Ante la crítica con el etiquetado CERO emisiones y ECO en ciertos vehículos, la DGT ya está trabajando en matizar las pautas e incluso en barajar impulsar una nueva etiqueta.
Las etiquetas medioambientales actuales para nuestro vehículo no son infalibles, y no han estado precisamente exentas de críticas, y por ello la Dirección General de Tráfico está trabajando en nuevos cambios para mejorar el etiquetado de las mismas a corto plazo.
Además de los recientes cambios que la Dirección General de Tráfico ha estrenado con la llegada de 2021, también quieren cambiar las etiquetas medioambientales. Como bien sabes, el sistema actual de etiquetado indica cómo de contaminantes son nuestros coches, dando una serie de privilegios a aquellos coches más nuevos y menos contaminantes.
Entre alguno de estos beneficios está en el de descuentos en la zona SER, la posibilidad de circular por determinadas partes de la ciudad no accesibles por otros vehículos contaminantes o bien acceder a ciertas zonas restringidas. Pero el actual etiquetado medioambiental no convence a todo el mundo, dado que la comunidad de usuarios considera que ciertas marcas están aprovechándose de este tipo de etiquetado para lograr ventajas en la venta de sus vehículos.
Actualmente contamos con una clasificación de etiquetas de la DGT que va desde el CERO emisiones, pasando por la ECO, después el tipo C, el tipo B y aquellos que no reciben directamente pegatina. La crítica básicamente ha venido tanto con la CERO emisiones como con la ECO.
Ahora la subdirectora adjunta de vehículos de la DGT, Susana Gómez, ha confirmado recientemente durante el evento Summit 2021 que ya están trabajando en la evolución del etiquetado medioambiental.
La DGT no está trabajando en una renovación absoluta de todo este etiquetado, pero quieren matizar la ya existente, con lo que podríamos ver algunos cambios en las pautas para conceder una serie de etiquetas como la CERO y la ECO.
Según consideran los expertos, aquellos vehículos criticados con etiquetas CERO y ECO podrían ser englobados bajo una nueva clasificación como una hipotética etiqueta D, es decir, afectaría a vehículos de gasolina y diésel con una pequeña motorización especial que les permite ser más limpios. Podrían contar con alguna ventaja de circulación, pero no al nivel de las dos etiquetas mencionadas antes.