Ha llegado el día y la velocidad en ciudad ha cambiado para implantarse el nuevo límite de 30 km/h, pero ¿conoces los motivos?
Si nos lees habitualmente, ya sabrás que los límites de velocidad en las ciudades españolas han cambiado. Tras meses de avisos y comentarios sobre cómo sería la nueva situación en nuestras ciudades, ha llegado el día y desde hoy tendrás que circular a una velocidad distinta si te mueves por entorno urbano.
Los cambios en la velocidad no han sido traumáticos, simplemente es una reducción en algunas vías, tal como explicamos anteriormente. Esta modificación surge con el objetivo de hacer más seguras las calles y reducir la siniestralidad existente, sobre todo al demostrarse que los incidentes con una velocidad menor disminuyen de forma marcada la mortalidad.
En líneas generales, ahora se podrá circular a estas velocidades en función de la vía: 20 km/h cuando se disponga de plataforma única de calzada y acera, 30 km/h en un único carril por sentido de circulación y 50 km/h en vías de dos o más carriles por sentido de circulación. Nada extraño y casi no hará falta memorizarlo al realizarse un esfuerzo por cambiar las señales de tráfico en las ciudades.
Aunque son fáciles de entender los motivos que han llevado a la DGT ha realizar este cambio, y se lleva un tiempo circulando con estas velocidades en algunas ciudades, se están tratando de explicar los argumentos que hay detrás.
Un ejemplo de los principales motivos lo podemos encontrar en algunos tuits que han compartido en la cuenta de la DGT. Este de ayer que os mostramos explica la situación:
Seguramente no convencerán todos los argumentos a todos los conductores, como puede ser el del ruido o la contaminación, pero el que se refiere a la mortalidad en atropellos es de bastante peso y se ha reiterado durante la campaña para concienciar.
Tal como compartió la DGT en su revista, «Se reduce un 80% el riesgo de fallecer como consecuencia de un atropello. Si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h el riesgo es de un 10%; si la velocidad es a 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva al 90%«.
En todo caso, se esté de acuerdo con el cambio o se piense que ralentizará demasiado las ciudades, da lo mismo y habrá que atenerse a estas normas desde hoy mismo. Ahora queda por ver cómo se adecúan los conductores y si dentro de un tiempo se ve reflejado en las estadísticas un descenso en los accidentes, tal como se espera que ocurra.