Comprar una Raspberry Pi es adentrarse en un mundo apasionante. Si quieres hacerte con una, es importante que conozcas los distintos modelos, para qué sirve este miniPC, qué necesitas para dar el primer paso y algunos de los usos más extendidos que tiene. Pero no te asustes, con esta guía aprenderás eso y mucho más.
El desarrollo de la Raspberry Pi comenzó hace unos 14 años y ya han pasado ocho desde que la primera versión de este miniPC llegó al mercado. Este primer modelo se mantuvo a la venta durante tres años y consiguió tal éxito que vamos por la cuarta versión. Se trata de un miniPC interesante y atractivo. En esta guía veremos todo lo que debes saber si quieres comprar una Raspberry Pi.
Lo primero que hay que decir que, pese a su aspecto, la Raspberry Pi es un sistema de lo más versátil. Se vende como una placa base con procesador soldado a la misma, un ARM Cortex A72, una antena Wi-Fi y unos cuantos puertos para expandir el sistema (USB, RJ45, HDMI y lector de tarjetas).
Sin embargo, aunque parezca simple, es un sistema sorprendentemente avanzado y útil, tanto que se ha convertido en un dispositivo de lo más popular en algunos ámbitos. Antes de contaros todo lo que debéis saber para comprar una Raspberry Pi, veamos qué dispositivos están disponibles ahora mismo.
Guía de compra de Raspberry Pi
¿Qué Raspberry Pi tenemos entre manos?
Actualmente tenemos varios tipos entre nosotros. La más popular es la Raspberry Pi 4 Model B, que llegó al mercado el verano pasado. Estas son sus características principales:
- Procesador Cortex-A72 a 1,4 GHz.
- 1, 2 o 4 GB de memoria LPDDR4
- Wi-Fi 2,4 GHz y 5 GHz, Bluetooth 5.0
- Puertos: Ethernet, 2 USB 2.0, 2 USB 3.0, 2 micro HDMI, lector de tarjetas microSD, USB Tipo-C.
Aparte de la versión más actual y popular, también tenemos la tercera iteración de su hermano pequeño, más barato y también menos potente, la Raspberry Pi 3 Model A+. Estas son sus características:
- Procesador Cortex-A53 de cuatro núcleos a 1,4 GHz.
- 1512 MB de memoria LPDDR2
- Wi-Fi 2,4 GHz y 5 GHz, Bluetooth 4.2.
- Puertos: un USB 2.0, HDMI, lector de tarjetas microSD, miniUSB.
Como veis, recorta en la RAM y en la cantidad de puertos, por lo que antes de haceros con una Model A+, debéis tener muy en cuenta si necesitaréis más puertos y si, por algo más de dinero, no es mejor optar por la 4 Model B.
Poor otro lado, tenemos El Computer Modeule 3+, una placa enfocada a las empresas que tiene algo menos de potencia de procesador (va a 1,2 GHz), pero que sí tiene almacenamiento interno (32 GB eMMC). Eso sí, no es para todo el mundo, ya que está enfocada a la creación de un PCB.
Tampoco podemos olvidarnos de la Raspberry Pi Zero que se puede comprar en Amazon y se considera la primera versión de este pequeño equipo. Un sistema sencillo, pero que ya era completamente funcional y que resulta muy útil para quien quiera conocer este dispositivo.
Lo más importante que debéis saber antes de comprar una a nivel de usuario es que los modelos 4 Model B y 3 Model A+ son los que debéis elegir, y de entre esos dos, el 4 Model B es el más potente.
¿Para qué vale?
Al tratarse de una placa de tan reducido tamaño, con expansión vía USB o microSD, pero también gracias a los puertos DSI y CSI, el límite está en nuestra imaginación. Podemos convertir la versión oficial Raspberry Pi en cualquier cosa, desde una consola portátil con pantalla incorporada hasta un sistema de videovigilancia, pasando por un disparador remoto para la cámara o un centro de impresión vía Wi-Fi para una impresora antigua.
Podemos crear un servidor web, programar en ella, crear un NAS o como corazón de un hogar conectado. Sin embargo, los usos más frecuentes son como PC, como centro multimedia, como emulador de juegos y como dispositivo sobre el que programar para crear robots.
Los usos, como veis, son prácticamente ilimitados. Ahora bien, ¿qué necesitas para empezar?
¿Qué necesito para empezar?
Realmente, no mucho. Podemos comprar sin problema la Raspberry Pi y empezar a operar con ella. Lo único que necesitamos es una microSD, un teclado y ratón, un cable HDMI y un cable USB-C conectado a cualquier cargador del móvil.
Con algo tan simple como eso, podemos empezar a juguetear con nuestra Raspberry Pi. Sin embargo, en Amazon vemos un montón de cajas y kits para convertir nuestra Raspberry en algo más… funcional.
Las cajas protegen el sistema y, además, estos kits suelen llevar o un ventilador (muy fácil de colocar) o disipador de aluminio para diferentes componentes (para bajar la temperatura en situaciones de estrés). También llevan un adaptador de corriente con un switch para encender y apagar el sistema y una tarjeta de memoria.
Ya veis, podéis empezar a »trabajar» con la placa y lo que tengáis en casa, o podéis elegir un kit para convertir la Raspberry en un miniPC con todas las letras.
¿Puedo usar la Raspberry Pi como un ordenador?
Sí, definitivamente. De hecho, hay muchos sistemas operativos que podemos instalar en nuestra Raspberry Pi. Por menos de 40 euros, podemos tener un miniPC preparado para diferentes tareas.
El sistema operativo oficial es Raspbian, pero también podemos instalar ciertas distros ligeras de Linux (Windows 10, aún no va del todo bien en procesadores ARM). Eso sí, debido a su potencia, lo que podemos hacer con una Raspberry Pi en modo PC es bastante limitado y debemos fijarnos especialmente en la memoria RAM.
Sus posibilidades se limitan a dejarnos navegar, consultar el correo, gestionar documentos… y poco más. Sin embargo, si no necesitáis más, por los 38 euros de la placa oficial de Raspberry Pi y otros tantos de la caja, para hacerla más atractiva, tenéis un PC muy básico, pero muy capaz.
¿Es un centro multimedia?
Utilizar la Raspberry Pi como centro multimedia es otro de los usos más populares de la plataforma. Y es que, tiene la potencia necesaria para reproducir vídeo en alta definición en cualquier formato, y conectarla a la televisión nos permite contar con un completo media center en el que, además, podemos instalar suites como Kodi.
Además de Kodi, podemos instalar otro tipo de reproductores para disfrutar de todo el contenido multimedia en una »Box TV» muy discreta que podemos colocar debajo del televisor y conectarlo a este mediante HDMI.
Además, también podemos hacernos con Plex para Raspberry Pi, creando de este modo un servidor de contenidos para reproducir lo que tengamos en otros equipos o, incluso, en el teléfono móvil. En definitiva, podemos convertir cualquier TV en una SmartTV, pero también una televisión con características avanzadas puede aprovecharse de las funciones de una Raspberry Pi.
A grandes rasgos, esto es todo lo que debes saber antes de comprar una Raspberry Pi, ahora depende de ti el valorar si necesitas una y qué uso le darías.