El magnesio es un mineral vital para el funcionamiento de nuestro organismo, pero no lo consumimos en cantidad suficiente. Estos son los alimentos que debes añadir a tu dieta.
El cuerpo humano es una máquina absolutamente perfecta, y al mismo tiempo muy complicada. Para que funcione correctamente necesita una serie de elementos externos, que llegan a través de los alimentos.
El magnesio es un mineral que interviene en más de 300 reacciones bioquímicas, según un estudio del Complejo hospitalario Ruber Juan Bravo (Madrid), que nos llega vía Sandra Viñas, de Business Insider.
El magnesio ayuda a mantener el funcionamiento normal de músculos y nervios, es vital para un sistema inmunitario saludable, mantiene constantes los latidos del corazón y ayuda a fortalecer los huesos, entre otras cosas.
El problema es que solo unos pocos alimentos que tomamos en nuestra dieta diaria, como la leche o los yogures, contienen magnesio, pero lo hacen en cantidades limitadas.
Según la Fundación Española de Nutrición hay que consumir al menos 400 mg al día de magnesio en el caso de los hombres, y 300 mg diarios las mujeres.
¿Dónde podemos encontrar magnesio? Suele estar en las semillas, los frutos secos, los vegetales, y las hortalizas. Pero ojo, porque algunas prácticas que llevamos a cabo al consumir estos alimentos, reducen la cantidad.
Si consumimos frutos secos hay que comer la piel y el germen, porque es donde está el 80% del magnesio. En el caso de vegetales y verduras el magnesio está en las hojas verdes, por ejemplo en las espinacas.
Los alimentos que más magnesio contienen son los siguientes: las almendras, las avellanas, el germen de trigo, la soja en grano y los cacahuetes.
Si nos acostumbramos a tomar 8 o 10 unidades de frutos secos al día, cubriremos las necesidades de este mineral. En el caso de las semillas, las podemos añadir a la leche o el yogur.
Son alimentos fáciles de encontrar y combinar, y además son bastante sabrosos, así que merece la pena incluirlos en la dieta diaria, si no lo haces habitualmente. Notarás que tienes más energía, más fuerza en los músculos y huesos, y tu corazón funcionará como un reloj.