Los AirTag tienen un grosor que impide que se lleven en las carteras de manera cómoda, pero un usuario ha querido poner fin a esto y ha transformado el gadget de Apple en una tarjeta.
El gadget de moda en lo que va de mes es el AirTag, estos localizadores de pequeño tamaño llegaron hace poco para intentar que los usuarios de iPhone pudiesen encontrar las llaves en caso de pérdida. Pero otro objeto o complemento que suele perderse a menudo son las carteras y aunque los AirTag tienen un tamaño sumamente contenido, su grosor impide que se puedan colocar dentro de una cartera sin deformarla.
Eso sí, que el diseño de Apple sea de esta manera no cohíbe a los usuarios para probar formatos nuevos. Un usuario ha decido desmontar su recién adquirido AirTag para luego convertirlo en una tarjeta que colocar dentro de su cartera y así poder tenerla siempre ubicada en caso de pérdida.
Antes de empezar con el desmontaje duro lo que hizo este usuario fue retirar la tapa que sujeta la pila de botón que alimenta al AirTag, con la pila fuera lo siguiente que hizo fue levantar la siguiente tapa para poder acceder a la placa base. Para levantar esta tapa se ayudó de pinzas y tuvo el suficiente cuidado como para no romper nada.
Teniendo la placa base visible lo que hizo fue elevar la temperatura hasta los 65 grados Celsius para que el pegamento que sujeta esta placa se disolviese y así poder retirarla sin que sufra ningún daño. Con la placa base retirada comprobó que todo seguía funcionando correctamente y al ver que era así, empezó a planear el nuevo cuerpo recipiente del AirTag.
Eso sí, tuvo la necesidad de soldar dos cables de alimentación para así poder colocar la batería a cierta distancia de la placa base. Al contar con una impresora 3D lo que hizo fue diseñar un nuevo receptáculo tanto para la circuitería como para la batería, este nuevo cuerpo tiene forma de tarjeta y tiene un grosor de solo 3.2 milímetros. Es decir, que habría reducido el grosor en 4.8 milímetros.
No creemos que haga falta decir que este proceso daña de manera permanente el encapsulado del AirTag y que al modificar su diseño, se pierde la garantía por parte de Apple. Es un experimento curioso, aunque solo es recomendable para aquellos usuarios que quieran echarse unas horas cacharreando y sepan que el resultado puede no ser el que esperan.