Estos fueron los primeros coches eléctricos de Porsche | Motor

Las mecánicas eléctricas llevan presentes desde hace mucho más de lo que pensamos, y Ferdinand Porsche fue muy importante en su desarrollo ya en el siglo XIX.

La movilidad eléctrica está cogiendo día tras día más fuerza, asentándose cada vez con más diligencia y ocupando a buen ritmo el lugar de los coches de combustión. Dado que las marcas están insistiendo con esta alternativa en la actualidad, parece que estamos hablando de una tecnología completamente contemporánea, pero lo cierto es que esconde mucha más historia de lo que pensamos.

Prueba de ello es Porsche, marca que, ya a finales del siglo XIX se decantó por intentar hacer que la energía eléctrica fuese la encargada de mover las ruedas. Bueno, no exactamente Porsche, pero sí el señor Ferdinand Porsche, quien en 1898 dejó al mundo boquiabierto.


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La historia de Porsche con los coches eléctricos

Fue concretamente en 1898 cuando Porsche presentó el Egger-Lohner C.2 Phaeton, más conocido como simplemente P1. Se trataba de un coche eléctrico que rodó por las calles de Viena un 26 de junio de 1898, consagrándose así como uno de los primeros eléctricos del mundo. Un año más tarde, ya estaba disputando su primera carrera, concretamente una prueba que se disputaba a 40 kilómetros de Berlín para medir el rendimiento de los coches eléctricos.

Esta la ganó con 18 minutos de diferencia respecto al anterior participante, y además el P1 destacó por registrar el menor consumo de energía. Pero Ferdinand Porsche quería más, y el segundo vehículo eléctrico que fabricó llegó en el año 1900.

Se trataba del Lohner-Porsche, que fue presentado en la Feria Mundial de París. Este coche contaba con una importante innovación, ya que cada rueda delantera escondía un motor de 2,5 CV a 120 rpm. Dichas ruedas giraban en el sentido del eje, lo que permitía prescindir de pesadas transmisiones y engranajes, logrando una eficiencia del 83%.

Estos motores estaban alimentados por una batería de plomo de 44 celdas, con 300 amperios y 80 voltios, que ofrecía una capacidad energética de 24 Kwh y pesaba 410 kilogramos. Además, el Lohner-Porsche contaba con una autonomía de 50 kilómetros y podía alcanzar una velocidad máxima de 37 km/h.

Ese mismo año llegó el Semper Vivus, el primer híbrido funcional del mundo que utilizaba un motor de combustión encargado de accionar un generador para suministrar energía a los motores eléctricos. La versión de producción fue bautizada como Mixte, y era capaz de alcanzar una velocidad también de 37 km/h. Además, Ferdinand Porsche logró varios récords de velocidad en carretera en Austria y la victoria en el Rallye Exelberg.

Un siglo más tarde hizo acto de presencia el Porsche 919 Hybrid ideado para las 24 Horas de Le Mans. Y hoy en día pulula en el mercado el incombustible Porsche Taycan, pionero de la movilidad eléctrica moderna en la marca y que asienta las bases de una gama electrificada que llegará paulatinamente.

Este artículo fue publicado en Top Gear por Javier López.

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