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Las elecciones que se realizan este domingo en Ecuador están programadas bajo las condiciones que impone el nuevo coronavirus y, en lugar de ser la tradicional fiesta democrática alrededor de los recintos electorales, son un motivo de miedo y preocupación.
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Ecuador, que supera los más de 250.000 contagios y bordea los 15.000 muertos en lo que va de la pandemia, es el primer país de la región que celebra unas elecciones en tiempos del COVID-19 este 2021.
Las autoridades electorales han dispuesto una serie de protocolos sanitarios para la histórica jornada que durará 10 horas (va desde las 7a.m. hasta las 5p.m.).
Por ejemplo, el único momento en que los votantes deberán quitarse la mascarilla será para comprobarse su identidad. También se han recomendado acudir a votar según el número final del documento de identificación: los pares en la mañana y los impares en la tarde.
Además, en los locales de votación habrá una puerta de acceso y otra diferente para la salida. No podrán instalarse, eso sí, los tradicionales puestos de comidas y ventas en los exteriores.
“Se ha previsto todo un protocolo de seguridad para que las elecciones puedan llevarse con el menor riesgo posible para la gente”, remarca el internacionalista Francisco Belaunde a Perú 21.
¿Quién será el nuevo mandatario?
En esas condiciones, los ecuatorianos elegirán entre 16 candidatos al que sucederá en el cargo -hasta el próximo 2025- al actual mandatario Lenín Moreno. También a un vicepresidente, 137 asambleístas y cinco parlamentarios andinos.
Pese a la diáspora de candidatos, hay tres que destacan: Andrés Arauz, el más joven y quien replicaría el modelo de Rafael Correa; Guillermo Lasso, banquero y político con larga trayectoria; y Yaku Pérez, el líder indígena que se ubica tercero en los sondeos.
Los internacionalistas Francisco Belaunde y Ramiro Escobar ven difícil que alguno de los candidatos obtenga la cantidad suficiente de votos que se requiere (40% de los votos, con una ventaja del 10% del otro candidato) como para evitar una segunda vuelta, que está prevista a realizarse el próximo 11 de abril.
A opinión de Belaunde, con la influencia de la política de Correa, la elección de Arauz para ocupar el más alto cargo en Ecuador podría significar nuevamente el retorno de una administración ligada al autoritarismo.
“Correa fue un tipo autoritario, atentó contra la libertad de expresión de varias maneras. Además, llevó una política económica absolutamente irresponsable. Siendo un país productor de petróleo, lo llevó a endeudarse exageradamente”, expresó.
Lo que está por verse con los resultados de este domingo, mencionó, es qué tanto le afectó la denuncia que se propaló en Colombia (que habla de un presunto pago de US$80.000 para su campaña por parte de la guerrilla) y si es que le restó puntos en su intención de voto que se conocía hasta hace unos días.
Para Escobar, Lasso, que tiene un corte más conservador y es miembro del Opus Dei, precisamente “tiene la ventaja de que no representa al correísmo y en términos de derechos civiles es percibido como más democrático”.
Así, ensaya, sería un gobierno que representa al empresariado ecuatoriano que se sintió “muy incómodo” con Correa, quien gobernó el país entre 2007 y 2017. “Y que no estaban tan incómodos con Lenin Moreno, creo que la gente que apoya a Moreno votaría por Lasso”, agregó.
El líder indígena Yaku Pérez está más ligado al indigenismo, un sector políticamente muy importante en Ecuador y que ha llegado a poner en jaque a gobiernos. Es por ello que ambos analistas destacan su importancia.
Escobar considera que Pérez, en caso de no llegar a ser elegido para una segunda vuelta este domingo, sería “quien incline la balanza”.
“Dependiendo de lo que diga o haga, ese electorado voltearía hacia uno de los otros dos candidatos”, apuntó a este Diario.
Por otro lado, Belaunde aseveró que, independientemente de la tendencia, al próximo presidente “le va a tocar una situación muy complicada” en lo económico, pues el país “está muy endeudado”.
Similar postura tiene Escobar, quien agregó a esto que tendrá que buscar cómo “recomponer la relación social, porque está muy dañada”.
Otro tema con el que tendrá que tratar, mencionó, es la migración venezolana. Ecuador es un paso obligado para muchos migrantes que buscan desplazarse para países como el Perú.
Con información de Associated Press.