Netflix utiliza DIMPACT, una herramienta desarrollada por la Universidad de Bristol para calcular el impacto medioambiental que tiene su servicio por todo el mundo
Las plataformas de streaming han sido un recurso decisivo para escapar de la realidad agobiante que ha vivido y continúa viviendo la humanidad por culpa de la pandemia. Series y películas para hacer más llevadera la cuarentena y respetar el distanciamiento necesario.
Ahora la pregunta clave es si este consumo masivo supone unos niveles de contaminación comparables al que conseguía el tráfico cuando los desplazamientos no estaban tan restringidos. ¿Qué supone el teletrabajo, los constantes videollamadas y el entretenimiento online para el planeta?
Para saberlo, Netflix se ha unido a la iniciativa DIMPACT creada por la Universidad de Bristol. Esta herramienta ha determinado que una hora de transmisión en Netflix en 2020 supuso menos de 100 g de emisiones de CO2e. No es una cifra muy alta, pero hay que sumarla a los millones de espectadores que utilizan su servicio en todo el mundo. Estos datos pueden ayudar a la empresa a buscar opciones con las que reducir su huella de carbono y seguir ofreciendo el mismo servicio de entretenimiento.
DIMPACT nace en 2019 con el objetivo de simplificar la actual complejidad que supone medir las emisiones de carbono de los productos y servicios digitales. Recientemente se han sumado a esta iniciativa tres nuevas empresas: Netflix, Cambridge University Press y BT.
Sus desarrolladores han elaborado cuatro módulos para analizar con esta herramienta el impacto de la transmisión de video digital, la publicación, los servicios de publicidad y la inteligencia comercial. En un futuro, se quieren sumar nuevos módulos para la transmisión de música y videojuegos.
Según los cálculos de DIMPACT, una hora de transmisión en esta plataforma es equivalente a un ventilador de techo clásico de 75 W funcionando durante cuatro horas en Norteamérica o seis horas en Europa. También se podría comparar con un sistema de aire acondicionado de 1000 W funcionando durante 15 minutos en Norteamérica o 40 minutos en Europa, según explican en Wired.
La aplicación permite a las compañías detectar puntos críticos en el servicio, entre los hogares de sus suscriptores y los centros de operaciones desde donde se «emiten» los contenidos. The New York Times recordaba el mes pasado que Netflix era de las pocas compañías que no se había comprometido en firme a reducir su huella de carbono, a diferencia de Microsoft o Google, este podría ser un primer paso.