Las muertes de varios famosos -en la industria del cine, la televisión, música y literatura- sacudieron este año a Latinoamérica y el mundo. Aquí, un repaso de algunas celebridades que ya no están.
EL CINE DE LUTO
El 2020 marcó la despedida de dos figuras de la Edad de Oro de Hollywood: Olivia de Havilland y Kirk Douglas. Tras sus partidas, se cierra una etapa. Como indica el crítico de cine Ricardo Bedoya, su formación se basaba en la presencia.
«Ellos encarnan ese modelo de actuación. Olivia era de gestos sobrios, tenía una elegancia muy particular, era la encarnación de la dama fuerte pero paciente. Mientras que él era el personaje tenso, nervioso, era un actor de motor en acción, siempre al borde del estallido», señala el profesor de la Universidad de Lima.
Después de ellos, aparecen otros modelos de actores provenientes del Actors Studio como James Dean y Marlon Brando. «Hollywood ya cambió, es totalmente distinto«, remarca a RPP Noticias. Pero para los clásicos siempre se los podrá volver a ver en «Lo que el viento se llevó» y «Espartaco».
Una de las despedidas más conmovedoras fue la dedicada a Chadwick Boseman, protagonista de «Black Panther», quien falleció a los 43 años luego de luchar cuatro años (en silencio) contra el cáncer de colon. Su coestrella de Marvel, Robert Downey, le rindió homenaje en el evento Hero for the Ages de MTV.
«El primer segundo que lo veías en pantalla o tenías la oportunidad de conocerlo en persona, su energía era innegable. Había algo diferente y especial en Chadwick Boseman«, dijo Downey.
Este año también marcó la despedida de otros ídolos del cine como Sean Connery, el primer James Bond y padre de Indiana Jones, ganador de un Oscar y tres Golden Globes. Falleció a los 90 años, habiéndose retirado de la actuación tras estrenar «La liga de los hombres extraordinarios» en 2003.
A la misma edad partió Max von Sydow, uno de los actores fetiche del director Ingmar Bergman y con una abultada carrera que incluyó un papel en «Game of Thrones«.
Mientras que el cine hindú se despidió de Irrfan Khan, quien se labró una sólida carrera internacional siendo reconocido por «Slumdog Millionaire» y «La vida de Pi». Y Latinoamérica lloró la partida de Manuel ‘Loco’ Valdés, perteneciente a la época de oro del cine mexicano, hermano del recordado Ramón Valdés y padre del cantante Cristian Castro. Él murió tras una larga batalla contra el cáncer.
A mediados de diciembre falleció en Letonia el director surcoreano Kim Ki-duk producto de complicaciones generadas por la COVID-19.
LA TV SE DESPIDE DE SUS ÍDOLOS
Millones siguieron la noticia de la desaparición de Naya Rivera, recordada por su paso en «Glee«. Tras cinco días de búsqueda, se confirmó su muerte debido a un accidente en el lago Piru, al norte de Los Ángeles (EE.UU.). Su personaje de Santana Lopez sirvió como «una vitrina para la representación de la comunidad LGBTQ+», recalca Diego Piñas, presidente de Glee Perú Fanclub.
«A pesar de describirse a sí misma como aliada- y no pertenecer directamente a la comunidad- fue una de las pioneras bajo este concepto. Apoyó muchas causas benéficas relacionadas con los derechos de las mujeres, de la comunidad LGBTQ+, de los inmigrantes y fue una activista contra el bullying y el racismo», agrega a RPP Noticias.
Latinoamérica se despidió de estrellas como la argentina Susana Ortiz, recordada por su papel en las telenovelas juveniles “Chiquititas” y “Rebelde Way”, que falleció el pasado 30 de abril, el mismo día que celebraba sus 72 años. Y el mexicano Raymundo Capetillo, que se robó el corazón del público con apariciones en las telenovelas «Rosa Salvaje» y «Amor Bravío». Él falleció tras presentar complicaciones debido a la COVID-19.
También fue momento de despedirse de Diana Rigg, todo un ícono de la industria del entretenimiento inglés, habiendo trabajado en innumerables obras teatrales, el cine y la televisión. Sus papeles más recordados son el de la heroína Emma Peel, en la serie sesentera de espías «Los Vengadores», y el de la mordaz Olenna Tyrell de «Game of Thrones«.
Mientras que Conchata Ferrell, actriz de «Two and a Half Men», falleció a los 77 años debido a complicaciones en su salud después de sufrir un paro cardíaco. Aunque se hizo popular por la comedia, la artista había trabajado en distintos roles en la televisión desde la década de 1970.
LATINOAMÉRICA SE DESPIDIÓ DE PAU DONÉS Y QUINO
«El cáncer en mi vida es una anécdota más«, aseguraba Pau Donés, dos años atrás. Este año, pese a ser consciente de que su final estaba cerca, resaltaba no tener miedo y deseaba «dar una imagen de persona normal y corriente», como quedó registrado en el documental «Eso que tú me das» grabado dos semanas antes de la muerte del vocalista de Jarabe de Palo.
El rey de los boleros, Armando Manzanero, falleció a los 85 años tras luchar contra la COVID-19. Políticos y celebridades se despidieron del compositor de «Contigo aprendí». La cantante Tania Libertad resaltó que el músico era capaz de abordar los temas del amor y desamor con mucha elegancia en sus canciones.
El mundo de la música se despidió del genio Little Richard -creador de himnos como «Tutti Frutti» y «Good Golly, Miss Molly»- quien revolucionó la escena musical de la década de 1950 y resultó fundamental en los comienzos de géneros como el soul y el funk.
También Eddie Van Halen, legendario guitarrista de rock y fundador, junto a Alex Van Halen y Mark Stone, de la banda Van Halen. Él luchó durante varios años contra el cáncer de garganta.
En el mundo de las letras, toda la buena gente lloró, el pasado 30 de setiembre, la partida del dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, conocido mundialmente como Quino. La relevancia del padre de Mafalda es innegable: «era nuestro Gabriel García Márquez. Yo creo que es el monero [historietista] más influyente y el más grande de toda Latinoamérica», dijo el caricaturista mexicano Trino Camacho.
Un talento incomparable en el humor y el juego de palabras, Marcos Mundstock, el narrador de Les Luthiers, falleció a los 77 años. Con una carrera de más de 50 años, cautivó a su público gracias a su ingenio para encontrar en las palabras sus dobleces más lúdicos.
Los lectores de la Tierra Media le dieron el adiós a Christopher Tolkien, hijo del escritor J.R.R. Tolkien, quien se convirtió en el guardián de los derechos e historias de «El señor de los anillos», «El Hobbit» y demás obras de su padre.
Mientras que el físico y filósofo Mario Bunge, ganador del Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades (1982), falleció a los 100 años en Montreal (Canadá), ciudad donde residía tras ocupar desde 1966 la cátedra Frothingham de Lógica y Metafísica en la Universidad McGill.
Por otro lado, en el plano de la moda falleció el diseñador Pierre Cardin, pionero del prêt-à-porter nacido en Italia pero instalado en París desde 1945. Él participó en la renovación de la alta costura francesa en el periodo de posguerra y encadenó a lo largo de su trayectoria creaciones futuristas.