Diseñada por un osteópata esta silla arquitectónica busca evitar los dolores crónicos de espalda que provocan las largas jornadas de trabajo sentados de mala manera.
El ser humano se ha vuelto sedentario, una gran parte de la población mundial pasa más de 12 horas del día sentados: en los coches, en el trabajo, en el sofá o comiendo. Nos pasamos la vida sentados, pero esta no es la postura para que la que se diseñó nuestra columna vertebral. Las humanos nacimos para esta de pie, como descendientes del Homo erectus, esto es lo que persigue la silla Hesed.
Aquellos que sufran dolores de espalda habrá indagado por internet en algún que otro momento las diferentes recomendaciones y estilos de silla que proponen la comunidad médica y los fisioterapeutas. A pesar de la diversidad de opciones que se barajan, mantener la espalda recta y estar el menor tiempo posible sentados por completo son objetivos que la mayoría comparten.
Hay personas que han probado a trabajar directamente de pie con escritorios que permiten regular su altura, otras apostaron por las fitball que vemos en todos los gimnasios y que obligan a mantener el equilibrio haciendo pequeños ejercicios mientras trabajamos. La nueva silla Hesed es una evolución de estas propuestas.
El osteópata Simon Freedman, decidió crear una silla para corregir todos los problemas de espalda que veía en su consulta, en la que sentarse fuera menos dañino. El resultado es una silla que por su diseño no arece muy cómoda, pero que pretende serlo al mismo tiempo que nos mantiene en buena forma.
En la página web se promociona como «la única silla diseñada para aliviar el dolor de espalda crónico y mejorar activamente su salud y bienestar«. Su enfoque principal son las almohadillas negras en el asiento, separadas para que cada grupo de músculos de los gluteos se mueva de forma independiente, como cuando estamos de pie.
Inclina ligeramente hacía adelante la pelvis, el cuerpo está haciendo pequeños ejercicios de equilibrio que permiten mantener en forma piernas, muslos y la espalda recta y fuerte. De esta forma, el respaldo solo se usa en casos puntuales cuando queremos recostarnos un segundo a descansar, con seis bolas de masaje para la columna vertebral. Además, se puede nivelar según nuestra altura.
David Phelan, redactor en Forbes, ha podido probar la silla Hesed: «te hace sentir que estás sentado inclinado un poco más hacia adelante de lo que normalmente lo haces, pero sin la sensación de que te subes a un taburete«. «Aquí, la posición sentada se vuelve completamente normal» explica.
Al estar medio de pie, medio sentado es posible que necesitemos levantar el escritorio para tener teclado y monitor a la altura correcta. Esa altura es fundamental para que la adaptación a esta silla sea cómoda y rápida, pues también pueden surgir dolores de espalda hasta que aprendemos a sentarnos al «estilo hesed». Esta silla acaba de presentarse en Reino Unido por 595 libras, unos 688 euros al cambio.