Los científicos advierten que muchas especies marinas están huyendo del ecuador terrestre y trasladándose a otras zonas más cercanas a los polos y que podría provocar una distribución de la vida oceánica, algo históricamente previo a una extinción masiva de especies.
El agua tropical en el ecuador terrestre cuenta con la mayor diversidad de vida marina de todo el planeta, con arrecifes de coral, grandes agregaciones de atunes, tortugas marinas y tiburones ballena, e históricamente, por la naturaleza de nuestro ecosistema, las especies marinas disminuyen a medida que se dirigen hacia los polos.
Pero el cambio climático, que entre otras cosas está provocando un aumento de las temperaturas, está empujando a un éxodo masivo de todas estas especies marinas más allá del ecuador, y así lo ha avisado un equipo de investigadores australianos de las universidades de Auckland, Queensland y Sunshine Coast.
El informe publicado en The Conversation augura que podríamos estar a las puertas de un evento de extinción masiva por la alteración del ecosistema derivada de los organismos que huyen del ecuador y que se dirigen al nuevo lugar donde se estén estableciendo. No obstante los científicos aclaran que esto mismo sucedió hace 252 millones de años, y en esa ocasión el 90 % de todas las especies marinas murieron.
Para llegar a esta conclusión, los científicos rastrearon la distribución de casi 49.000 especies diferentes en todo el océano para ver hacia donde se dirigían con el aumento de las temperaturas en el ecuador.
Y es que si bien naturalmente la distribución de la vida oceánica se parece a una curva de campana con solo unas pocas especies cerca del polo norte y del polo sur, ahora ya no es tan uniforme como antes.
El principal problema, es que cuando la vida marina que se ha trasladado del ecuador a otras zonas cercanas a los polos, se convertirían al mismo tiempo en especies invasoras que estarían compitiendo con otras especies por comida, espacio y otros recursos, y como no habría alimentos para todas estas especies, muchas morirían y desaparecerían por completo.
Esto provocaría un efecto dominó sobre el resto de las especies, y también sobre la vida humana, y es que hoy día la alimentación de especies marinas representa gran parte de la dieta del ser humano y cualquier variación de la misma podría afectar a millones de comunidades en todo el mundo.