El asalto al Capitolio de los Estados Unidos, el último miércoles, no solo dejó sorprendentes imágenes del conflicto que se vive en el país, sino también a un grupo de personajes que burlaron el cordón policial y lograron entrar a los salones del edificio estatal. ¿Quiénes son estos partidarios de Donald Trump, tan embriagados en la retórica del presidente que fueron capaces de sembrar el caos en el Congreso de Estados Unidos?
La justicia federal de Washington inculpó a 15 personas por el asedio al Capitolio. A continuación, los principales elementos recogidos por las agencias AFP, EFE y medios locales sobre algunos de ellos, la mayoría activos en las redes sociales.
EL ‘ROBA OFICINAS’
Uno de ellos, Richard Barnett, quien posó sentado con los pies sobre el escritorio de la congresista Nancy Pelosi, una de las figuras políticas más importante de Estados Unidos, mientras que otros desfilaban con una bandera confederada o se apoderaban de la oficina del presidente del Senado, Mike Pence.
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“(Es) mi oficina. Yo soy un contribuyente. Soy un patriota. No es su oficina. Se la hemos prestado”, decía Barnett, al canal local KFSM 5News durante el asalto.
Richard Barnett, originario de Arkansas (sur de Estados Unidos) tiene 60 años y un fuerte acento sureño. El día del asalto irrumpió en la oficina de la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
Conocido localmente por manejar un grupo de Facebook a favor de las armas, 2A NWA STAND, Barnett afirmó que se halló en esta oficina por casualidad. “Buscaba el baño”, dijo. Sin embargo, ‘Bigo’, como lo llaman, dejó antes de irse una nota insultante dirigida a Pelosi y robó un sobre remitido al representante Billy Long que también estaba encima del escritorio.
“¿Estoy asustado? ¡No! Pero la cárcel es una posibilidad”, dijo a los periodistas después de salir del edificio. Barnett fue arrestado el viernes por la mañana en Little Rock acusado de tres cargos federales, informó ABC News.
EL CUERNOS DE BISONTE
Con el torso desnudo, una cofia amerindia y con cuernos de bisonte, este “guerrero espiritual”, como se describe a sí mismo, atrajo como un imán a fotógrafos y camarógrafos de las cuatro esquinas del Capitolio.
Originario de Arizona, Jake Angeli fue visto numerosas veces en las protestas pro-Trump de los últimos meses en Phoenix, vistiendo siempre su ahora famoso tocado que representa a los nativos estadounidenses Siux, informa Infobae. “¡Libertad!”, gritaba.
Jacob Anthony Chansley, conocido también como “Q-Shaman” o “Yellowstone Wolf”, tiene 30 años y se presenta como “un soldado digital de QAnon”, el movimiento conspirativo que ha hecho de Donald Trump un héroe y considera un triunfo la intrusión del miércoles.
Una de las teorías en las que cree el movimiento QAnon nace en 2017, cuando se revelaron supuestos secretos sobre una élite pedófila y satánica que rige el mundo bajo el temple de los líderes y liderezas Hillary Clinton, Barack Obama y el papa Francisco.
“Somos patriotas, en el frente de Arizona, que queremos llevar nuestra energía positiva a (Washington)”, escribió Chansley en un mensaje publicado en diciembre en la red social favorita de los ultraconservadores, Parler.
En un momento, mostró sus tatuajes, uno de estos, una triqueta de origen celta, el martillo Mjolnir del dios germánico Thor y un árbol de la vida, informó Infobae.
EL MILITANTE NEONAZI
Fotografiado junto a Jake Angeli, Matthew Heimbach, de 29 años y anteojos sin montura, es calificado por el Southern Poverty Law Center, un observatorio de grupos extremistas, como “el rostro de una nueva generación de nacionalistas blancos”.
En una nota de The Baltimore Sun, se menciona a Heimbach, como natural de Indiana y exalumno de la Universidad Towson, que había recibido la orden de cumplir 38 días de prisión tras infringir su libertad condicional de dos años al agredir a un manifestante en un mitin de Donald Trump en Kentucky en 2016.
Según The New Yorker, Heimbach es presidente del Partido de los Trabajadores Tradicionalistas que presenta en su sitio web la siguiente descripción: “luchando para asegurar la existencia de nuestra gente y un futuro para los niños blancos”.
También fue uno de los organizadores del mitin de extrema derecha en Charlottesville (Virginia), en agosto de 2017, al margen del cual una mujer fue asesinada por un simpatizante neonazi.
EL LADRÓN DEL ATRIO
Sorprendido por la cámara cuando se llevaba el podio de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Adam Johnson, un hombre de 30 años que llevaba una gorra oscura hizo un gesto amistoso al fotógrafo con un sonrisa.
Es un residente de Parrish, Florida, originario de Tennesse y padre de cinco hijos, según una nota del portal web Conan Daily. Aunque estudió psicología en la Universidad del Sur de Florida en Tampa, se gana la vida vendiendo muebles que él mismo fabrica. También solía trabajar como mesero en un restaurante en Bradenton.
De acuerdo con el información del medio, en 2003, Johnson fue arrestado por posesión de marihuana; y en el 2004, por violar la libertad condicional.
En 2011, se divorció de su primera esposa. Por el momento, su actual esposa, una doctora, es quien está pagando las consecuencias, reportó EFE. Ahora los numerosos sitios que hacen referencia a ella están inundados de mensajes sarcásticos sobre el vandalismo de Johnson.
LA “GRAN SEGUIDORA DEL PRESIDENTE TRUMP”
Ashli Babbitt fue la primera víctima conocida de la violencia del miércoles, mientras intentaba atravesar una ventana rota en un pasillo del Congreso, la mujer recibió una bala a quemarropa disparada por un policía del Capitolio. Más tarde, sucumbió a sus heridas.
¿Quería ser una heroína? Es común inferir perfiles como estos, de personas que además eran miembros de la Fuerza Aérea por 14 años y durante un tiempo militares de “alto nivel”, como el caso de Babbitt. En su momento, la destinaron a Afganistán, Irak y Kuwait.
Al dejar el servicio, Babbitt se dedicó al mantenimiento de piscinas junto a su esposo Timothy McEntee por varios años. En 2019, la pareja se separó, aunque se reconciliaron y volvieron a casarse. Vivían en San Diego, California.
Con cerca de 30 años, se le calificaba como “conspirativa” y “libertaria”, según su cuenta en Twitter, informó AFP. Babbitt creía que la marcha a favor de Donald Trump en Washington sería como una “tormenta” que sacaría al país “de la oscuridad”. Según McEntee, su esposa era una “gran seguidora del presidente Trump”.