Razer Kiyo Pro, toma de contacto y primeras impresiones de la Webcam 1.080p60 y HDR | Tecnología

Han pasado tres años y medio desde que Razer lanzara al mercado su Razer Kiyo, una webcam que llamó mucho la atención por incorporar un anillo de luz que mejoraba la respuesta de la videocámara en entornos de baja luz al ser capaz de proporcionar ese ‘foco’ muy útil tanto para streamers como para productividad.

La cámara, como prácticamente todo lo de la compañía, se convirtió en un éxito, pero la calidad de imagen dejaba que desear para estar en el año 2017 debido a un sensor pequeño que, además, otorgaba una resolución de 720p60 o 1.080p30 como máximo.


Las webcams de los portátiles te permiten realizar videollamadas desde cualquier lugar. Sin embargo, este dispositivo también puede suponer una importante brecha en tu seguridad. Aquí te mostramos cómo desactivar para siempre la webcam de tu portátil Windows

Ahora, la compañía renueva su cámara y le pone el apellido Pro. ¿Los principales valores? Deja a un lado ese anillo de luz y apuesta por un sensor mejor, más grande y un sistema de lente de calidad que nos permite tener archivos 1.080p60 sin comprimir y con la posibilidad de que sean HDR.

Hemos estado jugueteando con ella y os contamos nuestras primeras impresiones y opinión de la Razer Kiyo Pro. Y sí, nos ha sorprendido tanto por la calidad de imagen como por su audio.

Razer Kiyo Pro
Sensor Sony IMX 327 STARVIS
Resolución 2,1 Mpx | Hasta 1.080p y 60 fps
Lente Apertura f/2.0 | Corning Gorilla Glass 3
Autofoco Sí, pero se puede modificar por software
FOV 103, 90, 80
Codec H.264
HDR Sí, a 30 fps
Conectividad USB 3.0 | Cable USB-A al PC y USB-C a la cámara
Montaje Se puede separar de la base L | Anclaje de trípode
Software Razer Synapse
MIcrófono integrado Sí | Omnidireccional | Sensbilidad de -38 dB | Codec 16 bit 48 KHz
Longitud del cable 1,5 metros
Indicador LED LED de ‘Cámara encendida’ en la parte superior
Precio 210 euros

Sensor Sony STARVIS capaz de ofrecer 1.080p a 60 fps

En la presentación, Razer ha hecho hincapié en el sensor que monta su nueva webcam. Es, de hecho, el punto fuerte del dispositivo, ya que cuenta con el Sony IMX327 con tecnología STARVIS.


Trabajar desde casa es una buena medida de conciliación laboral, pero también puede convertirse en un suplicio si no conoces las herramientas adecuadas.

Aunque tiene 2,1 megapíxeles, no os dejéis engañar por esa cifra, ya que es capaz de ofrecer una imagen a 1.080p y 60 frames por segundo. Acompañada de una buena óptica, como es el caso, es capaz de ofrecer una muy buena calidad de imagen.

La lente tiene una apertura f/2.0 y cuenta con protección Gorilla Glass 3. No es la protección más adecuada para golpes, pero sí es muy resistente a las muescas en el cristal. 

Eso sí, cuenta con una tapa de protección que, además, tiene la función de tapar la imagen si os preocupa la privacidad. También cuenta con un LED en la parte superior que nos indica si está captando imagen o no.

 Tiene tres ángulos de captura posible (80, 90 y 103) que se controlan no por medio del anillo de la lente (no se puede girar), sino a través del software de la marca.

Cuando decimos que estamos ante una cámara 1.080p en 2021, seguramente muchos os estéis echando las manos a la cabeza. Sin embargo, debéis pensar que estas cámaras están ideadas para que el streamer o el usuario de oficina en casa tenga su imagen puesta en una esquinita del juego o en un recuadro de Zoom.

Es decir, en un vídeo 4K, aunque grabemos con una cámara 720p, nuestra imagen tendrá un tamaño bastante pequeño en comparación con el resto de la imagen, por lo que el resultado es aceptable. 

 Ahora bien, estoy obsesionado tanto con la nitidez como con la ausencia de ruido y fluidez de movimiento, y ahí es donde entra en juego tanto la imagen a 1.080p como los 60 fps y la luz que entra por el sensor Sony STARVIS.

A lo largo de los próximos días seguiremos probando la Razer Kiyo Pro realizando algunos streamings de videojuegos para que veáis qué tal se porta en una situación real, pero las primeras impresiones son muy, muy positivas. 

 Y ojo, tan importante como el vídeo en un streaming o una reunión, es el audio. En este sentido, Razer ha incluido un micrófono omnidireccional que es capaz de recoger un sonido potente en graves. 

Creo que habría ‘metido’ algo más de ganancia, pero es algo que se puede configurar fácil tanto en los programas típicos de streaming como en vídeos que pasen por un editor, por lo que no lo veo un problema.

Razer Synapse para controlarlo todo

En el lado del software tenemos Razer Synapse como centro neurálgico. Se trata del programa de la compañía que, en Windows, nos permite ver todos los dispositivos de Razer que tengamos para, así, realizar la configuración.

 En la Razer Kiyo Pro podemos configurar diferentes parámetros de imagen para dejar todo en automático o, y esto es lo recomendable, fijar un balance de blancos, un brillo, una exposición, una saturación y un contraste que nos guste para, así, reducir el ruido al máximo.

Lo cierto es que, como podéis ver, el ruido está muy controlado en la cámara, algo que habla muy, muy bien del sensor y sistema de lentes que ha utilizado Razer, pero dejar los ajustes de software en el punto dulce, también ayuda a tener una mejor imagen.

En Mac… la cosa cambia. Está Synapse 2, pero en los cuatro Mac que tengo en casa entre portátiles y sobremesa no he conseguido nunca que funcione y, además, son tremendamente complicados de desinstalar, aunque hay buenas noticias.

Al conectar la Razer Kiyo al Mac, este la reconoce como una cámara convencional y, aunque el ángulo de visión va a ser el más ajustado de los tres disponibles y no vamos a tener los controles de imagen, vamos a poder usar la cámara sin problema tanto como micrófono como… bueno, como webcam.

Tenemos el autoenfoque y el sonido que recoge el micrófono tiene unos graves potentes y calidez.

Y sí, el LED de estado funciona tanto en Mac como en Windows, por eso de la privacidad.

Precio de la Razer Kiyo Pro

Estamos muy acostumbrados al lanzamiento de portátiles y móviles, ya que las compañías renuevan dispositivos cada muy poco tiempo. Sin embargo, el mercado de las webcam es mucho más pausado y las generaciones se renuevan de forma lenta.

 Comprar una webcam es una inversión y las que tienen la mayor calidad de imagen se van a los 200 euros. Concretamente, ese es el segmento de la Razer Kiyo Pro. Estamos ante una cámara de calidad que llega al mercado por 210 euros, un precio que es elevado, pero que no deja de ser similar a la de otras propuestas en este sector.

Ahora, vamos a seguir probando la Razer Kiyo Pro para hacer el análisis de esta cámara que vendrá de perlas tanto a los streamers como a los usuarios profesionales en estos tiempos de teletrabajo.

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