Los ayuntamientos podrán cobrar tarifas más altas de aparcamiento a los vehículos de mayor tamaño a partir de este año. Se penalizará a los que más contaminan y a los que más ocupan.
Las pegatinas sobre contaminación no será la única clasificación por la que los conductores pueden ver limitaciones a la hora de circular. La DGT está enviando las medidas de anchura, altura y longitud de los coches para que los ayuntamientos tengan estos datos en cuenta para administrar las tarifas de aparcamiento.
La subdirectora de Vehículos de la DGT, Susana Gómez, anunció esta nueva medida en el webinar organizado por EY Mobility Center sobre Innovación y nuevas tecnologías en automoción. Al aparcar en zona pública, el parquímetro tendrá en cuenta el tamaño de nuestro vehículo para cobrarnos más o menos tarifa.
Hasta ahora la contaminación ha sido la principal cualidad para penalizar a unos vehículos frente a otros en carretera. Las pegatinas ambientales de la DGT fomentan el uso de vehículos más respetuosos con el medioambiente y ayudan a reducir la contaminación en ciudades. Una medida que también se va a aplicar a los más voluminosos, que suelen estar entre los más contaminantes como los SUV de gran tamaño con motor térmico.
Los datos de volumen de los diferentes coches se integrarán en el sistema de parquímetros de cada ayuntamiento para que a final de año se pueda empezar a administrar diferentes tarifas. dependerá de cada ayuntamiento el tipo de recaudación que se haga con esta información.
Las berlinas y monovolúmenes tradicionales han perdido cuota de mercado en los últimos años, pero han dado paso a los SUV de hasta 7 plazas que las familias utilizan más grandes utilizan para desplazarse y suelen entrar en la franja de coches particulares más contaminantes. Ahora pagarán por el nivel de contaminación y de espacio ocupado.
La DGT se suma así a otras iniciativas presentadas en países europeos como Inglaterra. Transport for London, el organismo regulador del tráfico en Londres, ha establecido un plan para ir eliminando furgonetas de reparto con menos sistemas de ayuda a la conducción (ADAS), al constatar que el número de accidentes de estas flotas se había incrementado. Así otorgan entre una y cinco estrellas a cada vehículo según su equipación de elementos ADAS, dejando fuera de la circulación a los de menor puntuación cada año.