Tras sacar a la luz en el Perú el último volumen de su autobiografía, titulado “Permiso para retirarme. Antimemorias III”, el libro de Alfredo Bryce Echenique aterriza ahora en España. El lanzamiento se convirtió en una excusa para que el autor peruano hable sobre uno de sus recuerdos más dolorosos.
Publicado bajo el sello de la editorial Anagrama, el tercer título de sus memorias trata sobre los amores que granjeó a lo largo de sus 81 años e incluye, según comentó en entrevista al diario El País, “algún capítulo muy triste”.
Bryce Echenique se refirió a su estancia en Montpellier (Francia), a principios de los años 80, cuando su entonces esposa falleció luego de un accidente. “Ella murió estando encinta de mi hijo. Estuve un año entero en el hospital, algún tiempo sin dormir”, dijo.
Fue un periodo difícil para el autor de “Un mundo para Julius”, que en su autobiografía está escrito “con desesperación, casi”. “Me ha sido difícil escribir sobre aquello. Esto ha sido la ocasión de deshacerme de recuerdos tan duros. Ha sido como la letanía final, como el último adiós”, indicó.
Sin embargo, tras varias décadas de acontecido este hecho, Bryce Echenique sostuvo que la escritura le ayudó a librarse de ese “bulto que uno arrastra, que nunca te abandona”. “Por eso he querido sacar cuentas con recuerdos antiguos y dolorosos”, puntualizó.
“UN MUNDO PARA JULIUS” DE VISITA
En 1970, “Un mundo para Julius” salió a la luz y, de inmediato, se convirtió en uno de los títulos imprescindibles en la obra de Alfredo Bryce Echenique y la literatura hispanoamericana. Una novela que, según el narrador, lo vuelve a “visitar” en sus “antimemorias”.
“El proceso de escritura me hundió en el pasado, fue hundirme y hundirme. Y escribir me levantó de ahí. Ahora soy bastante feliz. Satisfecho. No olvido nada de lo vivido. Visito ciudades para ver a los amigos que tengo en ellas. Y visito a amores que quedan (…) Ahora vivo enamorado de mis recuerdos, nada más”, aseguró.
Por otro lado, Bryce Echenique señaló que le hubiese gustado llegar antes a Lima. “Me demoré mucho en volver, pero es que fui muy feliz en Europa”, manifestó. Y comentó que suele mezclar sus recuerdos de sus residencias europeas en Barcelona, Madrid, Perugia y Montpellier.
Actualmente, el escritor aseveró que dentro de él siente un clima de “verano” que, en Lima sin embargo, “está demorando mucho”. “El cielo está cubierto de nubes. Lima tiene cielo panza de burro. Y eso me falta, el verano. El tiempo de fuga, el mar, la infancia, la adolescencia, el balneario… Por ahí deambula Julius, claro que sí”, concluyó.