Después de días de incertidumbre, se ha confirmado lo que se venía oyendo en forma de rumores desde hace ya bastantes meses. Amazon podría subir los precios en España debido a la «tasa Google».
La subida de precios, de momento, no afecta a Amazon Prime, ni a sus servicios, pero sí a los productos que podemos comprar en España. Es decir, con esta subida de impuestos, Amazon lo cargará en las empresas que venden en España que a su vez (muy probablemente) éstas incrementen los precios de los productos.
Es la pescadilla que se muerde la cola, ya que esta recaudación trimestral se lanzó para gravar a las grandes empresas tecnológicas sobre los ingresos derivados de servicios de publicidad en línea, intermediación en línea y transmisión de datos.
Las empresas que se verán afectadas por el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (IDSD) del 3%, son aquellas con ingresos anuales superiores a los 750 millones de euros y que en España ingresen más de 3 millones de euros.
La tasa Google entró en vigor el pasado 16 de enero y hasta el 1 de abril Amazon absorberá el impuesto a la espera de la aprobación del reglamento y la legislación pertinente. La historia cambia a partir del 1 de abril, y así lo ha comunicado Amazon a las más de 9.000 pymes españolas en las que recaerá la subida de precios.
Tal y como explica El Economista: «Si una empresa vende un producto por 100 euros (122 dólares) a través de Amazon, y el precio de referencia es un 15%, la plataforma aplicaría un 3% a ese 15%, con lo que cobraría un 0,45% más, es decir, un 15,45%.»
Con este impuesto, las arcas del estado sumarán unos 968 millones de euros al año. Esto, a priori, puede parecer positivo, pero esconde algo que no va a gustar a nadie. De hecho, aunque la tasa Google entró en vigor hace una semana, la normativa oficial aún no ha sido aprobada así que este impuesto tiene carácter transitorio hasta que todo se oficialice y se llegue a un acuerdo mutuo.
Las tecnológicas afectadas por el impuesto ya avisaron de que ese sobrecoste recaería en los intermediarios y en los usuarios finales. Lo que esconde esta tasa Google, es el rechazo por parte de numerosos países como Estados Unidos que ha decidido tomarte un periodo de reflexión, ya que aceptar la medida daría lugar a la imposición de aranceles para productos españoles.
De hecho, Francia lanzó un impuesto similar y terminó echándose atrás porque vio el panorama y es que el comercio internacional es clave para muchos países europeos entre los que se encuentra España.
No son buenos tiempos para las grandes tecnológicas del mundo. Ahora Australia está obligando a Google a pagar por las noticias y esta ha respondido duramente diciendo que o retiran la obligación o elimina su buscador.