Rusia e Irán llevaron a cabo operaciones para intentar interferir en las elecciones presidenciales del 2020 entre el demócrata, Joe Biden, y el republicano, Donald Trump, según un informe de inteligencia de Estados Unidos.
El informe dice que la comunidad de inteligencia de Estados Unidos también determinó que China no intentó cambiar el resultado de las carreras electores del 2020 y aseguró que no hay indicios de que hayan intentado alterar la tabulación de votos.
La evaluación se publicó mientras la administración de Biden trabaja para reforzar las relaciones con aliados clave de Estados Unidos con el fin de generar presión sobre Rusia e Irán.
“Desde su primera llamada telefónica con el presidente Putin, el presidente Biden ha dejado claro que Estados Unidos responderá a una serie de acciones rusas desestabilizadoras”, afirmó un funcionario de la Casa Blanca en un comunicado a NBC News.
Esas acciones incluyen el ciberataque a uno de los softwares de SolarWinds. Las agencias estadounidenses dicen que es probable que Rusia tenga la culpa, así como el presunto envenenamiento del opositor del Kremlin Alexey Navalny , según el comunicado.
“Ya nos ha visto tomar una serie de acciones en respuesta al uso de un arma química por parte de Rusia en el intento de asesinato de Alexey Navalny. Habrá más pronto”, declaró el funcionario.
Niegan acusaciones
Teherán y Moscú han negado previamente cualquier participación en el intento de influir en las elecciones estadounidenses.
Sin embargo, el informe dice que el presidente ruso, Vladimir Putin, autorizó “operaciones de influencia destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y al Partido Demócrata, apoyar al ex presidente Trump, socavar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones sociopolíticas en Estados Unidos”.
Los expertos en inteligencia también encontraron que China, que anteriormente se pensaba que estaba expandiendo sus esfuerzos de influencia en Estados Unidos, finalmente no implementó operaciones para afectar el resultado de las elecciones Trump-Biden.
“China buscó la estabilidad en su relación con Estados Unidos, pero no consideró que ninguno de los resultados de las elecciones fuera lo suficientemente ventajoso para que China se arriesgara a ser sorprendida entrometiéndose”, aseguró la investigación.
El informe también encontró que, a diferencia del ciclo de elecciones presidenciales anterior, no había indicios de que actores extranjeros intentaran alterar el registro de votantes, las boletas o la tabulación de votos en las elecciones estadounidenses de 2020.
Además de Irán y Rusia, la investigación encontró que Cuba, Venezuela y el Hezbollah libanés también trabajaron para influir en las elecciones, aunque a menor escala. La evaluación no clasificada publicada el martes se basa en el análisis que la comunidad de inteligencia proporcionó a los responsables de la formulación de políticas a lo largo del ciclo electoral de 2020.