Las temperaturas más cálidas, provocadas por el calentamiento global, producen precipitaciones más intensas, con tormentas extremas de corta duración.
Tormentas de corta duración y más extremas que dan lugar a un aumento de inundaciones repentinas: es el probable escenario sobre el clima del futuro que dibuja un estudio, en el que el calentamiento global juega un importante papel.
«Las temperaturas más cálidas en algunas regiones del Reino Unido son las principales impulsoras del aumento de la intensidad en las lluvias extremas de corta duración, que suelen ocurrir en verano y causan inundaciones repentinas peligrosas«, explica el comunicado de la Universidad de Newcastle, a la que pertenece la directora del proyecto.
Sin embargo, aunque sus observaciones son a nivel local, las consecuencias pueden afectar a otras partes del mundo. Ante esto, los autores advierten de la importancia de adaptarse al cambio climático.
«Esta intensidad está aumentando a tasas significativamente más altas que para las tormentas invernales«, informa el estudio, que destaca la «necesidad urgente de medidas de adaptación al cambio climático, ya que las lluvias más intensas a corto plazo aumentan el riesgo de inundaciones repentinas y lluvias extremas a nivel mundial«.
El estudio, publicado en Nature Reviews Earth & Environment, ha sido elaborado por un equipo internacional de expertos liderado por la científica Hayley Fowler, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Newcastle (Reino Unido).
«Sabemos que el cambio climático está trayendo veranos más calurosos y secos e inviernos más cálidos y húmedos. Pero, en el pasado, nos ha costado capturar el detalle en los eventos de lluvia extrema, ya que estos pueden estar muy localizados y ocurrir en cuestión de horas o incluso minutos«, ha comentado Hayley Fowler.
«Gracias a nuestra investigación ahora sabemos más sobre cómo las lluvias verdaderamente intensas podrían verse afectadas por el cambio climático«, prosigue. La explicación es sencilla: el aire cálido contiene más humedad, por lo que el aumento de las temperaturas también conlleva un incremento en la intensidad de las precipitaciones.
Si bien los autores admiten que no está claro si el tamaño de la tormenta será mayor o menor con la subida de la temperatura, señalan que «el aumento de la intensidad de la lluvia y la huella espacial de una tormenta pueden agravarse hasta incrementar considerablemente la precipitación total durante un evento«.
«Este nuevo trabajo muestra que el aumento de la intensidad es aún mayor para los eventos cortos y fuertes«, por lo que «es probable que las inundaciones repentinas localizadas sean una característica más prominente de nuestro clima futuro«, concluye la investigadora.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Carlos Galán Feced.