Poco a poco, la inteligencia artificial y el machine learning llegan a los robots de compañía. Kiki es lo último en robots con sentimientos que aprenden a saber cuándo estás contento, triste o preocupado.
Un gato con sentimientos parece un sinsentido, pero esa es la magia de los robots con inteligencia artificial. Hoy conocemos a Kiki, el gato robot que desarrolla su propia personalidad y aprende a reconocer cómo te sientes.
Kiki es un proyecto de Zoetic AI, una compañía de inteligencia artificial formada por empleados de Google e ingenieros, diseñadores e investigadores graduados en prestigiosas universidades, como las de Stanford, Carnegie Mellon, y Berkeley.
Lo más destacado de este gato robot con sentimientos es cómo usa sus ojos para comunicarse. Expresiones tomadas de los dibujos animados, el anime, y los propios ojos humanos.
Kiki usa los algoritmos de inteligencia artificial más avanzados para desarrollar su personalidad. En función del entorno y de cómo interactúes con él desarrollará una mezcla de diferentes rasgos de personalidad: timidez, rebeldía, aventurero, sociable, intelectual, etc.
Dispone de casi 10 sensores repartidos por todo el cuerpo, así como iluminación LED, dos micros, altavoz, y la pantalla en sus ojos, que es por donde se comunica.
Kiki es capaz de reconocer a su dueño y, mediante un sistema de reconocimiento facial, también sus sentimientos: si está triste, contento, deprimido, etc., reaccionando para animarle.
Si estás preocupado por la privacidad, todos los datos que maneja el robot se guardan de forma local, nunca se suben a la nube ni se envían a ningún sitio.
Este gato robot con sentimientos es el compañero ideal para ver películas o trabajar en casa, y además aprende juegos, trucos y otras muchas cosas.
Una de sus características más peculiares es que pese a que tiene varios motores para generar el movimiento del cuerpo y la cabeza, no se desplaza. Así que se quedará donde lo coloques.
Zoetic AI no ofrece especificaciones en su web, por lo que no sabemos cuánto dura la batería. Se carga colocando el robot en una base.
Si estás interesado, Kiki, el gato robot con sentimientos, tiene un precio de 799 dólares. Ya se puede reservar, dejando un depósito de 99 dólares que se descontarán del precio cuando te lo envíen. Es decir, dejas una reserva de 99 dólares y luego solo tendrás que pagar 700 dólares más. Su intención es enviar los pedidos antes de marzo.