Tras haber probado los chips más potentes para estos primeros meses como el Exynos 2100 de Samsung –análisis del Galaxy S21 Ultra-, el A14 de Apple –análisis del iPhone 12 Pro Max– y el Kirin 9000 de Huawei –análisis del Mate 40 Pro-, teníamos muchas ganas de tener entre manos el Snapdragon 888.
Por segundo año consecutivo, es Xiaomi el que trae a nuestro territorio el primer móvil con la última generación de Qualcomm y, en este caso, es un móvil de gama alta, con todas las letras, que viene para que nos hagamos la pregunta de… ¿vale la pena pagar más de 1.000 euros por estas características? De hecho, es algo que nos preguntamos en las impresiones de hace unos días.
Bueno, siendo justos, hay un par de detalles que le faltan al Mi 11 para ser un móvil premium (como ese telefoto que sí tendrá el Mi 11 Ultra, por ejemplo), pero está claro que armas no le faltan y en este análisis del Xiaomi Mi 11 os contamos qué nos ha parecido lo último de la compañía china.
Os dejamos el videoanálisis a continuación, así como la ficha de características de nuestro modelo, que es el que cuenta con 8 GB de memoria RAM (y, sinceramente, no echamos de menos los 12 GB del modelo superior).
Xiaomi Mi 11 | |
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Pantalla | Panel de 6,81″ | Pantalla AMOLED | Refresco de 120 Hz | Resolución QHD+ | 3.200 x 1.440 píxeles | 515 píxeles por pulgada | Gorilla Glass Victus |
Procesador | Snapdragon 888 |
Memoria RAM | 8 GB |
Almacenamiento | 128 GB | No ampliable mediante microSD |
Cámaras principales | Principal de 108 megapíxeles f/1.9 OIS | Gran angular de 13 Mpx f/2.4 | Macro de 5 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 20 Mpx | f/2.2 | 27 mm equivalente | Sensor de 1/3,4″ | Píxel de 0,8 µm |
Batería | 4.600 mAh | Carga de 55 W | Carga inalámbrica de 50 W | Carga inalámbrica inversa de 10 W |
Sistema operativo | Android 11 + MIUI 12.0.2 |
Dimensiones y peso | 164,3 x 74,6 x 8,1 mm | 196 gramos |
Precio | 749 euros |
Análisis del Xiaomi Mi 11 por apartados:
Premium por los cuatro costados con una cámara que es la seña de identidad
En una época en la que prácticamente todos los móviles son iguales, me alegra ver diseños diferentes, aunque sea ligeramente. Xiaomi ha tirado de diseñadores para crear un terminal que por delante quizá es igual que muchos otros de gama alta, pero por detrás tiene una identidad propia.
Gustarán más o menos los módulos de cámara del iPhone o del Galaxy S21, pero lo cierto es que tienen… eso, identidad, ya que no hay unos módulos iguales. Es, precisamente, lo que hace que el Mi 11 destaque a nivel de diseño.
Vamos a empezar por la trasera, una trasera de cristal que cuenta con un acabado mate que, en mi caso, me resulta más placentero al tacto que el cristal pulido y brillante. Las huellas también tardan algo más en aparecer, pero, al menos en el de color gris, también cuesta más que se vayan al pasar un trapito.
La paleta de colores, por cierto, es bastante amplia con un par de tonos azulados, el oro, el violeta, el blanco y el nuestro. Tenemos el logo de Xiaomi en la parte inferior con el indicativo del 5G y, en la parte superior, un enorme módulo de cámara.
Es cuadrado, cuenta con un acabado muy bonito y los tres sensores están diferenciados, mención especial a un sensor principal que tiene un embellecedor alrededor y que, además, sobresale respecto al resto del módulo de cámara, y ya es decir.
Xiaomi ha metido una funda típica de silicona en la caja y sí, el módulo de cámara sobresale aun con la fundita. Tened esto en cuenta.
Los laterales de la trasera están curvados y se funden con un marco de aluminio pulido muy elegante y que encaja muy bien en mano. Es un móvil cómodo y, realmente, sus dimensiones dan a entender que es más pesado de lo que realmente es. No dejan de ser 196 gramos, pero en mano se sienten muy bien.
En el lateral derecho tenemos la botonera, con un botón de bloqueo que cuenta con un acabado estriado. El lateral izquierdo está totalmente limpio.
En la parte superior tenemos un micrófono, un emisor de infrarrojos y tres orificios que permiten que el sonido que emite el auricular de llamadas se amplifique. Este auricular funciona como segundo altavoz y es una solución de Xiaomi que ya vimos en el Poco M3. Al lado de esos orificios tenemos la serigrafía de Harman/Kardon, quienes tienen un ajuste especial de audio por software.
En la parte inferior tenemos otro altavoz, la ranura para la microSIM 5G que no acepta microSD para ampliar el almacenamiento, otro micrófono y el USB Tipo-C que está especialmente asimétrico aunque, claro está, esto es solo estética.
En el frontal tenemos el orificio para la cámara en la esquina superior derecha y una pantalla protegida por Gorilla Glass Victus, algo que vimos en el S21 y en el Note 20 Ultra. La trasera está protegida por Gorilla Glass 5.
Hablando de protección, no tenemos IP68 de forma oficial, pero la ranura de la SIM, que es lo que mejor podemos comprobar, tiene exactamente a misma protección de goma que la de los Samsung Galaxy S21, por lo que la SIM, al menos, está protegida.
En la Champions con AMOLED de 120 Hz, QHD+ y sonido de Harman/Kardon
Vamos con la pantalla, ya que es uno de los componentes estrella de este Mi 11. Xiaomi nos ha acostumbrado estas últimas generaciones a buenos paneles, la mayoría firmados por Samsung, y lo cierto es que los chinos también deben dar gracias a los surcoreanos por este tremendo panel.
Se trata de una pantalla de 6,81″, que se dice pronto, que ocupa el 91,4% del frontal. Es uno de los frontales más aprovechados en un móvil gracias tanto a la parte superior, que no llega a los 3 milímetros, como a una barbilla de 3 milímetros y a los laterales en los que la pantalla se curva.
La sensación es muy premium, y ese sentimiento aumenta en cuanto encendemos el panel. Se trata de un AMOLED con una resolución de 3.200 x 1.440 píxeles. Es una resolución QHD+ que en el tamaño del panel nos deja una densidad de 515 píxeles por pulgada, una auténtica barbaridad que hace que los píxeles sean indistinguibles a simple vista.
Esa resolución está acompañada por una rica paleta de colores y la posibilidad de reproducir contenido HDR10+ y, como podéis imaginar, la reproducción es fantástica. Los ángulos de visión son óptimos, el brillo es muy elevado, los colores brillan con luz propia y es de las mejores pantallas que hemos tenido para, precisamente, ver series y películas HDR.Ahora bien, también es de lo mejorcito para jugar. Y es que, tiene una frecuencia adaptativa de 120 Hz que puede ser aprovechada por algunos juegos compatibles, así como por el sistema.
Podemos elegir que el panel vaya a 60 Hz en todo momento, pero también tenemos esa frecuencia adaptativa que hace que el panel se ponga a 30 Hz, 60 Hz o 120 Hz dependiendo del contenido que se esté reproduciendo y, la verdad, nos parece un ajuste muy bueno.
En Fortnite va a 30 Hz, en CoD Online a 60 Hz y en el sistema, apps y en juegos compatibles sube hasta los 120 Hz. Así no se fuerza el panel a ir siempre a 120 Hz (lo que podría ocasionar algunos problemas de reproducción) y se ahorra algo de batería.
Tenemos, como es habitual en Xiaomi, muchísimos ajustes de color y también algunos modos de «mejora», entre comillas, de imagen gracias a la inteligencia artificial.
Los tengo desactivados porque, en mi opinión, hacen que la imagen sea muy artificial, pero esto va en gustos y tenéis un modo que escala la resolución de la fuente a una cercana a la nativa, un modo que interpola fps en los vídeos, otro que mejora el contraste y el HDR de la imagen y otro que identifica objetos para mejorar parámetros al vuelo.
No es algo que me guste, pero repito, eso depende de cada usuario. Cómo no, también tenemos el típico modo oscuro (que en MIUI funciona muy bien), el modo lectura, un modo antiparpadeo y otros ajustes como el de la pantalla siempre activa y sus enormes posibilidades de personalización.
Sobre el brillo, Xiaomi asegura que tiene un máximo de 1.500 nits y, como hacemos siempre con los móviles de esta gama, hemos sacado nuestras herramientas para realizar la medición.
Tenemos un brillo elevado que, además, es muy consistente con una media de 1.573 Lux con una desviación de 12,4 Lux, algo muy contenido teniendo en cuenta el alto brillo del que estamos hablando.
De cara a consumir contenido es importante tanto la pantalla como un buen sistema de audio. Xiaomi nos está acostumbrando a sonido estéreo incluso en sus móviles más básicos (como el Poco M3, curiosamente), y es algo que no puede faltar en un gama alta.
En este caso, tenemos un altavoz inferior dedicado y un altavoz superior que tiene ‘truco’. Y es que, Xiaomi aprovecha el auricular de llamadas como segundo altavoz, pero, como hicieron en el M3, han perforado parte del lateral superior para que el sonido también ‘escape’ por ahí y suene menos encapsulado.
Es algo que funciona realmente bien, pero al final no son dos altavoces dedicados y nos encontramos la típica situación en la que el principal -el inferior- tiene más potencia que el secundario.
Aun así, tenemos un buen sistema de audio que ofrece un sonido envolvente de calidad, aunque hay un par de ‘peros’ que tengo en este modelo. El primero es la potencia, ya que aunque no está mal para una situación como una ducha teniendo el móvil como reproductor, lo cierto es que si subimos el volumen por encima del 85%, los altavoces empiezan a sufrir.
El segundo es que le falta un pequeño empujón al apartado de los graves, pero para jugar, ver vídeos y series, es un muy buen apartado sonoro al que le falta un pelín para llegar a la gama premium.
ttps://www.dailymotion.com/video/x7zfbvg
Por software tenemos varios ajustes, y es algo que que Xiaomi trabaja realmente bien. Además de diferentes ecualizaciones establecidas (inteligente, música, voz y vídeo) y el ecualizador de los auriculares si los tenemos conectados, tenemos un modo que nos permite controlar el nivel de volumen de varias aplicaciones simultáneas que reproducen audio y diferentes opciones de accesibilidad.
Y, por último, el logo de Harman/Kardon están puesto ahí por una razón, ya que tenemos un modo especial firmado por la reputada marca de audio que… bueno, mejora un poco el problema de los graves porque expande los medios, pero realmente no ofrece mucho más. Se escucha mejor y conviene tenerlo activado, pero poco más.
Algo muy curioso es que tiene un modo de limpieza de altavoces que reproduce sonidos a diferentes frecuencias durante 30 segundos para eliminar el polvo o posible agua que se haya quedado atrapada. Es algo que hemos visto en los smartwatches y que oye, mejor que esté a que no.
El Snapdragon 888 puede con todo, aunque ojo con la temperatura
Si la pantalla es impresionante, el corazón no lo es menos. Tenemos el Snapdragon 888 del que os hablamos con detalle en las primeras impresiones y que nos ha seguido apasionando el resto de días que hemos probado el terminal para el análisis. Eso sí, hay algo que no nos ha gustado demasiado.
Pero vamos a empezar por los números. Se trata de un SoC fabricado en 5 nanómetros que cuenta con ocho núcleos. Todos son Kryo 680, pero los núcleos van a distintas frecuencias. Uno de ellos va a 2,84 GHz, otros tres a 2,42 GHz y cuatro a 1,8 GHz.
La Adreno 660 es la GPU del equipo y ya os podemos decir que es una auténtica bestia y lo que distingue al Mi 11 de otros SoC modernos como el Kirin 9000 o el Exynos 2100. Estos han mejorado mucho en materia de CPU, pero en lo que a GPU se refiere siguen estando lejos.
Sobre la RAM, hay dos versiones: una de 12 GB y otra de 8 GB. Nosotros tenemos la de 8 GB y, sinceramente, no he echado en falta esos cuatro GB extra en ningún momento porque para la multitarea ‘sobra’ con 8 GB actualmente (gracias, eso sí, tanto al UFS 3.1 como al SD 888).
Os dejamos los test sintéticos del terminal:
Xiaomi Mi 11 | Samsung Galaxy S21 | Samsung Galaxy S21+ 5G | Asus ROG Phone 3 | iPhone 12 Pro | HuaweiMate 40 Pro | |
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Procesador | RAM | SD 888 | 8 GB | Exynos 2100 | 8 GB | Exynos 2100 | 8 GB | SD 865+ | 12 GB | Apple A14 | Kirin 9000 |
Geekbench 4 Single | 5.081 | 4.801 | 4,835 | 4.554 | – | 4.626 |
Geekbench 4 Multi | 14.929 | 14.276 | 13,938 | 13.354 | – | 13.863 |
Geekbench 5 Single | 1.136 | 1.091 | 1060 | 991 | – | 948 |
Geekbench 5 Multi | 3.648 | 3.467 | 3.316 | 3.355 | – | 3.329 |
3D Mark Sling Shot Extreme | Demasiado alta | 8.144 | 8.094 | 7.851 | – | 6.353 |
Wild Life Unlimited | 5.776 | 34,6 fps | 5.939 | 35.60 fps | 5.595 | 33.50 fps | 4.147 | 24,80 fps | 8.815 | 52 fps | 6.117 | 36 fps |
AnTuTu | 705.986 | 651.124 | 634.434 | 646.812 | 593.073 | 614.789 |
PC Mark | 13.216 | 14.395 | 14.834 | 14.377 | – | 9.093 |
Siempre os decimos lo mismo, pero no deja de ser menos cierto: estos test nos dan una idea de dónde están los procesadores actuales y nos permiten comparar potencia bruta entre chips, así como la optimización del sistema.
Estos números también nos quieren decir que no vamos a tener ningún tipo de problema con el SD 888, ya que puede con cualquier aplicación que le echemos. En mi caso, con la resolución máxima activada y la frecuencia adaptativa de 120 Hz, he tenido una experiencia fantástica en todas las tareas.
He jugado a juegos exigentes perfectamente, en las apps de redes sociales, evidentemente, todo va como la seda y trabajando con Photoshop Express, editando algo de vídeo básico con la app integrada o exportando fotos RAW en Snapseed, la velocidad ha sido máxima.
Esto es gracias tanto al SD 888 como a la memoria UFS 3.1. Se trata de una de las últimas versiones de la tecnología que cuenta con una muy buena velocidad tanto de escritura como de lectura.
Xiaomi Mi 11 | Samsung Galaxy S21 5G | Samsung Galaxy S21+ 5G | Asus ROG Phone 3 | Samsung Galaxy S20 + | Huawei P40 Pro+ | |
---|---|---|---|---|---|---|
Escritura secuencial | 504,46 MB/s | 390,92 MB/s | 377,20 MB/s | 500,96 MB/s | 164,28 MB/s | 621,16 MB/s |
Lectura secuencial | 1,20 GB/s | 745,15 MB/s | 930,71 MB/s | 1,36 GB/s | 631,44 MB/s | 1,61 GB/s |
Escritura aleatoria | 32,32 MB/s | 37,54 MB/s | 37,42 MB/s | 26,76 MB/s | 23,28 MB/s | 42,31 MB/s |
Lectura aleatoria | 34,48 MB/s | 15 MB/s | 16,68 MB/s | 19,10 MB/s | 18,26 MB/s | 26,20 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 12,14 GB/s | 8,84 GB/s | 8,92 GB/s | 10,65 GB/s | 15,09 GB/s | 6,09 GB/s |
La multitarea funciona de manera perfecta y, como digo, es uno de los móviles que más sensación de velocidad (por esa conjunción de hardware interno y pantalla a 120 Hz) que he tenido entre manos.
Eso sí, en las primeras impresiones os contamos que el terminal no se calentaba en exceso, pero fue porque no habíamos jugado a Fortnite o a Genshin Impact lo suficiente. De hecho, es de los móviles recientes que más calor desprenden al jugar.
No es un problema en el sentido de que, incluso con sesiones de una hora de juego, el terminal no ha rebajado el rendimiento para evitar fallos térmicos, pero se nota que la Adreno 660 está trabajando de manera intensiva y la autonomía bajó en ese periodo a un ritmo alarmante.
Como podemos ver en el vídeo de Jerry Rig Everything, Xiaomi ha prestado atención a la disipación con la cámara de vapor y varias piezas de cobre para disipar el calor, pero, aun así, el terminal se calienta tanto en la parte trasera como en la pantalla al jugar a esos dos juegos en concreto.
Con otros títulos se nota un leve calor en la parte trasera, pero nada alarmante. Huelga decir que si no vais a jugar, este problema os da igual porque no lo vais a sufrir en el día a día.
MIUI sigue avanzando y vuela en el Mi 11
Que el móvil sea de los más rápidos, si no el que más, que he tenido es «culpa» tanto de la pantalla como del hardware y, claro está, del software. MIUI 12.0.2 es la versión que llega instalada en el dispositivo y lo cierto es que necesitaríamos un análisis solo del sistema para poder hablar de él en profundidad.
Xiaomi cada vez añade más y más opciones a su capa de personalización que, bien por esto, corre sobre Android 11. En la presentación del Mi 11, Xiaomi aprovechó para presentar su nueva capa MIUI 12.5, pero como digo, esa versión no es la que tenemos entre manos.
En ella, Xiaomi va a limitar las apps preinstaladas y dará más opciones para eliminar las apps de sistema que queramos (aunque no todas), pero de momento, tenemos una versión que ya hemos visto en otros móviles recientes de la compañía china.
Vamos a quitarnos el melón de las apps preinstaladas ya que estamos hablando de eso porque, más allá de la brújula, dos gestores de archivos, las apps de Google y alguna más propia de Xiaomi, tenemos TikTok, una app que puede que no uséis nunca como Mi Remote, Netflix, Facebook, un par de juegos, Agoda y la app de Amazon y eBay. Me parece mucho bloatware, pero esas apps de terceros las vais a poder desinstalar.
Ahora bien, si pasamos a lo positivo, tenemos una capa que cuenta con decenas de posibilidades de personalización. Prácticamente cualquier parámetro que queramos modificar, lo vamos a poder modificar.
Tenemos Google Discover, una velocidad apabullante, opción de cajón de apps o no, opción para tener notificaciones y barra de notificación separadas o juntas (como es habitual en Android) y un montón de ajustes de sonido, pantalla, batería, notificaciones…
Hay opciones como un modo juego que limita notificaciones y nos permite optimizar el sistema para que juegos exigentes vayan mejor (aunque el SD 888 no necesita esa ayuda), tenemos ventanas flotantes y notificaciones en burbuja, contamos con el toque trasero (dos toques o tres toques) para que, como en los iPhone, podamos abrir apps dando tres toquecitos.
Tras más de semana y media probando el dispositivo, no hay día en el que no sigamos encontrando opciones nuevas que, a lo mejor, no nos interesan, pero están ahí. Y lo mejor es que parece que el sistema no se resiente por ello. No noto que sea una capa tan pesada como OneUI en Samsung, por ejemplo.
Sobre los sistemas biométricos, tenemos el sistema clásico de Android de foto de Google que es rápido, pero necesita luz para que funcione. En ese sentido, quizás los fabricantes Android deberían empezar a implementar sistemas IR en estas gamas, como ha hecho Apple en el 12 Mini o Huawei en su Mate 40 Pro. O un sistema como el del Reno 4Z –análisis-, que funciona realmente bien.
El desbloqueo por huella sí funciona muy, muy bien. Es un sistema óptico, por lo que si lo usáis de noche, cuidado con los ojos, pero el área de activación no es muy estricta y es bastante rápido. Tengo los superfondos activados y eso ralentiza un poco el proceso de desbloqueo, pero la animación tan chula de esos fondos (ojalá hubiera más), compensa.
108 megapíxeles para aumentar a lo bestia, pero echamos de menos el telefoto
El apartado fotográfico es de los más importantes para muchos usuarios de cara a cambiar de móvil y Xiaomi, la verdad, lleva años ofreciendo un muy buen resultado en los diferentes segmentos de precio.
Esto lo consigue gracias no solo a ópticas de calidad, sino a un procesado que no lo ha hecho mal en todo este tiempo. Antes de hablar, y de mostrar, ejemplos fotográficos, vamos a comentar algo sobre la app.
Lo primero que debo decir es que es una aplicación muy estable. Ya la conocíamos por los últimos gama alta de la compañía china, pero el resultado sigue siendo muy bueno.
Tenemos un carrusel de opciones y fácil acceso a la configuración, diferentes cámaras y modos, aunque hay algo que no me gusta. Y es que, hay tantísimas opciones creativas, así como el macro y los 108 megapíxeles, que Xiaomi parece no saber dónde meterlas y, por ejemplo el macro está en un lado y el modo de 108 megapíxeles en otro cuando lo normal sería que estuvieran juntos.
Esto es algo personal, pero bueno, al final no seré yo el que se queje de opciones a nivel fotográfico cuando, precisamente, me parece uno de los mejores puntos de las cámaras de Android y, en particular, de Xiaomi.
Hay ocasiones en las que el procesado de la foto se pasa de rosca, saturando mucho la escena y contrastando unos puntos por encima de lo que debería. Si las fotos las veis en una pantalla que no sea la del móvil, notaréis que tienen mucha ‘pegada’, pero no es algo muy diferente a lo que hace Huawei o Samsung.
Sin embargo, si las veis desde el móvil con las opciones de mejora de imagen por IA de la pantalla, os encontraréis que no os gustará ninguna de las fotos que hacéis porque a esa saturación y contraste que aplica el procesado de la cámara se suma un segundo procesado que afea, bastante, la foto. Eso es algo que debéis tener en cuenta y un motivo más para quitar esas «mejoras» de la pantalla.
Dicho esto, vamos con las fotografías. Os recordamos que, como siempre, tenéis los archivos originales sin modificar (tal cual salen del móvil) en este enlace.
Vamos a hablar de los diferentes sensores y de las fotografías que podemos obtener… y lo cierto es que en este caso, mi opinión no ha variado ni un ápice desde las primeras impresiones, ya que fue uno de los puntos en los que más me detuve a la hora de probar el móvil esos primeros días.
El principal es un sensor de 108 megapíxeles de Samsung (hay mucho Samsung en este móvil) y cuenta con un tamaño de 1/1,33″ con un píxel de 0,8 μm. Está estabilizado ópticamente y vamos a poder tirar a 108 megapíxeles, evidentemente.
En exteriores, lo cierto es que disparar a 108 megapíxeles cuando son escenas en las que las sombras no son demasiado acusadas es un placer porque podemos hacer un recorte espectacular y ver detalles que solo podríamos ver en un telefoto.
¿Sustituye esto a un telefoto? Bien, aunque la marca asegura que sí, lo cierto es que no. Sigue siendo un recorte y no la imagen nativa que da un telefoto que cuenta con un prisma y unas lentes dedicadas en exclusiva a realizar ese aumento. Es, sin embargo, un buen ‘apaño’ porque en condiciones de buena luz sí vamos a tener un resultado muy cercano al de algunos objetivos telefoto. Por la tarde o en interiores, la cosa cambia.
Sin embargo, con la técnica del pixel binning, el modo automático ofrece fotos a 27 megapíxeles porque une cuatro píxeles para formar uno más grande que permite capturar más luz con menos ruido y, así, mejorar el rango dinámico de la imagen.
He disparado mucho, muchísimo con el Mi 11 estos días y lo cierto es que me encanta la fotografía que sale de la cámara. Me suele gustar dar un toque de procesado extra para subirlas a redes sociales, pero los colores vivos que deja, realmente, me han gustado… y todo lo que he ido subiendo está sin filtro. Son imágenes atractivas que saben levantar bien las sombras y que llaman la atención.
Es capaz de capturar bien el rango dinámico y os aconsejo dejar el HDR en automático, pero hay algo que no me ha gustado del todo. El enfoque permite acercarse bastante, pero también difumina muchísimo no solo el fondo, sino partes que, a lo mejor, queremos capturar con un enfoque cercano. Y el problema es que el foto manual (apuntando con el dedo) no funciona lo bien que debería.
No dejan de ser fotos interesantes y «artísticas» por ese desenfoque excesivo, pero a veces no es lo que buscamos.
El problema de tener un sensor de 108 megapíxeles con un tamaño del píxel tan pequeño es que, por muy grande que sea el sensor, que lo es, y por mucho pixel binning que apliques, en interior y de noche el ruido aparece enseguida.
Las fotos de interior siguen siendo imágenes usables, pero si ampliamos mínimamente empezamos a ver el ruido con claridad, algo que no ocurre de igual manera en sensores con 12 megapíxeles, por ejemplo, y un tamaño de píxel más grande.
Aun así, como digo, siguen siendo imágenes atractivas gracias a un buen procesado y a unos colores potentes.
De noche es cuando más baja la cosa. Tanto el modo noche como el automático ofrecen un procesado muy similar, aunque el modo noche aumenta un poco más las zonas más oscuras. Hay mucho ruido y, aunque las vamos a poder usar, no es lo óptimo debido a que en cuanto haya una luz cálida en la escena, todo toma ese tono amarillento que, personalmente, no me gusta.
Se puede arreglar mediante apps, pero no es el mejor modo noche en su rango de precio.
El gran angular es un poco como las fotos nocturnas. Se trata de un sensor de 13 megapíxeles con apertura f/2.4 y un angular de 123 grados. El problema de esta cámara es que el sensor es pequeño y las imágenes, con buena luz, están en la línea de lo esperado, pero no ‘brillan’ como deberían.
Se realiza un correcto ajuste para que las líneas no salgan demasiado deformadas y los colores siguen la estela del procesado de las fotos con el principal, pero es un gran angular que usarás en contadas ocasiones.
Y llegamos a la tercera, y última, cámara trasera del Mi 11, el macro. Generalmente los macro no me gustan porque tienen 2 megapíxeles, son sensores minúsculos y el enfoque es prácticamente imposible, pero aquí, con buena luz, podemos conseguir resultados interesantes.
Ya os avisamos de que el ruido es notable, pero este telemacro es, básicamente, un objetivo tele que realiza una aplicación con un enfoque muy cercano, de 10 centímetros como máximo. En interiores no funciona demasiado bien porque necesitamos mucha luz para compensar el minúsculo sensor de 1/5″ y la no estabilización, pero con luz… la verdad es que me ha gustado.
Tener un objetivo macro en casa es complejo porque enseguida comparas el macro de un móvil con el de 1.100 euros de una mirrorles, pero teniendo en cuenta la inmensa mayoría de macros que montan los móviles, este es de los buenos.
En el frontal tenemos una cámara de 20 megapíxeles con apertura f/2.2 y un sensor de 1/3,4″. Nos deja obtener resultados interesantes con un buen tono de piel.
Y si nos vamos al vídeo, tenemos grandes números, pero un resultado que no se corresponde con lo que el móvil puede ofrecer. Me explico. Podemos grabar en HDR10+, que me parece una absoluta pasada, a una resolución de 4K60 con una muy buena estabilización o en 1.080p con una estabilización superior.
Entre los dos modos, teniendo en cuenta lo bien que está estabilizado el sensor, prefiero grabar a 4K60. Los resultados son muy buenos siempre que no estéis pasando en zonas de claroscuros, ya que el procesasdo subexpone con facilidad y las imágenes pueden quedar muy oscuras.
Esto es algo que, estoy convencido, arreglarán con una futura actualización o con MIUI 12.5, pero de momento… es lo que hay.
ttps://www.dailymotion.com/video/k5Er1fPafDWoXIwFDeN
ttps://www.dailymotion.com/video/x7z9w8v
También podemos grabar a 8K30 y, aunque es una mejora respecto a los 8K24 de los demás móviles del mercado (los que pueden grabar a 8K, claro), tenemos unas zonas subexpuestas más acentuadas aún y una estabilización que brilla por su ausencia.
Para tomas estáticas en 8K, eso sí, es espectacular, ya que el móvil nos permite realizar un zoom en el propio vídeo y los detalles que captura son espectaculares, aunque para el día a día… prefiero 4K60.
ttps://www.dailymotion.com/video/x7z9w8w
Algo muy bueno que tienen estos móviles es que ya podemos grabar planos como si de una cámara se tratara. Todos los vídeos que estáis viendo en este análisis del Xiaomi Mi 11 están capturados con un móvil, de hecho.
Y eso es porque el enfoque ha mejorado una barbaridad en los teléfonos. El enfoque del Mi 11 es muy, muy rápido pese a no tener un sensor láser y la verdad es que funciona realmente bien. Ahora bien, es menos suave que el de un Galaxy S21 o el del iPhone 12. Mucho más inmediato, sí, pero también algo menos estético entre transiciones.
Os dejo una prueba de la velocidad de enfoque y de cómo sigue a un objeto:
Estamos, en definitiva, ante un apartado fotográfico muy versátil que no ofrece telefoto, pero sí un parche como el aumento de los 108 megapíxeles. El gran angular es la cámara que pasa más desapercibida de las tres, en mi opinión, pero en términos generales, me han gustado mucho los resultados.
Lo bueno es que hay margen de mejora con una actualización para el procesado del vídeo a 4K, por lo que eso es fácil de solucionar.
Un día de uso intensivo con una carga espectacular
Una de cal y una de arena cuando hablamos de la batería del Mi 11. Tenemos una batería de 4.600 mAh que contrasta con lo que Xiaomi introdujo en terminales de alta gama en 2020, con 5.000 mAh. Vale que tiene un SoC de 5 nanómetros, pero ya hemos visto que la Adreno 660 es exigente y la pantalla con 120 Hz y QHD+ consume lo suyo.
En las primeras impresiones os dijimos que tuvimos unas 7 horas de pantalla, pero en el día a día durante esta semana y media, la media ha bajado a unas 6 horas y 15 minutos con todo eso activado, con el brillo automático y con Bluetooth junto al Mi Watch -análisis- y auriculares.
Haciendo la prueba y manteniendo los 120 Hz, pero bajando la resolución, he rozado las 7 horas, pero me sigue pareciendo una autonomía lejos de lo que debería tener un móvil de esta gama. En los test sintéticos hemos tenido un resultado de 8 horas y 17 minutos con el brillo al 100%.
Ahora bien, si por lo que sea llegáis muy apurados al final del día, aunque vais a tener unas 18 horas de autonomía total, siempre podéis sacar partido al cargador incluido.
Xiaomi ha metido en la caja un cargador de 55 W y, encima, de los buenos. Se trata de un cargador construido con nitruro de galio que, básicamente, es más pequeño, más potente y más eficiente que un cargador tradicional con la misma potencia.
Se calienta menos, lo que también es una buena noticia porque es un reflejo de esa efectividad y menor pérdida energética y nos permite una carga -medida segundo a segundo- del 50% en 13 minutos y del 100% en 48 minutos.
En total estos días hemos tenido que la media es de unos 15 minutos para llegar al 50% y de entre 45 y 50 minutos para llenar la batería de dos celdas. Enchufar un momento el móvil a este cargador nos va a permitir llegar, sin problemas, al final del día, y esa es una muy buena noticia.
Pero no acaba aquí lo bueno, ya que también cuenta con una carga inalámbrica de 50 W, logrando casi la paridad con la carga con cable, algo impresionante que hemos visto pocas veces, y tiene una carga inversa de 10 W para cargar relojes inteligentes y auriculares (u otros móviles, si queremos), siendo una de las cargas inversas más potentes.
Así, tenemos una autonomía que no brilla, pero una carga que compensa, en cierto modo, esos 4.600 mAh.
5G, NFC y BT 5.2, no podemos pedir nada más
En el apartado de conectividad inalámbrica, ciertamente el Mi1 1 llega armado hasta los dientes. Ya hemos comentado que tiene una de las cargas inversas más rápidas del mercado, pero además no echamos en falta la conectividad «de consumo» como el 5G o el Bluetooth 5.2.
Cuanto más avanzada la versión de Bluetooth, por lo general, menor consumo y más eficiencia a la hora de transmitir datos, ya que la latencia baja y, cuanto más baja la latencia, menos diferencia entre lo que vemos en pantalla y lo que llega a nuestros auriculares (siempre que sean, también, Bluetooth 5.1 o 5.2, claro).
El terminal es compatible con Wi-Fi 6 que, bueno, no está demasiado extendido, pero es algo que no puede faltar en un móvil de esta gama y, además, tiene 5G. Esto es obvio porque Xiaomi es de las que más apuesta por esta tecnología y su nuevo gama alta la lleva, pero además es un 5G ‘bueno’.
Es compatible tanto con la red NSA evidentemente, como con la SA y cuenta con DualSIM 5G. Eso sí, aunque no os vamos a descubrir ahora las bondades de la red 5G, lo cierto es que en España aún estamos en pañales en lo que a velocidad se refiere y lo que obtenemos es, en el mejor de los casos, una velocidad un poco superior a la 4G ya que muchos estamos bajo redes NSA.
Para redondear, tiene NFC para pagos móviles y conexión fácil con otros dispositivos. Y sí, en la parte superior tenemos el clásico puerto infrarrojo que solo Xiaomi y Huawei siguen apoyando a cara descubierta y que puede sacarnos de un apuro en ciertas situaciones.
Opinión del Xiaomi Mi 11: el primer matagigantes de 2021 ya está aquí
El año pasado Xiaomi se desmarcó de esa imagen de marca a la que parecía condenada. Los usuarios esperaban cada año un móvil como el Pocophone que, por menos de 500 euros, trajera características como un procesador último modelo.
Al final, por ese precio es lo que puedes permitirte, un procesador TOP acompañado de otros elementos que, simplemente, cumplen. La Xiaomi de ahora ofrece móviles que siguen manteniendo esa gran relación calidad/precio, pero tiene otros modelos que buscan competir de tú a tú con los grandes de la telefonía.
El Mi 11 está en la categoría más alta en muchos puntos como la carga de batería, la excepcional pantalla o la potencia del procesador de Qualcomm y cumple con lo esperado en diseño y rendimiento de cámaras.
Hay algunos apartados que mejorar, como un telefoto de verdad en lugar del ‘parche’ de los 108 megapíxeles, una batería de más capacidad, unos altavoces más potentes y un calentamiento que me parece excesivo en juegos más exigentes, pero la velocidad del terminal es apabullante y muchísimos usuarios no tendrán que irse a móviles de 1.000 euros para tener esa conjunción de diseño, pantalla QHD+ y un procesador a la última.
Y viendo lo que nos ofrece el Mi 11, tenemos muchísimas ganas de ver dónde deja el listón fotográfico y de autonomía el Mi 11 Pro, Ultra, Super o como termine llamándose el móvil premium de Xiaomi. Eso sí, a ese no lo esperamos por menos de los 1.000 euros de rigor.