Perseguidos y discriminados durante años, estudios psicológicos comienzan a constatar en los videojuegos beneficios para la salud que merece la pena tener en cuenta.
Es algo que cualquier gamer sabe: jugar a videojuegos reduce el estrés y la depresión, motiva, divierte y, en general, te hace sentir bien. Y ahora los estudios médicos comienzan a constatar lo mismo.
Un equipo de psicólogos de la universidad de Oxford han llevado a cabo durante dos años un macroestudio sobre cómo afectan los videojuegos al bienestar de la personas, pionero en varios aspectos.
Es el primer estudio en donde la industria de los videojuegos ha colaborado aportando telemetría real y anónima de los jugadores mientras juegan, y al mismo tiempo 3.000 jugadores aceptaron ceder su telemetría y responder una encuesta sobre las razones por las que estaban jugando.
El resultado ha sorprendido a los investigadores. Han encontrado una correlación entre jugar a videojuegos y sentir bienestar en los jugadores. Y, un dato importante: este bienestar aumenta en sesiones de juego más largas.
El profesor Andrew Przybylski, uno de los encargados del estudio, explica que «Nuestros hallazgos muestran que los videojuegos no son necesariamente malos para la salud; aportan otros factores psicológicos que tienen un efecto significativo en el bienestar de las personas». Y continúa: «De hecho, el juego puede ser una actividad que se relacione positivamente con la salud mental de las personas, y la acotación de los videojuegos podría privar a los jugadores de esos beneficios«.
Przybylski y su equipo han comprobado que ese bienestar solo se alcanza tras cierto tiempo de juego, no es algo inmediato. Así que imponer a los más jóvenes sesiones cortas de juego podría privarles de ese bienestar para la salud que ellos han constatado en sesiones más largas.
El profesor Andrew Przybylski cree que no sirve de mucho imponer a los niños sesiones de juego determinadas, ya que lo importante no es el tiempo que jueguen, sino el tipo de contenido digital que consumen.
Es un cambio importante con respecto a otros estudios que tienden a considerar igual todo el tiempo que los jóvenes pasan jugando o usando una pantalla.
Si estás interesado, en este enlace de la Royal Society Open Science puedes leer los resultados completos del estudio.