Es uno de los «santos griales» de la ciencia: curar la calvicie. Parece que estamos un poco más cerca, tras el descubrimiento llevado a cabo por un equipo de investigación japonés.
Los científicos llevan siglos detrás de una cura para la calvicie. Ya hay tratamientos eficaces pero que no todo el mundo se atreve a llevar a cabo, como es el transplante de pelo. Pero la clave podría estar en un nuevo tratamiento con células madre.
El cabello pasa por varias fases a lo largo de su ciclo de vida. La fase Anágena es la más larga, ya que puede durar hasta siete años. Aquí es donde el pelo crece una media de 1 centímetro al mes, si está sano.
En la fase Catágena la raíz del cabello se separa de la papila (el bulbo). En la Telógena, que puede durar 4 meses, la papila está inactiva. Finalmente tiene lugar la fase de Recrecimiento, volviendo a salir otro cabello que expulsa al anterior.
Algunos tipos de calvicie se producen porque la papila no genera otro cabello durante el Recrecimiento, o el bulbo piloso se muere, o es muy débil.
Según explica New Atlas, una de las líneas de investigación actuales consiste en manipular las células madre de la piel de la cabeza, para que vuelvan a generar pelo. Es un método que se conoce con el nombre de HFSC (Recolección de células madre epiteliales residentes en el folículo piloso).
El problema es que aunque un tratamiento con HFSC puede regenerar el cabello, en muchos casos solo consigue que se regenere por un único ciclo, que puede durar entre 1 y 7 años, pero nada más.
Hasta ahora se sabía que existen dos biomarcadores llamados CD34 y CD49f que, si están presentes en las células madre, hay posibilidades de que el cabello se regenere.
Sin embargo, un grupo de investigadores japoneses del Centro RIKEN ha descubierto un tercer biomarcador que han llamado Itgβ5. Identifica, con un 80% de acierto, las células madre que pueden regenerar el cabello con un mínimo de 3 ciclos, lo que podría suponer un crecimiento contínuo de hasta 20 años.
Estos investigadores ha creado un compuesto de colágeno que han llamado NFFSE, en donde han añadido el biomarcador Itgβ5 a las células madre mediante bioingeniería. Con ese cultivo, el 81% de los bulbos pilosos regenerados crecieron durante un mínimo de 3 ciclos.
Es un estudio que ha llevado 10 años, pero aseguran que ya han completado con éxito las pruebas con animales. El año pasado iban a comenzar con las pruebas en humanos, pero la pandemia les quitó el presupuesto.
Ahora están buscando patrocinadores privados para completar las pruebas. Si lo consiguen este nuevo y milagroso crecepelo podría estar en el mercado en apenas un par de años.