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Televisores: ¿Quién no tiene una en casa? Se han convertido en uno de los electrodomésticos más importantes de la casa debido a las horas de entretenimiento que ofrecen.
En los últimos años, los avances en calidad de imagen han sido numerosos. Desde que hace casi una década se presentaron los OLED, el mundo de las pantallas se revolucionó. Comenzaron a aparecer nuevos formatos que acabarían dejando el HD atrás.
Cuando aparecieron las televisiones 4K, apenas estábamos preparados. Recientemente, los televisores 8K se han apoderado del mercado y el consumidor todavía no se ha acostumbrado a este tipo de tecnología. También se han empezado a comercializar televisiones QLED, creando más barullo para el comprador.
A continuación, os vamos a explicar las diferencias entre las principales características de los televisores modernos. Además, os aconsejaremos sobre la compra de una de estas televisiones de nueva generación.
Si existen dudas, este artículo te ayudará a resolverlas todas. Leed con atención porque vienen ayudas y consejos para entender bien esta tecnología.
Pantallas 4K y 8K: ¿en qué se diferencian?
Los televisores más modernos han dejado atrás el sencillo formato FullHD (1.080p). Hemos llegado a un punto en el que la alta definición como la conocíamos se ha quedado desfasado.
Esa cantidad de píxeles se queda corta y ahora se deben medir en varios miles de píxeles más por pantalla. De esta manera, 4K significa que hay 3.840 píxeles horizontales por 2.160 píxeles verticales. Esto da un resultado de 8,3 millones de píxeles en pantalla.
Ahora mismo las teles 4K están a un precio asequible. Prácticamente todo tipo de programación se puede disfrutar a un máximo de 4K y la nueva generación de consolas tiene esta definición como punto de partida.
Hoy día las teles disponibles en el mercado de un tamaño de más de 40 pulgadas parten con una resolución 4K, siendo raro el modelo que baje hasta FullHD. Hace poco en esta misma casa os recomendábamos esta televisión de la marca Hisense a un precio de derribo.
Tenemos el televisor 55NANO956 por un precio de 909 euros. Se trata de un buen precio por una tele 4K. Por supuesto, también cuenta con todas las mejoras posibles como Dolby ATMOS, sistema operativo SmartTV webOS 5.0 y la tecnología Nanocell de LG.
El Nanocell de LG busca la pureza en sus colores. Es el sistema que la marca utiliza cuando no utiliza el OLED, del que hablaremos un poco más adelante. Esto hace que sea menos costoso y se pueda disfrutar de una calidad de imagen viva y llena de tonalidades.
Por tanto, si los televisores 4K tienen esa montón de píxeles, os podéis imaginar lo que significa 8K. Efectivamente, una televisión con pantalla 8K multiplica por 4 la cantidad de píxeles que hay en pantalla 4K. Así, tendremos una cantidad de 7.680 píxeles horizontales por 4.320 píxeles verticales, otorgando un total de 33,1 millones de píxeles en pantalla.
Como hemos dicho, a más píxeles, más definición. Por esto a las pantallas 8K se las conoce también como Full UHD. Se trata de la mayor cantidad de píxeles disponibles y vienen siempre en grandes televisores, que también tiene un coste elevado. Pero, obviamente, gozaremos de un televisor con una resolución puntera.
El hecho de que tengan más definición, también las hacen tener cierto de condiciones. Actualmente, el tamaño de los píxeles no se puede minimizar más. Por tanto, las televisiones 8K tienden a ser bastante grandes. Lo normal es encontrarlo alrededor de las 55 pulgadas.
Por ejemplo, podemos conseguir un televisor 8K de Samsung a un precio de 1419 euros. Se trata del modelo QE55Q700T y cuenta con Dolby Digital Plus, Q-Symphony y Dolby 5.1, para que además de una gran calidad de imagen, tengas un tratamiento del sonido superior.
También se puede encontrar la resolución 8K más barato. la marca LG utiliza su tecnología Nanocell cuando quiere llegar a esta calidad de imagen sin recurrir al costoso OLED.
De hecho, el modelo 55NANO956 que os hemos nombrado antes puede alcanzar la resolución 8K en su última versión. Eso sí, hay una subida de precio interesante. Por tener calidad 8K, sube de los 909 euros comentados anteriormente hasta los 1.349 euros. Obviamente, la mejora de tecnología merece esa subida.
Aun así, son televisiores 8K baratas. Lo más habitual es encontrar precios más aproximados a lo que ofrece Sony con su modelo KZ-75ZH8. Este televisor utiliza la tecnología Full Array para conseguir el máximo provecho de sus leds a lo largo de sus 75 pulgadas.
Por supuesto, cuenta con todas las mejoras de Sony como los altavoces integrados en el marco del televisor y el sistema de sonido Acoustic Multi-Audio con el que escucharemos nuestras películas favoritas de manera más natural. Este televisor se puede conseguir por un precio de 6.299 euros.
Actualmente, incluso Youtube acaba de empezar a mostrar vídeos en 8K. Es una tecnología que se está asentando muy bien y que viene para quedarse y evolucionar.
Paneles OLED y QLED, ¿qué son?
Si bien las teles pueden tener una u otra cantidad de píxeles, lo realmente importante es cómo se hacen funcionar esos puntos de color y cómo se iluminan. Al igual que con muchas cosas, puede haber una gran cantidad de algo, pero si no se utiliza correctamente, se está desaprovechando.
Es en este punto cuando aparecen las tecnologías OLED y QLED. Ambas son maneras de establecer una imagen a través de diodos que se iluminan, pero su forma de hacerlo es diferente.
OLED, diodos con luz propia
La tecnología OLED fue inventada en 1987, pero se comenzó a usar en televisores hasta 20 años después, en 2007. Aun así, tardaron otra década más en crear televisores de manera masiva y a un coste menor.
Pero ¿De qué trata esta tecnología? Las pantallas OLED utilizan una serie de leds orgánicos que tienen la capacidad de crear su propia luz. Esto significa que, al contrario que el resto de televisiones hasta ahora, no necesitan tener un foco de luz para iluminar los leds, sino que estos lo hacen por sí solos al recibir una corriente eléctrica. Ya lo explicamos en esta página hace algún tiempo.
Esta tecnología tiene la capacidad de crear los diferentes colores directamente desde los píxeles. De hecho, su color negro es real, dado que cuando se detecta que la imagen debe tener un tono completamente negro, el led se apaga.
Es la pantalla que mejores contrastes puede conseguir. Aunque sus precios siempre han sido algo elevados, el asentamiento de tecnología está dejando televisiones OLED más baratas. Por ejemplo, se puede conseguir la televisión LG GX de 55 pulgadas, con definición 4K, Inteligencia Artificial, HDR Dolby Vision IQ y Smart TV a un precio de 1.499 euros. Se trata de una buena televisión a un buen precio.
En cambio, si buscamos un televisor OLED con resolución 8K, los precios se disparan. Por no alejarnos de la marca, podemos encontrar el televisor LG OLED88ZX9LA. Aprovecha toda la tecnología OLED y nos trae la mejor resolución 8K con el mejor contraste del mercado.
Además, sus 88 pulgadas cuentan con tecnología Ultimate gaming, para disfrutar de nuestros videojuegos con una espectacularidad total. También disfrutaremos de un sonido envolvente gracias al Dolby ATMOS, siendo invadidos por el ruido a nuestro alrededor. Todo esto lo odemos conseguir por la friolra de 23.999 euros. Se trata de una suma realmente importante.
QLED, el sistema más novedoso
El QLED apareció hace poco. La marca Samsung presentó esta tecnología en 2017 y, desde entonces, hay una alianza con HiSense y TCL para hacer pantallas y televisiones QLED.
Estas pantallas se basan en la actualización de los antiguos sistemas LCD. Se trata de un montón de leds que cambian su color al recibir electricidad, pero necesitan un foco de luz. Esta fuente de luz suele provenir del lateral o de la parte trasera de la pantalla. Recientemente, la marca Samsung ha presentado sus nuevos televisores con lo último en esta tecnología, mostrando multitud de avances en este tema.
Se pueden encontrar televisores QLED por debajo de la barrera de los 1.000 euros. Por ejemplo, se puede adquirir el Samsung QLED Q60T, con Smart TV, resolución 4K, tecnología HDR 10 +, compatible con asistentes de voz desde 549 euros.
La parte más negativa que tienen es que al tener siempre una fuente lumínica, sus tonos negros no son reales, sino que siempre tienen un ligero tono azul o grisaceo. Esto se debe a que el led está emitiendo un color cercano, pero no igual al negro. Podría ser una molestia para los más sibaritas.
De hecho, se nota especialmente este «falso negro» sobretodo en los momentos en los que hay letras en pantalla con un fondo negro, como pueden ser los créditos o los subtítulos. Cada letra muestra una especie de halo que difumina levemente lo escrito.
Para poder comparar en condiciones, también os vamos a poner un ejemplo de la gama más alta de QLED en 8K, como es el televisor Samsung 82Q800T. Este dispositivo cuenta con UHD 8K y 82 pulgadas donde demostrar su poderío. Alberga también tecnología de Inteligencia Artificial con Deep Machine Learning para mejorar cada escena, píxel a píxel.
También mejora su sonido gracias a sus innovaciones con programa de seguimiento de objetos. Así el sonido ocurre en el mismo lugar que sucede en pantalla, dotando de realismo a la escena. Todo esto se puede conseguir por un precio de 4.555 euros, un gasto importante en verdad.
Entonces, ¿cuál es mejor?
Ambas tecnologías tienen sus pros y sus contras. Son sistemas que pueden mejorar mucho la imagen, pero que no son perfectos. Expondremos algunos puntos básicos de comparación.
- Brillo y saturación: Ganador QLED
En este caso, los QLED ofrecen una imagen con más brillo. Sus leds están hechos para proyectar más luz desde su origen y ofrecen una visibilidad mejor a plena luz del día.
Además, su saturación de color también es menor. El color que ofrece es nítido y puede regularse la cantidad de luz que entra en cada led, por lo que hay menos saturación y es más cómodo para la vista.
En este caso las televisiones OLED tienen las de ganar. Al tener leds que pueden apagarse del todo, los claros y los oscuros crean un contraste mucho mayor.
Si te interesa una televisión con esta característica, te podemos recomendar el Philips 48OLED935/12
con resolución UHD 4K con Inteligencia Artificial, Ambilight 3, Android TV y asistentes de voz a un precio de 2.199 euros.
Hay que tener en cuenta que en las televisiones OLED también se ven mejor los contenidos HDR, dado que los negros son puros. Esto hace que las películas tengan un acabado final superior, por no hablar de los videojuegos.
- Durabilidad: Ganador QLED
Los OLED, por el carácter orgánico de sus componentes, tienden a degradarse más rápidamente. Se están creando tecnologías para evitarlo en cierta medida, pero las televisiones QLED son más duraderas.
Esta degradación de las OLED se debe a que se queman con el tiempo. Lo cual les da una vida útil más corta. Sí, en ciertos aspectos visuales son superiores, pero pensar en cambiar de televisión cada pocos años, no es una opción para todos.
- Ángulo de visión: ganador OLED
Aunque en este tema se ha mejorado mucho con el paso del tiempo, las QLED todavía presentan fallos. Las televisiones OLED están hechas para crear pantallas con cierto ángulo y la calidad de imagen no se resiente en absoluto.
Para aprovechar las ventajas del OLED, os puede interesar el televisor Sony Master Series A9 de 48 pulgadas. Cuenta con resolución 8K y todo el poder del negro que ofrece la tecnología OLED. También tiene Smart TV, Acoustic Surface Audio y asistentes de voz por 1.749 euros.
Si se quiere ver la imagen a la perfección desde cualquier sitio la OLED es la tecnología ideal. Además, la delgadez de sus pantallas también permite colocarlas en cualquier lugar de la casa, lo que las hace muy versátiles.
- Es el equivalente a un coche superdeportivo o una mansión en las afueras. Si te lo puedes permitir y lo vas a aprovechar, adelante, sin duda. Pero hay que tener claro que a corto plazo, los 8K no se van a aprovechar, dado que no es una tecnología asentada en los medios audiovisuales. En el momento en el que se ofrezca el (k de manera generalista en la televisión, servicios de streaming y videojuegos, las pantallas serán más baratas y más útiles.
El cambio del color del píxel es un tema importante en el mundo gaming. Aunque ambas tecnologías tienen una respuesta óptima, las OLED son superiores en este aspecto.
El cambio de color en el píxel es inmediato en las pantallas OLED, lo que hace que el tiempo de respuesta sea mayor. A la hora de meter comandos, el input lag se minimiza, siendo la pantalla perfecta para jugar a videojuegos.
Las pantallas OLED presentan ciertas virtudes que no pueden tener las QLED. Por un lado, su capacidad para crear pantallas curvas puede resultar en un electrodoméstico vistoso y diferente.
Por otro, el hecho de que no necesiten una fuente de luz los hace más finos y menos pesados. También son más frágiles, pero en la pared tienen un acabado menos tosco.
En este punto y, a pesar de la rebaja que se ha dado con el paso del tiempo, los OLED siguen siendo más caros que los QLED. Por bastante menos dinero se puede conseguir un televisor QLED con prestaciones similares.
Por ejemplo, un televisor QLED con resolución 8K puede adquirirse por unos 5499 euros. Este sería el ejemplo del Samsung QLED 8K Q950TS, que ya analizamos aquí. Se trata de un televisor muy completo que se encuentra en la gama más alta de televisiones.
En cambio, una televisión OLED 8K puede doblar o incluso triplicar ese precio. Por no hablar de que su stock en multitud de tiendas es inexistente. Sí, existirán las diferencias que hemos dicho, pero el bolsillo lo podría agradecer a la larga.
¿Debería comprar un televisor 8K?
Siendo sinceros, es todavía demasiado pronto. Un televisor 8K presenta multitud de mejoras y la tecnología no para de avanzar. De hecho, Samsung presentó recientemente su nueva gama de televisores con multitud de mejoras.
Todavía no se ha recorrido suficiente en el camino de la tecnología 8K, lo que hace que los televisores sean caros. Sí, os hemos presentado algún modelo, como el Samsung QE55Q700T que roza los 1.500 euros. Pero otro televisor de la misma marca, con las mismas prestaciones (exceptuando que es 4K) y pulgadas, puede salir por la mitad de precio, como ocurre con el modelo Q60T, que se puede encontrar por 722 euros.
Estamos hablando de conseguir una calidad casi idéntica por la mitad de precio. Además, no todos los ámbitos han abrazado los 8K aún. Las consolas Playstation 5 y Xbox Series X promocionan ahora que consiguen los 4K reales. El 8K todavía no se plantea para las consolas de sobremesa.
Lo mismo ocurre con los servicios de streaming. HBO, Netflix, Disney +, Amazon Prime Video… Ninguno ha establecido la resolución 8K en su contenido de manera general. Acabará sucediendo con el tiempo, pero todavía no ha ocurrido.
Adquirir un televisor 8K ahora se traduce en gastar mucho dinero para una tecnología que todavía no se ha desarrollado del todo. Tener un televisor 8K ahora, significará tener que adquirir uno nuevo en unos años, cuando se haya asentado la tecnología.
Por no hablar la diferencia económica entre una tele 4K y una 8K. Por resumirlo de alguna manera, el 8K con pantallas QLED y OLED es lo más alto a lo que se puede aspirar hoy día. Eso incluye precios de varios miles de euros, e incluso decenas de miles según diagonal, que no todo el mundo puede permitirse por una resolución que el mercado todavía no ha adoptado plenamente todavía.
Hemos podido ver como un QLED de Samsung de 82 pulgadas costaba 4.555 euros y un OLED de LG llegaba a los 23.999 euros. Ambos llegan a la resolución 8K, pero son dos precios desorbitados.
Es el equivalente a un coche superdeportivo o una mansión en las afueras. Si te lo puedes permitir y lo vas a aprovechar, adelante, sin duda. Pero hay que tener claro que a corto plazo, los 8K no se van a aprovechar, dado que no es una tecnología asentada en los medios audiovisuales. En el momento en el que se ofrezca el (k de manera generalista en la televisión, servicios de steaming y videojuegos, las pantallas serán más baratas y más útiles.
En resumidas cuentas, esperar sería la mejor opción para adquirir un televisor 8K. Si se necesita ahora un televisor, la mejor opción es la resolución 4K, que está funcionando de manera general y que ha avanzado mucho en los últimos años, teniendo un coste mucho menor.
Esperamos que vuestras preguntas hayan obtenido respuesta con este reportaje. Ahora que tenéis toda la información, es el momento de tomar una decisión.
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