El nuevo rover de la NASA con tecnología española llega hoy a la superficie árida de Marte. Su descenso a Tierra promete ser un gran espectáculo en directo.
A las 22 horas (horario peninsular) de la noche, veremos al Perseverance recorrer los últimos metros que le quedan para tocar el polvo rojo de Marte. Una recreación de la NASA muestra el complicado descenso al que se enfrenta la nueva joya tecnológica construida entre varias naciones.
Equipos franceses, italianos y españoles se cuentan entre los creadores del nuevo rover. Nuestros ingenieros han colaborado en la construcción de varios de los instrumentos que hoy comenzarán a operar para estudiar el planeta vecino y buscar vida marciana.
Pero antes de eso, veremos como toda esa tecnología supera un complicando descenso. Como puedes apreciar en el siguiente vídeo, no va a ser una caída placentera. La cápsula debe atravesar la atmósfera a 19.500 km/h, provocando un roce que aumentará la temperatura hasta aproximadamente 2.370 grados Fahrenheit.
Unos minutos más tarde se desplegará el paracaídas y la parte inferior del escudo se desplegará, permitiendo al rover usar un radar para determinar la distancia a la que está del suelo y emplear su tecnología Terrain Relative Navigation para encontrar un lugar de aterrizaje seguro.
Para alcanzar el suelo con cuidado, se usará un jetpack con retrocohetes encargado de reducir la velocidad y volar al lugar de aterrizaje. El rover estará sujeto con correas de nailon mientras vuela por Marte hasta tocar tierra. Una entrada triunfal, sin duda.
“El equipo de Perseverance está dando los toques finales a la compleja coreografía requerida para aterrizar en el cráter Jezero”, ha explicado Jennifer Trosper, subdirectora de proyectos de la misión en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA. «Ningún aterrizaje en Marte está garantizado, pero nos hemos estado preparando una década para poner las ruedas de este rover en la superficie de Marte y ponernos manos a la obra»
El cráter Jezero llegó a ser un gran lago donde terminaba un antiguo rio marciano. Allí se espera encontrar los sedimentos que el río arrastró en su momento. No se trata de dar con organismos vivos, sino de sus restos, para lo que se ha provisto al rover de un gran número de instrumentos como un brazo con herramientas de análisis para detectar trazas de una primitiva actividad biológica.
Entre la tecnología española que porta el Perseverance está MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer) una estación metereológica diseñada por el grupo del Centro de Astrobiología (CAB). su función es medir la dirección y velocidad del viento; la temperatura del suelo y del aire; la humedad relativa y la presión atmosférica o las propiedades del polvo en suspensión, entre otros parámetros.
Las universidades del País Vasco, Valladolid Málaga y Complutense de Madrid, junto a equipos de otras nacionalidades también han colaborado en el sistema de calibración de la Supercam, una cámara, un láser y espectrómetros que buscarán biomarcadores tan pequeños como la punta de un lápiz desde una distancia de más de 7 metros.
Cuando esta noche podamos ver descender al nuevo rover por el cielo de Marte, recordemos el tiempo y dedicación que ha supuesto preparar toda esa tecnología para que nada falle.