Una StartUp quiere que nuestros futuros coches eléctricos tengan baterías modulares para que podamos recargarlos en tan solo 10 minutos en sus estaciones.
El futuro son los coches eléctricos, totalmente comprometidos con el medio ambiente, y mucho más silenciosos, lo que hará que nuestras ruidosas y contaminantes ciudades actuales sean completamente diferentes de aquí a unas cuantas décadas.
Pero el público aún es reticente a dar el salto a un coche eléctrico, debido a las limitaciones de tener que estar recargando la batería cada ciertos kilómetros, algo que en ciertos casos puede demorarse hasta varias horas.
Pero ahora una Startup afincada en San Francisco, Ample, parece tener la solución, lanzando una red de estaciones de carga que serían capaces de recargar un coche eléctrico en menos de 10 minutos, y la clave son las baterías intercambiables, reportan desde Business Insider.
Ample, que está asociada con Uber, ofrece servicios en San Francisco a través de dos redes de estacionamiento de carga instaladas. De momento estas estaciones de carga instaladas son compatibles con la flota de Uber pero están trabajando para desplegar muchas más en otras ciudades importantes de California.
El tamaño del automóvil sería el que determine cuántos módulos de batería necesita el coche eléctrico. Estos módulos pueden adaptarse a un montón de vehículos, siempre y cuando estén preparados en su diseño para soportar los módulos.
A diferencia de las estaciones de carga que hemos visto en más de una ocasión para coches eléctricos donde se enchufa el vehículo y el cliente debe esperar entre 45 minutos y 12 horas, lo que hacen las estaciones de Ample es quitar las baterías intercambiables del coche eléctrico y las reemplazan por otras que ya están cargadas. Las baterías que se han retirado se recargarían en la estación para ponérselas a otros coches unas horas después.
El conductor no hace falta que se baje ni siquiera del vehículo, y puede realizar el pago a través de una aplicación. Directamente la estación de carga detecta la batería removible del vehículo para sustituirla por otra completamente cargada. De momento la StartUp cobra a los conductores de la flota de Uber por milla y está ofreciendo sus servicios entre un 10 y un 20 % más baratos que el coste de la gasolina.
Ese sistema de intercambio de baterías también ayudaría a ampliar la vida útil del vehículo dado que no estaría limitado por su batería que se va deteriorando con las cargas, sino que estaría recibiendo de forma continua baterías nuevas en estas estaciones de carga. El reemplazo de una batería de un coche eléctrico común cuesta entre 5500 y 16000 dólares según el modelo, pero con coches compatibles con la tecnología de Ample no se soportarían estos gastos.
Ample no lo va a tener fácil en el mercado, porque hay otras tantas empresas en el mundo que están utilizando esta tecnología de baterías intercambiables, y China, que es la líder en la industria del automóvil eléctrico, ya lleva ventaja con el fabricante Nio.
Curiosamente Tesla ya pensó en esta tecnología de intercambio de baterías, pero la rechazó posteriormente por considerarla que era una tecnología demasiado cara. También otra Startup en Israel, Better Place, invirtió en tecnología de intercambio de baterías perdiendo por el camino más de 850 millones de dólares al no cuajar la idea.
Ample asegura que su propuesta modular es más barata que los anteriores intentos fracasados que ha habido en el mercado, y que además se ajustaría a cualquier automóvil. Ya están en conversaciones para asociarse con alguno de los fabricantes de automóviles de coches eléctricos más importantes del mundo.