En muy poco tiempo, los ciclistas podrían decir adiós a los pinchazos… para siempre. Las ruedas sin aire que ya usan los robots marcianos de la NASA, llegan a las bicicletas.
Mucha gente se pregunta por qué los gobiernos invierten tanto dinero en explorar el espacio, cuando tenemos tantas necesidades en la Tierra. Una de las muchas razones es que las tecnologías que la NASA y otras agencias han inventado para viajar al espacio, luego se usan en la vida cotidiana. Hay gran cantidad de ejemplos: desde las propias cámaras del móvil, a los auriculares inalámbricos, los colchones viscoelásticos, o estas ruedas sin aire para bicicleta que vamos a ver a continuación.
La compañía The SMART Tyre Company ha colaborado con la NASA para desarrollar las ruedas de los vehículos rover que hay ahora mismo en Marte, como el Perseverance. Con la misión cumplida, ha aplicado esta tecnología a las ruedas de bicicleta, scooters… y pronto incluso a vehículos de cuatro ruedas.
Fabricadas con una aleación de niquel-titanio con efecto memoria, estas ruedas sin aire para bicicletas son tan elásticas como el caucho pero tan resistentes como el titanio. ¡Adiós a los pinchazos para siempre!
Bautizadas con el nombre de METL, su principal característica es el mencionado efecto memoria.
De forma similar a la espuma viscoelástica, esta aleación metálica es tan elástica y deformable como el caucho, pero cuando se queda estática recupera su forma original.
Gracias a esta elasticidad puede sustituir a las ruedas de caucho y goma de las bicicletas, pero con la importante ventaja de que las ruedas no tienen aire, y por tanto nunca se pinchan.
Además de ahorrar problemas a los ciclistas también es bastante ecológico de fabricar, por no hablar de las miles de toneladas de desecho que nos ahorraríamos, al no existir ruedas pinchadas.
The SMART Tyre Company ya está probando las ruedas con las bicicletas de la marca Felt, además de con los scooters de Ford. Si todo va bien espera comercializarlas el año que viene. Aunque aún nos falta un dato importante, que nos daría una idea de su potencial: el precio.
Será la clave para saber si estamos antes las ruedas de bicicleta del futuro, o es solo una alternativa elitista.