Microsoft ya se encuentra desplegando una solución del lado del servidor para solventar todos los últimos fallos reportados en Windows 10.
Una de las actualizaciones más problemáticas que se han lanzado a lo largo de este mes de abril es una que afectaba al rendimiento de videojuegos en ordenadores con Windows 10, un problema que ha estado denunciando la comunidad de gamers durante estas últimas semanas y que hacía inviable disfrutar a máximo rendimiento a títulos como Doom Eternal, Red Dead Redemption 2 o Warzone, entre otros.
Microsoft, en las últimas horas, ha reconocido los problemas con la actualización acumulativa KB5001330, que además de traer mal rendimiento a juegos también causaba reinicios continuos o incluso la pantalla azul de la muerte.
Primero los de Redmond han confirmado que, efectivamente, la actualización KB5001330 está afectando al rendimiento de los equipos en un pequeño conjunto de usuarios, en concreto describiéndolo como “un rendimiento inferior al esperado al disfrutar de juegos en pantalla completa, modo de ventana sin bordes y configuración de dos monitores”.
La solución a estos problemas de rendimiento con los juegos ya se está implementando a través de una actualización del lado del servidor. Esto quiere decir, que esta solución desactivará de forma automática el nuevo código que se introdujo en las actualizaciones problemáticas.
De esta manera, si tienes el ordenador conectado a la servicio de Windows Update, Microsoft deshabilitará de forma remota los cambios de código y devolverá el código original que estaba funcionando bien.
Esta actualización del lado del servidor se ha empezado a desplegar de forma gradual comenzando por este fin de semana, con lo que es probable que ya lo tengas. La mejor manera de forzar esta actualización de lado del servidor es irte a actualizaciones de Windows 10, darle al botón de buscar actualizaciones y ya está.
No se te descargará ninguna actualización, pero tu ordenador se conectará con la nube de Windows Update, y revertirá los cambios en el código.