Las luces diurnas son un elemento obligatorio en Europa en todos los coches de nueva fabricación desde febrero de 2011. Los coches anteriores pueden no tenerlas, por lo que la DGT da una serie de consejos.
Ser visto es una de las grandes máximas de la seguridad vial y uno de los consejos más repetidos por los expertos. Este es el motivo por el que se incluyeron las luces diurnas como elemento obligatorio en Europa en 2011.
Tanto de noche como de día, las luces pueden ayudar a evitar accidentes. Algunos informes indican que un 5% de los incidentes en carretera se podrían evitar si circulamos con las luces activadas en pleno día. Si pasamos por una calle en sombra o salimos de una zona poco visible, es un elemento muy útil.
El problema es que algunos coches no cuentan con ellas, con las luces de conducción diurna o DRL. Estas luces son de baja intensidad, se encienden en cuanto el motor se pone en marcha y así permanecen hasta que se apaga el motor.
Para los coches que no incluyen este elemento, la DGT da una serie de consejos con los que crear un efecto similar y ser más visibles durante la conducción. Al fin y al cabo, la única función de las luces diurnas es que los coches sean más visibles en cualquier circunstancia, de eso se pueden encargar las demás luces del coche.
De ahí que la DGT aconseje usar las luces de cruce durante el día a todos aquellos que no cuenten con las actuales luces diurnas. El reflejo de estas luces en paredes y elementos de la calle puede avisar a conductores y peatones que se aproxima un coche en cruces con poca visibilidad, incluso en el día más soleado.
Desde la Dirección General de Tráfico, también recuerda que los vehículos que sí cuentan con luces diurnas están igualmente obligados a usar las luces de cruce en túneles, cuando se circula por carriles especiales y en condiciones de escasa visibilidad.