Así mejora el Big Data la seguridad vial | Tecnología

¿Cómo contribuye el Big Data a mejorar la seguridad vial? Analizamos de la mano del equipo Seat Data Office cómo puede ayudar a mejorar la seguridad.

Circulando con un coche conectado se generan, de forma totalmente anonimizada, decenas de gigabytes de datos al día. Llegan desde sus numerosos sensores y componentes electrónicos, como el control de tracción, el de estabilidad, la cámara frontal o los radares. Datos que, sumados a los del resto de vehículos, contribuyen a localizar, por ejemplo, aquellos puntos de las carreteras de toda Europa que necesitan ser reparados. ¿Cómo contribuye el Big Data a mejorar la seguridad vial?

“A través de su análisis podemos detectar casos de uso que van en ayuda de todos los ciudadanos, especialmente en cuanto a seguridad, que es lo que más nos apasiona”, asegura Carlos Buenosvinos, miembro del equipo del nuevo Seat Data Office.


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¿Cómo contribuye el Big Data a mejorar la seguridad vial?

Al pisar el acelerador o al subir o bajar una ventanilla, las centralitas electrónicas que los controlan emiten señales que son enviadas a un servidor en la nube, a través de una conexión 4G. “El primer reto para el equipo del Data Office es recolectar esos grandes volúmenes de información. Después, tenemos algoritmos, técnicas matemáticas y estadísticas para tratarlos y extraer conclusiones”, cuenta Buenosvinos. Todo a partir de datos 100% anónimos. “A nosotros nos es imposible saber qué vehículo o qué persona está detrás. De hecho, lo que nos interesa son datos genéricos que hablen de tendencias en los estados de las carreteras”, puntualiza Buenosvinos.

Datos como los suministrados por el control de tracción, el de estabilidad, los frenos y la temperatura de nuestros vehículos hablan de todas aquellas condiciones que afectan al contacto de los neumáticos con la carretera, desde acumulación de agua, hielo o nieve a pavimentos rotos o desgastados. Contribuimos a la generación de mapas de fricción a nivel de toda Europa, explica Víctor Monserrate, al frente del Seat Data Office. “Podemos compartirlos con servicios de navegación que alerten a los conductores de potenciales peligros en la carretera o con operadores de infraestructuras que los usen para asegurar el buen estado de la red vial”.

También las zonas poco iluminadas o las señales de tráfico

La analítica de toda la información procedente de los sensores lumínicos puede dar con aquellas carreteras que son demasiado oscuras. “Si somos capaces de saber dónde está un vehículo, a qué hora del día y qué cantidad de luz incide sobre él, sabremos en qué puntos es necesario mejorar la iluminación de la carretera, una información que podemos ofrecer a las entidades competentes, favoreciendo así la seguridad vial”, mantiene Buenosvinos.

Los datos de las cámaras frontales y los sensores permiten conocer a tiempo real la disponibilidad de plazas de aparcamiento en la calle, la fluidez del tráfico o si hay algún obstáculo en la vía, una información muy útil para servicios de navegación y emergencias. También está la detección de señales de tráfico. Si el coche no solo confía en su cámara, sino también en las del resto de vehículos y se coordina con la información histórica, podrá saber que en un punto concreto hay, por ejemplo, un STOP o una línea continua, aunque en ese momento, por cualquier razón, no sea visible.

Con la llegada de los coches autónomos y el 5G aumentará exponencialmente la generación de datos y con ello el valor que podamos extraer en forma de nuevos productos y servicios”, asegura Monserrate. “Cuanta más información tengamos, más cerca de nuestros clientes podremos estar. Les entenderemos mejor y podremos ser mucho más sensibles con sus necesidades y motivaciones”, añade Buenosvinos.

Este artículo fue publicado en Autobild por Aarón Pérez.

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