Si alguna vez has soñado con rodar con tu coche por encima de las olas del mar, esto es lo más cerca que estarás de cumplir ese sueño. Demasiado cerca…
A lo largo de todo el mundo podemos encontrarnos con infinidad de carreteras peculiares… y peligrosas. Las hay que bordean barrancos, que tienen más curvas que rectas, o que sufren todo tipo de inclemencias climáticas. Pero ninguna se parece a Passage du Gois, la carretera sumergida.
Passage du Gois o el Paso del Gois es una carretera de 4,5 Kilómetros que une la isla de Noirmoutier en Barbâtre (Francia), con el continente, en la localidad de Beauvoir-sur-Mer, en Vandea.
La lógica nos dice que una carretera que llega a una isla tiene que cruzar el mar. La peculiaridad del Paso del Gois es que está al nivel del mar, y durante varias horas al día… debajo de él. Es una de las pocas carreteras sumergidas del mundo. Puedes verla en este vídeo:
En las horas de bajamar, con la marea baja, los coches pueden circular con relativa normalidad, para llegar a la isla por carretera.
Pero en la pleamar, cuando sube la marea, dos veces al día, la carretera se sumerge entre 1,3 y 4 metros bajo el agua. Como se ve en el vídeo, es habitual que muchos coches queden atrapados porque la marea sube más rápido de lo que esperaban, y acaban flotado en la orillas.
Como muestra esta foto, algunos tramos tienen estacas en los bordes del camino para que los conductores rezagados puedan ver el recorrido cuando el agua comienza a borrar la carretera. También se pueden ver las torres que hay diseminadas por toda la zona:
Estas torres, que en algunos tramos son un simple poste con escaleras y en otros con una plataforma en lo alto, están pensadas para los conductores y traseúntes que se quedan atrapados con la subida de la marea.
En los tramos en donde la carretera se sumerge hasta los 4 metros no les queda más remedio que abandonar el vehículo a su suerte y subirse a una de estas plataformas, para no ahogarse.
Los lugareños tienen muy controlados los horarios de las mareas, pero muchos turistas han quedado atrapados, pese a que cruzar todo el tramo lleva poco más de 5 minutos. Pero la marea sube muy rápido en la bahía de Bourgneuf.
Parece incomprensible que el Paso del Gois haya estado abierto durante años. Por suerte en 1971 se construyó el Puente de Noirmoutier, que permite llegar a la isla sin peligro.
Pero hay que dar un rodeo y es más largo, así que muchos conductores aún siguen utilizando esta peligrosa carretera, para ahorrar tiempo.
Curiosamente en 1999 una etapa del Tour de Francia cruzó el Passage du Gois, pero el asfalto mojado provocó numerosas caídas, incluyendo la del favorito Alex Zülle.