Samsung es una compañía de la que solo podemos esperar lo mejor y que está obligada a hacer productos innovadores. Y esto es así porque es una de las compañías más potentes a nivel mundial y, junto a Huawei y Apple, los que cuentan con dispositivos TOP en cada una de las líneas de producto.
En tablets, móviles -recientemente analizamos tanto el S21+ como el Galaxy S21 Ultra– y relojes inteligentes, Samsung ha encontrado el camino, pero en auriculares inalámbricos no terminaban de dar con la tecla. Hasta ahora.
Y es que, aunque no están libres de algunos ‘peros’, lo cierto es que los Galaxy Buds Pro que analizamos son los mejores auriculares true wireless de Samsung hasta la fecha, unos auriculares que intentan borrar del pasado los Buds Live que sacaron hace unos meses y que, realmente, mejoran debido a ello.
Samsung Galaxy Buds Pro | |
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Tipo | In-ear True Wireless con puntas de silicona |
Dimensiones (auricular) | 20,5 x 19,5 x 20,8 mm |
Dimensiones (estuche) | 27,8 x 50 x 50,2 mm |
Peso (auricular) | 6,3 gramos por auricular |
Peso (estuche) | 44,9 gramos |
Modos de escucha | Cancelación activa de ruido | Normal | Modo escucha |
Ecualizador Manual | 6 modos predefinidos |
Micrófono | 3 por auricular |
Drivers | Woofer de 11 mm | Tweeter de 6,5 mm |
Sensores | Acelerómetro | Giroscopio | Hall | Proximidad | Sensor táctil | VPU |
Resistencia al agua | Auriculares con IPX7 |
Conexiones | Bluetooth 5.0 | Compatible con Android 7.0 o superior |
Carga | Por USB Tipo-C | Inalámbrica | Solo cable USB-C en caja |
Autonomía | 61 mAh cada auricular | 472 mAh el estuche | Uso típico de 5 horas |
Accesorios incluidos | Estuche de carga | Cable USB-C |
Precio de lanzamiento | 200 euros |
Análisis de los Galaxy Buds Pro por apartados:
Samsung, este es el camino
Y es que, soy de los que piensa que Samsung metió un poco la pata con el diseño de las ‘judías’. Los Buds Live fueron un producto que entraban más por los ojos que por los oídos y que basaban gran parte de su experiencia en la comodidad y en el diseño, dejando a un lado algo tan clave como la cancelación de ruido en el segmento en el que se movían.
Precisamente, no eran los mejores en esto debido a un diseño sin almohadillas de silicona, algo clave para lograr una buena cancelación de ruido, pero esto lo veremos más adelante. Los Galaxy Buds Pro toman prestada la caja de los Buds Live, que fue uno de los puntos que más nos gustaron porque, realmente, era pequeñísima, y el diseño de los auriculares Buds ‘estándar’.
Creo que es el movimiento más acertado porque el diseño de los Buds+ era atractivo debido a su tamaño, pero la caja era algo grande y eso es algo que solucionaron los Live. Así que, por esa parte, empezamos bien.
La caja tiene unas dimensiones de 50 x 50,2 x 27,8 mm, un tamaño my compacto y un peso de tan solo 44,9 gramos sin los auriculares dentro. Vamos, es una caja muy, muy pequeña que, encima, no pesa prácticamente nada.
Y es una caja bastante simple, en realidad, que cuenta con dos LED de estado (uno fuera y uno dentro que nos indica la carga de los auriculares), un puerto USB Tipo-C trasero para la carga y una apertura de tipo concha que tiene un imán bastante potente y que da cierta seguridad.
Los auriculares se quedan pegados a los pines de carga gracias a otro sistema de imanes y vemos una montañita en la parte interior que es la que tiene la batería.
En la parte superior solo tenemos el logo de la marca y el clásico ‘Sound by AKG’ y en la parte inferior una circunferencia algo hundida que es donde se encuentra la bobina de carga inalámbrica.
Si pasamos a los auriculares, tenemos unos de los diseños más compactos en el segmento, pero eso no impide que estén cargados de tecnología. Son de plástico, el peso de cada auricular es de 6,3 gramos y las dimensiones son… ridículas con 20,5 x 19,5 x 20,8 milímetros.
Son, realmente, muy pequeños y son muy discretos una vez los llevamos puestos. Son fáciles de colocar, son cómodos y la verdad es que resisten muy bien los diferentes deportes, aguantando una jornada intensiva de gimnasio o una salida a la calle a ‘trotar’. No os preocupéis por el sudor o la lluvia, ya que tienen certificación IPX7. Bien por Samsung en este sentido.
Vamos, que no hay que hacer un cursillo para ponerlos, como otros auriculares de botón, y eso se agradece. Eso sí, me parece que la experiencia al meterlos en la caja no es lo buena que debería, ya que los dos auriculares son prácticamente idénticos y más de una vez he metido el de la derecha en el orificio izquierdo y viceversa.
Si miramos los auriculares de cerca, vemos que en el exterior tienen un acabado brillante roto por un orificio diminuto (micrófono) y una malla que es otro micrófono que minimiza el ruido del viento en llamadas.
Hay otro micrófono interno para captar nuestra voz en llamadas y el asistente, y, en conjunto, se encargan de trabajar para el modo escucha y para captar ruido que el procesador interno sea capaz de ‘cancelar’ para la cancelación activa de ruido.
En la cara interna tenemos dos sensores de proximidad que detectan cuándo nos ponemos y quitamos los auriculares, los pines magnéticos de carga y otra malla que es una salida de aire que reduce la oclusión para que no se tenga el clásico efecto submarino en este tipo de auriculares.
Y, como veis, tienen almohadilla de silicona. Prescindir de la misma fue el gran fallo de los Buds Live y, ahora, están de vuelta.
Hay dos almohadillas incorporadas en los auriculares más otros dos pares en la caja para que encontremos el tamaño ideal y el que mejor se adapte a nuestra oreja.
Son, en definitiva, unos auriculares realmente cómodos y discretos, pese a ese acabado brillante que se llena de huellas enseguida. Y no, no veis botones porque los surcoreanos vuelven a apostar por el control táctil.
Control con toques táctiles algo limitados
Y es que, tener el control de la música y las llamadas en el propio auricular es de lo más conveniente en… bueno, en todo tipo de situaciones. Da igual que estés en la calle, en el gimnasio o incluso en casa, poder dar un toque o hacer un gesto en el auricular para controlar la reproducción y llamadas es comodísimo.
Hay, básicamente, controles táctiles o por botón. En lo personal, prefiero el control con botón como en los Audio Technica ANC300TW que analizamos hace unos meses, pero está claro que percibimos como ‘premium’ los controles táctiles antes que los botones. Además, y en el sentido más práctico, cuantos menos botones, mejor para crear una cámara estanca.
Podemos personalizar los controles por pulsación simple o alargada, pero lo cierto es que tampoco es que podamos hacer demasiadas cosas.
Si realizamos un toque en cualquiera de los auriculares, la canción se para y si volvemos a pulsar, la reproducción continúa. Con un doble toque pasamos de canción, pero si hacemos ese mismo doble toque en el otro auricular no volvemos a la anterior, sino que sigue pasando canciones.
Me habría gustado que un doble toque en el derecho pasara canción y con el mismo gesto en el izquierdo volviéramos a la canción anterior, pero no puede ser.
La pulsación larga se puede personalizar para realizar diferentes acciones por auricular. Tenemos la opción de que en el derecho nos deje subir volumen y en el izquierdo bajarlo, aunque el control no me gusta demasiado y, al final, he dejado Google Assistant en el izquierdo y Spotify en el derecho.
Hay un par de acciones que también afectan a la reproducción, pero que no necesitan que demos un toquecito. Algo que me ha gustado es que los Buds Pro detectan el momento en el que hablamos con alguien y paran la música, activando el modo escucha.
Es una acción que tarda un segundo en activarse, literalmente, tras empezar a hablar y que nos permite mantener una conversación sin tener que quitarnos los auriculares siempre, ojo, que la persona con la que hablamos nos responda rápido porque si pasamos 5, 10 o 15 segundos sin hablar… vuelve a desactivarse.
Y es que, detecta en momento en el que hablamos nosotros, pero no activan la misma función cuando nos hablan. Esto es lógico porque sería rizar el rizo y por la calle podría haber confusiones, pero visto lo bien que funciona el sistema cuando nosotros somos los que hablamos, apuesto que Samsung ya está perfeccionando el algoritmo de detección de conversaciones para una nueva versión de auriculares.
La otra acción es la de pausa/reanudación cuando nos quitamos y ponemos los auriculares. Es algo que es posible gracias a los sensores de proximidad que tiene cada auricular y que funciona bien y hace la vida un poco más cómoda.
Calidad de sonido superior para todos los géneros con unos graves y agudos bien definidos
El diseño es fundamental en unos auriculares, pero al final lo que más importa es la calidad del sonido, sobre todo en este segmento de precio en el que la competencia es feroz. Los Buds Live nos gustaron mucho en este aspecto por lo competentes que eran al ofrecer un sonido equilibrado en el que los graves estaban bien afinados y los agudos eran claros.
Tenían unos drivers de 12 milímetros y, como digo, sonaban realmente bien, pero Samsung ha ido un paso más allá metiendo dos drivers en cada auricular, algo sorprendente si tenemos en cuenta el tamaño.
Así son los Galaxy Buds Pro por dentro:
Así, en cada auricular, tenemos un altavoz de 11 milímetros que se encarga de potenciar los graves mientras otro de 6,5 mm se encarga de los agudos. Esto permite que el driver de 11 milímetros no eclipse los agudos cuando reproducimos música clásica o rock/metal clásico, en el que los agudos de las guitarras y las voces tienen una gran importancia.
Los graves están donde deben, los medios se encargan de poner orden y los agudos no distorsionan. El resultado es un sonido claro, contundente y cálido que no ‘tira’ hacia los graves, sino que nos presenta unos bajos potentes mientras el resto del espectro tiene la definición que debe tener. No vais a tener esa sensación de graves de discoteca, pero sinceramente, eso es algo que muchos auriculares meten para tapar una carencia de agudos, así que, curiosamente, es algo positivo.
He estado escuchando de todo durante estos días, desde metal a música clásica pasando por pop-rock, synthwave y deephouse y lo cierto es que se porta genial en todos esos géneros. De hecho, sorprende la contundencia de los auriculares en synthwave y deephouse, haciendo que sea una gran experiencia escuchar estos géneros en unos auriculares tan, tan pequeños. Por cierto, hemos escuchado música HD desde Tidal y con el bitrate máximo de Spotify, 320 Kbps.
También hemos jugado tanto en local como a Game Pass en la nube y no he tenido problema alguno con la latencia de sonido, aunque desde la app tenemos un modo de baja latencia, precisamente, para el modo juego.
Y sobre la calidad del micrófono, un audio vale más que mil palabras. A continuación os dejamos un archivo en el que podéis ver cómo suenan tanto sin nada de fondo como con un Amazon Echo reproduciendo música a un volumen del 40%.
AKG, de nuevo, pone su sello ‘afinando’ el sonido de los auriculares y tenemos un ecualizador… a medias. No vamos a poder personalizar frecuencias en la app de los auriculares, pero tenemos siete modos (normal, refuerzo de graves, suave, dinámico, nítido y refuerzo de agudos). Tras probar todos, he dejado el ‘dinámico’, pero es cierto que sí he toqueteado el ecualizador de Spotify para dejarlos a mi gusto.
Esto se hace desde la app Galaxy Wearable de la que os hablaremos más adelante, ya que ahora toca hablar de algo en lo que los Buds Live, directamente, pinchaban.
Corrigiendo el error de los Buds Live con una cancelación TOP
Curiosamente, para conseguir una buena cancelación activa de ruido, necesitamos un buen aislante pasivo. Eso, en el mundillo de los auriculares true wireless, se traduce en unas buenas almohadillas que creen el vacío que nos ‘separe’ del exterior.
El fallo de los Buds Live fue ese diseño tan llamativo como poco práctico en el que se prescindía de almohadillas y, evidentemente, de la cancelación pasiva. Samsung ha aprendido la lección y con los Buds Pro tenemos un par de almohadillas ya puestas y otros dos pares en la caja.
Es importante probar los tres pares para ver cuál es el que mejor se adapta a nosotros, pero en mi caso me quedo con las que venían puestas porque son las más cómodas y tengo esa sensación de ‘vacío’.
Es una sensación rara al principio con estos auriculares porque, realmente, el factor pasivo funciona muy, muy bien, aunque se tiene ese efecto ‘submarino’ al principio. Enseguida te acostumbras y a medida que pasan los días… ni lo notas.
Por otro lado está la cancelación activa que se consigue con una serie de algoritmos unidos al procesamiento interno del sonido ambiente para lograr minimizar las frecuencias externas. Según Samsung, los Buds Pro son capaces de cancelar el 99% de ese ruido exterior, pero en la práctica es algo que no es fácil de cuantificar.
Debo decir que me parece una cancelación algo inferior a la de los Sony WF1000XM3 –análisis-, pero muy, muy similar a la de los AirPods Pro –análisis– o los ANC300TW de Audio Technica. Esto, evidentemente, pone los Galaxy Buds en el podio de la cancelación de ruido.
No tenemos una herramienta para seleccionar diferentes formatos de cancelación, sino simplemente un «interruptor» de encendido o apagado que debemos seleccionar en la app del móvil. Y ya digo, funciona realmente bien en la calle o el gimnasio, pero no hemos tenido la mejor prueba para esto, el viaje en avión.
Sin embargo, si lo queréis para… bueno, para eso, para entrenar en la calle, para salir a escuchar música o para no escuchar los gemiditos en el gimnasio, estos Samsung funcionan a la maravilla.
Por otra parte tenemos el modo ‘alerta’ o escucha que permite que el sonido exterior entre con claridad en los auriculares, como cuando empezamos a hablar nosotros, vamos. Funciona bien y, aunque es algo enlatado, está en la línea del resto de auriculares que ofrecen esto.
Hay cuatro niveles que podemos seleccionar, pero en los dos primeros ya es algo que funciona correctamente.
Te quedas fuera, Apple
El famoso ecosistema. Hay un doble significado en esto del ‘ecosistema’ que, por un lado, es buenísimo porque nos asegura funciones exclusivas entre dispositivos de la misma marca y una compatibilidad total, pero que por otro lado acarrea que no todo funcione en otros móviles o que, yendo al extremo, no se puedan utilizar dispositivos de Android en Apple y viceversa (sobre todo esto último).
Samsung también tiene su ecosistema, o lo está construyendo, y si tenéis un iPhone no debéis comprar los Buds Pro. Porque no van a funcionar, básicamente. Si tenéis un Android sí podéis comprarlo, pero son casi obligatorios si tenéis un móvil Samsung.
El centro neurálgico de los Buds Pro es la app Galaxy Wearable, una aplicación en la que podemos controlar la cancelación de ruido, el ecualizador y los controles, como ya os hemos contado, pero que también nos permite activar la detección de voz, podemos bloquear los controles táctiles, activar o desactivar Bixby y el modo juego y la opción de ‘Buscar mis auriculares’, aunque esto abre la app SmartThings.
También podemos ver la batería tanto de los auriculares como de la caja y tenemos una opción que suena más interesante de lo que termina siendo en realidad.
Y es que, hay una función que nos lee las notificaciones, pero en la práctica lo cierto es que funciona bien con algunas apps nativas de Samsung, pero con WhatsApp, mensajes privados en apps o en Slack, lo único que hace es decirte que tienes una notificación en dicha app. Y ya.
Hay, eso sí, algunas cosas exclusivas de los Galaxy más recientes o de dispositivos Samsung. Una de ellas es el audio espacial, que podemos usar con los Galaxy más modernos y se agradece, aunque no es algo que cambie la experiencia sonora.
Sin embargo, la función exclusiva más interesante es la de cambiar entre dos dispositivos automáticamente. Imaginad que estáis escuchando música en la tablet, o viendo una peli, con los cascos puestos y os llaman al móvil.
Si tenéis una tablet Galaxy y un móvil Galaxy, los cascos van a cambiar automáticamente a la llamada y, cuando colguéis, vuelven a la tablet. Esto, al final, es «calidad de vida», pero como digo, solo funciona con dispositivos de Samsung.
Es una función exclusiva para enriquecer ese ecosistema de los surcoreanos, pero lo cierto es que es algo que habríamos agradecido que estuviera para todos los Android porque, básicamente, depende de la app y no del terminal.
Autonomía en la línea de sus rivales con la cancelación de ruido activada
Pueden sonar de miedo, pero si no tienen una autonomía consistente, estos auriculares pierden gran parte del sentido. Afortunadamente, Samsung nos ha acostumbrado bien estos últimos años y tenemos, con dos altavoces en cada auricular, una autonomía muy similar a la de los Buds Live, según nuestras pruebas.
Cada auricular tiene 61 mAh, uno más que la generación anterior, y la caja tiene los mismos 472 mAh de los Buds Live. Es complicado dar una valoración de la autonomía porque depende de la cancelación, de cuántas veces activemos el modo escucha, del volumen y de la fuente sonora, pero os puedo decir que con Spotify en calidad máxima, con cancelación de ruido activada y con el volumen entre el 60% y el 70%, conseguimos unas cinco horas de autonomía.
Evidentemente, es un volumen bastante alto que es complicado que tengamos al mismo nivel durante cinco horas seguidas y si bajamos un poco y desactivamos la cancelación de ruido (y el modo escucha), arañamos unas seis horas y media/siete. En mi opinión, no vale la pena porque si apostamos por estos auriculares es, precisamente, por la cancelación de ruido.
Nos hemos puesto juguetones y hemos hecho algo que os va a dar, básicamente, igual porque no lo vais a hacer en casa, pero hemos forzado que uno de los auriculares tuviera el sonido normal, sin ANC, y el otro estuviera con el modo ambiente activado.
Para que veáis lo que consume esto, la batería tras dos horas del auricular con el sonido ambiente activado era del 53% frente al 69% del auricular sin dicho modo, y es un consumo similar, aunque algo más elevado, que con la cancelación de ruido. Esto ya lo vimos en el análisis de los FreeBuds Pro.
Los auriculares se cargan en la caja y tiene una carga rápida que nos ofrece una hora de reproducción de música sin cancelación de ruido con solo cinco minutos de carga. Un ciclo completo nos lleva 1 hora y 37 minutos.
Lo importante aquí es que siempre que tengamos la caja cargada, va a ser complicado que nos quedemos sin batería, ya que la caja es capaz de aportar dos cargas casi y media y vamos a estar continuamente metiendo y sacando los cascos. No es la caja más potente en este sentido, pero teniendo en cuenta el tamaño de la misma… es normal.
La caja se carga mediante el cable USB Tipo-C a Tipo-C incorporado (eso sí, no hay transformador en la caja) o mediante carga inalámbrica. Si tenéis un móvil con carga inversa, podéis cargar la caja con él de una manera muy sencilla.
Opinión de los Galaxy Buds Pro: unos botones que suenan realmente bien
A lo largo de este análisis de los Galaxy Buds Pro hemos ido viendo que, efectivamente, son los mejores auriculares TW que Samsung ha lanzado hasta el momento. Y lo son por algo que, particularmente, me alegra.
Es fácil que una compañía tan grande se enroque en una idea y que hubiera tirado hacia delante con ese diseño de las judías sin almohadillas, pero se dieron cuenta de que no funcionó de cara a la cancelación activa y dieron marcha atrás.
Gracias a las almohadillas y al sistema de algoritmos de supresión activa, la cancelación funciona de maravilla y con los dos altavoces por auricular tenemos una experiencia sonora fantástica. La latencia no ha sido un problema al ver vídeos o jugar y lo cierto es que son unos de los auriculares inalámbricos que mejor suenan.
Me gusta mucho la caja, ya que tiene un tamaño extremamente compacto y ofrece casi dos cargas y media adicionales y la carga inalámbrica es un plus. Eso sí, hay un par de cositas que deberían afinar de cara a una nueva generación.
Una es el diseño del propio auricular. No es feo ni incómodo, todo lo contrario, pero es fácil confundirnos de auricular debido al diseño (si están fuera de la caja, obviamente, porque si están dentro sabemos que el izquierdo va a la oreja izquierda y viceversa).
El otro detalle es el planteamiento del ecosistema. Entiendo que quieran potenciar sus dispositivos, pero la función de auto-switch entre dispositivos exclusivamente entre Samsung es cortar las alas a los que podrían ser unos de los dos mejores auriculares inalámbricos, junto a los Sony, para Android.
Sobre iOS… pues sí, es una pena, pero al final cada compañía quiere jugar a ese juego de las exclusividades y Samsung habrá pensado que si Apple no deja, por qué ellos sí.
De la manera que sea, estamos ante uno de los mejores true wireless con cancelación de ruido del mercado, con un sonido que tiene pegada y con un diseño que se adapta como un guante a nuestra oreja.
Si tenéis un Galaxy… ni os lo penséis y si tenéis un Android y la función de cambio inmediato no es prioritaria para vosotros, también es de esos que debéis considerar seriamente.