea de lo que encontramos en otros móviles con este tipo de almacenamiento, aunque con unos accesos a la memoria algo más lentos, pero agradezco que sea UFS porque en esta gama nos solemos encontrar memorias eMMC.
POCO M3 | realme 7 | Motorola Moto G9 Plus | Oppo Reno 2 | realme 7 Pro | POCO X3 NFC | |
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Escritura secuencial | 196,99 MB/s | 145,90 MB/s | 132,07 MB/s | 107,32 MB/s | 142,2 MB/s | 200,24 MB/s |
Lectura secuencial | 368,41 MB/s | 233,69 MB/s | 480,70 MB/s | 499,33 MB/s | 430,9 MB/s | 495,76 MB/s |
Escritura aleatoria | 14,71 MB/s | 14,47 MB/s | 14,75 MB/s | 12,36 MB/s | 18,3 MB/s | 14,73 MB/s |
Lectura aleatoria | 12,90 MB/s | 17,19 MB/s | 12,05MB/s | 19,06 MB/s | 11,7 MB/s | 19,03 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 3,23 GB/s | 4,89 GB/s | 4,72 GB/s | 5,12 GB/s | 4,9 GB/s | 4,76 GB/s |
Por último, esa «lentitud» del sistema se nota, también, en los métodos de desbloqueo. Tenemos tanto el desbloqueo facial mediante foto como el desbloqueo por huella en el lateral.
Los dos tardan más de la cuenta en responder y, de hecho, con buena luz es posible que el desbloqueo por foto responda antes que el desbloqueo por huella.
Esto es algo estrictamente del sistema porque lo que es el lector lateral funciona bien, sin fallos y de manera precisa, pero por algún motivo, hay una latencia evidente entre que tocamos el sensor y el sistema se desbloquea. Hay móviles de esta gama, tanto de Xiaomi como de otras marcas, que son más rápidos, y esto es algo que la compañía debería pulir más pronto que tarde.
Tres sensores, aunque realmente solo usaremos uno
Las cámaras no son lo más importante cuando hablamos de un móvil de esta gama y es el elemento en el que más rápido notamos que por unos euros más, conseguimos mejores resultados. En la gama media tenemos móviles que hacen muy buenas fotografías, pero en la gama de entrada es algo más secundario.
El Poco M3 cuenta con una interfaz que me gusta, es la típica de MIUI 12 que vale, no es la más ordenada, pero al final las opciones más utilizadas están al alcance de la mano. Este terminal cuenta con HDR (os recomiendo dejar el automático puesto) y la IA es capaz de reconocer escenas y elementos, como a mi gatito.
El sensor principal es de 48 megapíxeles f/1.8 con un tamaño de 1/2″ y un pixel de 0,8 µm y no es un mal sensor, pero el problema es que el procesado parece que brilla por su ausencia, lo que provoca que las imágenes tiren, en situaciones de claroscuros, a subexponer demasiado.
De hecho, es una sensación general en todas las fotografías que hemos hecho, la de que los colores oscuros son demasiado intensos y tan subexpuestos en algunas ocasiones que es imposible extraer información de ahí.
Con situaciones ideales en las que no haya sombras o elementos oscuros, la cámara se porta bien y cuenta con unas buenas texturas y definición, pero el procesado, como decimos, en esta situación no nos va a ayudar.
Os dejamos unos ejemplos y os recordamos que en este enlace tenéis las fotografías a resolución completa y sin comprimir:
De noche y en interiores, enseguida aparece el ruido y se mantiene esa tendencia a subexponer.
Tenemos otros dos sensores que son testimoniales. Por un lado, una cámara de profundidad para los retratos, algo que se hace por software más que por hardware, y un macro que realmente no es muy agradecido. Son 2 megapíxeles, por lo que no podemos ampliar demasiado, y al tener un enfoque fijo, hay que afinar demasiado para que salgan imágenes decentes.
En la parte frontal tenemos un sensor de 8 megapíxeles que tiene un tamaño de 1/4″, por lo que es bastante pequeño, y el tamaño del píxeles es el correcto, 1,12 µm.
Las imágenes son, de nuevo, correctas. Cumplen con lo esperado en la gama, pero no puede hacer virguerías.
En la parte del vídeo, tenemos 1.080p30 como máximo y como no tenemos estabilización ni óptica ni electrónica, lo mejor es grabar vídeos en estático, con los pies bien anclados en el cielo.
Es, en definitiva, una cámara que cumple en su gama, pero como decimos, por poco dinero tenemos unas cámaras mejores. Si no es vuestra prioridad, no os perdéis nada, pero si queréis buena batería y mejores cámaras, mejor invertir algo más.
Inagotables 6.000 mAh con carga rápida en la caja
Aunque el diseño y la pantalla nos han gustado, el verdadero punto fuerte del M3, el motivo principal de compra, es la batería. Hemos visto móviles con baterías enormes como la de 7.000 mAh del Galaxy M51 –análisis-, y esta no se queda muy atrás.
Hablamos de una batería de 6.000 mAh que nos ofrece una autonomía bestial de dos días con mi uso (brillo automático, Bluetooth encendido constantemente, juegos ocasionales, alguna foto, cuentas de correo y redes sociales que se actualiza n constantemente y mucha navegación web) que un usuario menos activo podría estirar hasta los casi tres días.
Lo primero que hice cuando recibí el terminal fue cargarlo al máximo, poner el brillo a tope y dejar el test de batería de PC Mark. Alcanzó las 20 horas y 11 minutos y bueno, es una cifra espectacular y mayor a la del Galaxy M51, pero que se explica por el bajo brillo de pantalla.
En las pruebas de campo, en el día a día, la autonomía oscila entre las 13 y las 15 horas de pantalla, una absoluta pasada debido a ese mencionado brillo algo escaso que juega a favor, en este caso, de la autonomía. Me he ido de fin de semana con él y lo cierto es que no tuve que sacar el cargador desde el viernes por la tarde hasta el domingo al llegar a casa. Lo usé menos de lo normal entre semana, pero aun así es… tranquilidad.
La carga máxima permitida para el Poco M3 es de 18 W. Xiaomi, sin embargo, ha metido en la caja un cargador de 22,5 W. Se ve que les sobran de otros dispositivos y es el que se ha ‘llevado’ el M3. Aun así, la carga es de 18 W y conseguimos el 50% en XXXX y el 100% en YYYYY.
Es una carga lógica que no es la más loca que hemos visto recientemente, pero que está por encima de la de su gama (el realme C3 es de 10 W) y esos 18W no están tan lejos de la potencia de carga máxima de terminales tope de gama como los S20 o el iPhone 12.
Ahora bien, con 6.000 mAh y 18 W, lo mejor es poner a cargar el móvil cuando vayamos a estar un rato largo en casa.
Sonido estéreo, jack de auriculares y una conectividad esperada
En el apartado de la conectividad, no hay sorpresas. Contamos con Wi-Fi ac, así como Bluetooth 5.0, GPS y el clásico emisor de infrarrojos de Xiaomi. De hecho, es de las únicas que siguen apostando en todos sus dispositivos por este emisor.
Nada de 5G -ni lo esperábamos por este precio- ni NFC. En un móvil que se ha lanzado por 129 euros, era lógico no contar con el chip NFC, pero no miento si os digo que me habría gustado verlo para realizar pagos móviles. Sin embargo, no está y no es un fallo, ya que no podemos pedirlo por este dinero.
Sobre el sonido, además del jack de auriculares (fundamental en esta gama), tenemos sonido estéreo. Está el altavoz frontal y el inferior, pero también tenemos unos orificios en la parte superior… y eso no es un altavoz, sino un modo para aprovechar el sonido que se ‘escapa’ del altavoz secundario frontal.
Esto es algo raro, pero si lo piensas, no está nada mal. Estamos hablando de un móvil de menos de 150 euros que tiene sonido estéreo. No es el mejor, pero ahí está. Eso se logra con el altavoz principal -claramente más potente- que está en la parte inferior y con el auricular de llamadas que también funciona como altavoz.
Sin embargo, lo que ha hecho Poco ha sido realizar unos orificios justo encima de donde está ese altavoz frontal para que el sonido tenga esa vía de escape lateral. Si lo tapamos, notamos que, efectivamente, por ahí sale sonido.
Y volvemos a lo de antes: no es el mejor sonido estéreo ni tiene la máxima nitidez y, de hecho, por encima del 75% los agudos chirrían un poco, pero es sonido estéreo, que es efectista en los vídeos y juegos.
Si sois de los que ponéis música en el móvil cuando os estáis duchando, ahí ya os digo que no tendréis la mejor calidad de sonido porque hay que subir mucho el volumen, pero para reproducir música mientras cocináis u os cambiáis de ropa, cumple.
Conclusión del análisis del Poco M3: no se puede pedir más por tan poco dinero
Estamos acostumbrados a trabajar con los mejores móviles del mercado, pero somos muy conscientes que donde de verdad se parte el bacalao es en la gama media y en la de entrada. Hay usuarios que lo único que quieren es un terminal para entrar en sus redes sociales, con una pantalla grande para navegar por la web y ver vídeos y con una batería que les permita vivir desahogados.
Y, precisamente, sin grandes aspiraciones y cumpliendo esas necesidades, se planta el Poco M3. Estamos ante un móvil que tiene una pantalla muy generosa y que, además, apuesta por la resolución FullHD+, que no es la más vista en este segmento. Nos gusta que la protección sea Gorilla Glass 3 y la pantalla cumple para consumir contenido. Echamos de menos, eso sí, algo más de brillo y un mejor sistema de brillo automático.
El punto fuerte, sin duda alguna, es una batería de 6.000 mAh que a nosotros nos ha dado dos días de uso, por lo que a un usuario algo más «normalito» que no vaya haciendo fotos a cada paso y que no tenga redes sociales/correo de la empresa asociados en el teléfono, seguramente le dará para día y medio o casi tres días. La carga podría ser más rápida, por pedir que no quede, pero siendo realistas los 18 W son adecuados en esta gama.
Poniendo los pies en la Tierra, la cámara es suficiente para su precio, ya que no podemos pedir mucho más y, realmente, hay sorpresas como el buen desempeño del Snapdragon 662 o la inclusión del sonido estéreo. Podría ser mejorable, sí, pero oye, ahí está sonido estéreo en un móvil que se ha podido comprar por 129 euros.
Eso sí, echo de falta ‘alegría’ en el sistema operativo. MIUI para POCO parece algo más ligero que el MIUI 12 de Xiaomi, pero aun así falta optimización y vemos que tenemos un sensor de huellas que tarda en responder y una apertura de aplicaciones algo perezosa.
Es el móvil que le recomendaría a un familiar o amigo que tenga el móvil como… bueno, como un móvil y no como un centro de trabajo/multimedia y, precisamente, si lo que necesitas es un móvil con pantalla grande, buena resolución para leer sin fatiga y batería de sobra, el Poco M3 es perfecto por esos menos de 150 euros.
Si quieres una mejor cámara y un sistema que se trabe algo menos, hay que estirarse un poco más, ya que por unos 180 euros tienes mejores terminales.