El teletrabajo y los confinamientos han acentuado la soledad de las personas que viven solas. Nikobo es la propuesta de Panasonic para combatirla.
Japón es uno de los países con mayor índice de solteros y de personas que viven solas del mundo. Y este aislamiento se ha acentuado con todo lo que ha pasado en 2020 (y aún no se ha arreglado). Por eso cada vez vemos más robots de compañía como Nikobo, el robot blando de Panasonic que te ayuda a hacer más llevadero el teletrabajo o los estudios cuando estás solo en casa.
Nikobo es un adorable robot de forma indeterminada, ya que parece un animal similar a un gato, con cola y todo, pero no tiene patas, orejas, o boca. Prácticamente es una bola de lana con ojos y rabo, pero sabe hablar y es muy expresivo.
En este vídeo puedes ver cómo Nikobo interacciona con las personas, gracias a su cámara controlada por un software de inteligencia artificial que es capaz de reconocer personas y objetos:
Como vemos en el vídeo Nikobo es lo que se conoce como un robot blando, un robot recubierto de tela. Como no tiene patas ni ruedas no puede desplazarse, pero sí es capaz de mover el cuerpo hacia los lados y mover la cola.
Sus ojos son dos pantallas que pueden generar distintos gestos según el movimiento y la forma de los propios ojos, y la nariz es una cámara capaz de reconocer personas y objetos.
Gracias al software de inteligencia artificial puede reconocer a su dueño para saludarlo o animarlo, pero también recelar de personas desconocidas, observar con curiosidad nuevos objetos, o ver la tele con su dueño y reaccionar a lo que ocurre.
Nikobo es capaz de responder a preguntas sencillas, pero lo que más le gusta es repetir las frases que pronuncian las personas. También puede hacer comentarios por su cuenta cuando algo le llama la atención.
Ha sido desarrollado por psicólogos y técnicos de la Universidad de Tecnología de Toyohashi, así que está capacitado para reconocer estados de ánimo y hacer compañía a las personas.
Este robot de Panasonic ha superado con éxito la fase de crowdfunding, así que se va a poner a la venta en Japón a un precio de unos 312 euros al cambio, pero tras seis meses habrá que pagar una cuota mensual de unos 8 euros para usarlo.
Si tiene éxito, lo comercializarán en otros mercados.