Hay una nueva criptomoneda que está creciendo en el mercado a un ritmo frenético y cuyo objetivo inicial poco tiene que ver con las demás criptodivisas. ¿Sabéis qué es FIL y Filecoin? Os lo contamos.
En los últimos meses el valor de la criptomoneda FIL ha crecido un 300% hasta conseguir entrar en el Top10 de las criptodivisas con Bitcoin y Ethereum el pasado 1 de abril. Este éxito se lo debe en parte al furor que está generando en países como China, pero ¿qué tiene esta criptomoneda que no tienen las demás?
FIL es la criptomoneda nativa que se utiliza en Filecoin, una red blockchain que es al mismo tiempo una red peer-to-peer para almacenar archivos a largo plazo y de manera segura. Es decir, Filecoin ofrece a los usuarios la posibilidad de alquilar espacio de almacenamiento en los ordenadores de los mineros de esta red, los cuales obtienen recompensas económicas por almacenar estos datos y reforzar su ciberseguridad.
El fundador de esta nueva criptodivisa también es el responsable de IPFS (InterPlanetary File System). Juan Benet creó esta red con la intención de transformar la forma en la que se almacenan todos los datos que generamos en internet, y este objetivo se ha extendido en Filecoin. Por ejemplo, la Fundación Filecoin anunció a principios de abril la donación de 50.000 de sus tokens FIL, con un valor de más de 10 millones de dólares (en ese momento) a Internet Archive, para mejorar su biblioteca de contenidos.
La idea es pasar de un sistema dirigido por grandes compañías que cobran una suscripción por almacenar y proteger esos datos o que consiguen los beneficios de la publicidad, a conseguir un sistema descentralizado donde todos los ordenadores conectados forman una gran centro de datos.
De esta forma, Filecoin e IPFS son protocolos complementarios para almacenar y compartir datos en esta red distribuida. Ambos sistemas son de código abierto. El hecho de que sea software libre permite agregar funciones de cifrado y mejorar la ciberseguridad que protege los datos, estar en constante desarrollo.
Así nos encontramos con varios protagonistas:
Eligen el minero que más les conviene, por espacio de almacenamiento, servicio y precio y llegan a un acuerdo con él. Mientras dure el acuerdo deben pagar lo que se conoce como tarifas de almacenamiento para que el minero siga guardando y protegiendo esos datos.
- Los mineros de almacenamiento:
La minería en Filecoin funciona de manera bastante diferente a la del resto de criptomonedas. En lugar de aportar potencia computacional, los mineros aportan capacidad de almacenamiento donde guardan los datos de los clientes con los que han llegado a un acuerdo.
Estos mineros cobran la tarifa de almacenamiento que han acordado con sus clientes cada vez que envían, de forma periódica, una prueba criptográfica para verificar el almacenamiento a largo plazo de esos datos.
Por otro lado, los mineros pueden conseguir más dinero gracias a las recompensas que genera la propia red blockchain al crear un bloque nuevo en la cadena, con lo que se imprime un nuevo token. Estas recompensas son directamente proporcionales a la cantidad de espacio de almacenamiento que se aporta a la red en ese momento.
- Los mineros de recuperación:
Representan las venas de esta gran red de almacenamiento distribuida. A ellos se les paga por ofrecer almacenamiento caché o potencia de computación con la que acelerar las transferencias de datos. El ancho de banda de estos mineros, y su latencia y proximidad con los clientes, determinan su capacidad para cerrar acuerdos de recuperación en la red y cobrar la tarifa de recuperación.
Para reforzar la seguridad y eficacia de la red, aquellos mineros que no ofrezcan un buen servicio, se retrasen en la entrega de pruebas de verificación o cometan alguna infracción pueden recibir penalizaciones.
Un nuevo sistema descentralizado y lejos de las empresas principalmente estadounidenses
En este sistema de almacenamiento se pueden guardar todo tipo de archivos y datos, incluso los NFTs que están tan de moda ahora mismo. No es de extrañar que Filecoin esté teniendo tanto éxito ahora mismo, su propuesta trata de solucionar uno de los principales problemas de internet, la falta de espacio de almacenamiento para la enorme cantidad de datos que se generan en la red cada año.
Así lo explicaba Marie Tatibouet, jefa de marketing de Gate.io, un exchange de criptomonedas a CoinTelegraph: «Los datos son el commodity más valioso hoy en día, y hay una carrera por descubrir métodos más baratos y eficientes de almacenarlos«.
Aún así, gran parte del éxito llega desde el mercado chino donde se han llegado a ver carteles en el metro publicitando Filecoin. También hay rumores que afirman que los funcionarios del gobierno chino están fomentando casi oficialmente la minería de Filecoin, pues una solución descentralizada de almacenamiento en la nube encajaría con los planes del Gobierno Comunista para crear una infraestructura de Internet propia.
Incluso, la red social más popular en el país, WeChat, permitiría realizar pagos con esta criptomoneda. Según datos de CoinGecko, al 9 de abril, Huobi representaba casi el 40% del volumen de comercio de 24 horas de Filecoin, una empresa de intercambio de criptomonedas fundada en China con oficinas a ambos lados del océano pacífico.
El resultado es la creación de un mercado altamente competitivo en el que los mineros luchan por ofrecer los mejores servicios de almacenamiento y ciberseguridad a cambio de este token o criptomoneda que, de tener éxito la red, cada día tendrá más valor. Atrás quedarían, posiblemente, servicios como Google Drive, Dropbox, Apple Cloud…o puede que ambos ecosistemas convivan juntos.