Cuando las condiciones climáticas se vuelven especialmente adversas resulta necesario extremar las precauciones en carretera.
Las condiciones meteorológicas están siendo muy adversas este invierno, provocando nevadas históricas, haciendo que las temperaturas sean especialmente bajas y obligando a los conductores a tener más precaución de lo habitual.
Conducir cuando hay nieve, hielo, niebla o lluvia intensa en carretera vuelve esta práctica más peligrosa y aumenta el riesgo de sufrir un accidente. Si no te queda más remedio que hacer un desplazamiento debes utilizar cadenas o neumáticos de invierno.
Los neumáticos de invierno están diseñados para obtener un mejor rendimiento cuando la temperatura es muy baja, y de hecho resulta recomendable utilizarlos cuando se está por debajo de los 7 grados centígrados.
Pero son muchos los que desconocen el funcionamiento de los neumáticos de invierno y todas sus características, y eso que saber darles un buen uso es esencial para estar protegido al conducir en estas circunstancias.
A continuación, se recopilan varias curiosidades sobre los neumáticos de invierno que ofrece la Dirección General de Tráfico (DGT).
Son más caros que el resto de neumáticos
Por norma general, y a no ser que encuentres una oferta muy concreta, los neumáticos de invierno son un 10% más caros que los normales.
De cualquier modo, comprar unos neumáticos de invierno de la marca Dunlop te costará alrededor de 70 euros cada uno de ellos, un gasto que se puede asumir por cuestiones de seguridad.
Sólo son recomendables entre octubre y marzo
La DGT desaconseja utilizar estos neumáticos cuando hace buen tiempo, por lo que su uso tiene verdadero sentido en los meses de otoño e invierno.
Esto es así porque los neumáticos de invierno pierden eficacia al aumentar la temperatura, sufriendo un mayor desgaste. Además, ofrecen más resistencia a la rodadura, por lo que sube el consumo.
Con neumáticos de invierno no es necesario llevar cadenas
La normativa en España no indica que los neumáticos de invierno sean obligatorios, pero sí contempla que los vehículos que los utilicen no necesitan cadenas ni siquiera en las carreteras restringidas al tráfico.
En realidad estas ruedas son mucho más efectivas que el uso de cadenas. No pierden tracción, no hay que ponerlas y quitarlas y hacen mucho menos ruido. El agarre sobre la nieve es mucho mayor en los neumáticos invernales.
Tienes que cambiarlos con más frecuencia
En España no puedes circular con neumáticos cuya rodadura no supere los 1,6 milímetros. Si es inferior no serán capaces de garantizar el agarre necesario.
En los neumáticos de invierno la exigencia es mayor que en los normales, y el límite del cambio se sitúa en los 4 milímetros.
Necesitan menos metros para frenar
Una de las cualidades de los neumáticos de invierno es la diferencia en la distancia de frenado respecto a las ruedas normales.
Circulando con nieve a una velocidad de 50 kilómetros por hora, un coche con neumáticos invernales necesita 32 metros para frenar, mientras que un vehículo con otros neumáticos se va a los 63 metros en estas condiciones.
También son muy eficaces en este sentido cuando llueve, ya que sólo necesitan 34 metros para frenar, frente a los 40 metros de otras ruedas. Esta diferencia puede evitar accidentes.
Cómo saber si unas ruedas son de invierno
Muchos no lo saben, pero en realidad son fáciles de identificar: en el propio lateral del neumático deben aparecer las letras M + S (Mud and Snow, barro y nieve en inglés), además pueden estar acompañadas por el dibujo del pico de una montaña con un copo de nieve.
La banda de la rodadura de estos neumáticos tiene un dibujo más profundo que el de unas ruedas normales.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Enrique Fernández.