realme entró muy fuerte en el mercado y se han ido manteniendo como una de las mejores opciones en la gama media, sobre todo, gracias al lanzamiento de móviles muy interesantes gracias a su gran relación calidad/precio.
Y no lo han hecho copiando la estrategia de una Xiaomi que ofrece una o dos características punteras en sus terminales, pero comprometiendo otros apartados, sino apostando por un equilibrio total en todos y cada uno de los aspectos.
Sin sorprender y sin cambiar demasiado respecto a la generación anterior, un realme 7 que nos gustó, llega el realme 8, y este es nuestro análisis.
realme 8 | |
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Pantalla | Panel SuperAMOLED de 6,4″ | Refresco de 60 Hz | Resolución FullHD+ de 2.400 x 1.080 píxeles | Pico de 1.000 nits | Muestreo de 180 Hz |
Procesador | Helio G95 |
RAM | 8 GB LPDR4x |
Almacenamiento | 128 GB UFS 2.1 | Ampliable mediante microSD |
Cámaras traseras | Principal de 64 Mpx f/1.8 | Gran angular de 8 Mpx f/2.25 y 119º | Macro de 2 Mpx f/2.4 | Lente blanco y negro de 2 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 16 Mpx f/2.45 |
Batería | 5.000 mAh | Carga de 30 W |
Conectividad | 4G |
Dimensiones y peso | 160,6 x 73,9 x 7,99 mm | 177 gramos |
Sistema | Android 11 + realme UI 2.0 |
Precio | Desde 199 euros |
Apartados del análisis del realme 8:
Creado para llamar la atención y muy cómodo en el día a día
Como es habitual, vamos a empezar el análisis del realme 8 hablando del diseño, ya que es algo que, irremediablemente, llama la atención. Tenemos un móvil con unas líneas bastante conseguidas que podríamos considerar como esos nuevos «compactos», con muchísimas comillas, gracias a su altura de 160,6 milímetros.
Tiene un grosor de 8 milímetros, un ancho de 73,9 mm y el peso se queda en los 177 gramos. Es muy cómodo de usar con una sola mano, pero también es un terminal cómodo de transportar. Y ese peso se consigue gracias a los materiales.
Sí, tenemos plástico en la trasera y en los laterales, pero es un plástico que me ha gustado y que no da la sensación de ser… barato.
En la trasera mantiene una identidad, ya que el módulo de cámaras es clavado al del realme 8 Pro, pero en lo que acabados se refiere pasamos de un plástico con textura a este acabado más pulido en el que tenemos dos diseños y que… sí, es tremendamente sucio.
Las huellas se quedan marcadas enseguida en el color que tenemos nosotros y vais a tener que estar limpiando cada dos por tres para que luzca bien. Eso sí, si sois de los que ponéis fundas, realme incluye una en la caja, la típica funda transparente de silicona.
Los laterales simulan el aluminio y me gusta el tacto, así como la colocación de los botones del lateral derecho. Están en una ubicación cómoda y tenemos tanto el de bloqueo como el control de volumen en ese lateral.
La parte superior solo tiene un micrófono, en el lateral derecho encontramos la ranura de doble sim y SD para expandir el almacenamiento, todo a la vez, y en la parte trasera, con acabado plano, tenemos el jack de 3,5 milímetros, USB-C, el único altavoz y otro micrófono.
Es un diseño bonito, aunque sucio, pero al final esto va por barrios y es una opinión totalmente subjetiva. Lo que sí tiene algo más de base es que el agarre es cómodo gracias a los laterales curvados de la trasera y en la mano es un móvil que bien podría costar 100 euros más, ya que se siente como tal.
60 Hz, sí, pero el panel AMOLED se ve muy bien en todo tipo de tareas
En diseño, los realme 8 rompen totalmente con la generación anterior, que eran algo más premium a simple vista, pero también podían pasar más desapercibidos al no contar con un diseño, la verdad, diferenciador.
En pantalla y en el interior, la cosa no cambia tanto y vemos a una realme más continuísta. Si se hacen las cosas bien, no es malo, ojo, pero está claro que podíamos esperar algo más teniendo en cuenta que los 90 Hz se han asentado como el mínimo en prácticamente cualquier gama. Y que la competencia directa -Xiaomi- hace gala de esos 90 o 120 Hz en el mismo rango de precio.
De un panel IPS bien calibrado con 90 Hz de refresco del realme 7, pasamos a un panel AMOLED bien calibrado a 60 Hz. El cambio en fluidez, evidentemente, se nota, y prefiero la experiencia de los 90 Hz, pero la verdad es que realmeUI 2.0 tiene unas animaciones bastante pulidas, pero ya hablaremos de eso.
La resolución es de 2.400 x 1.080 píxeles, lo que se traduce en una densidad de 411 píxeles por pulgada en sus 6,4″. El panel tiene una barbilla considerable y, de hecho, ocupa ‘solo’ el 83,3% del frontal y el orificio ubicado en el lateral izquierdo tampoco es el más pequeño de su categoría, pero bueno, en el día a día, para consumir contenido es un móvil muy recomendable.
Me parece que la pantalla está bien calibrada, pero en ajustes de pantalla vais a poder configurar un modo intenso P3 o suave sRGB. Yo tengo el modo intenso porque creo que es el más adecuado para consumir contenido, pero esto también va en gustos.
Los gestos funcionan de manera precisa, tenemos ese efecto OSIE que mejora los colores en algunos contenidos y aplicaciones y el brillo es muy, muy alto. realme nos habla de 1.000 nits y lo que nos hemos encontrado en nuestra medición es un brillo de 672 Lux de media con una desviación de 8,88 Lux.
La conclusión es que se ve muy bien tanto en interiores como en exteriores y el sensor de brillo automático me ha parecido que funciona de manera correcta. No he tenido que toquetear manualmente el brillo al entrar en una tienda o algo así.
Pese a los 60 Hz, el muestreo es de 180 Hz y en juegos la verdad es que la experiencia es muy buena. Echo en falta, obviamente, los 90 Hz, pero no puedo decir que la experiencia sea mala jugando, ni mucho menos. Y sí, es un móvil muy barato y el panel es mucho mejor que el IPS de la generación anterior, pero está claro que, por pedir, nos gustarían esos 90 Hz, pero entendemos que el precio es el que es.
Y hay algo que no es habitual en este rango de precio, hablo de la huella bajo la pantalla. Con el paso de las actualizaciones, realme ha dejado muy fino el sensor óptico, aunque no es el más rápido y, además, creo que está en una posición demasiado baja.
También vais a poder desbloquear el móvil con el rostro y necesitamos algo de luz en la estancia, pero es un desbloqueo muy rápido, cómodo y preciso.
Y el apartado de consumo se completa con el sonido. Tenemos solo un altavoz, sí, pero tiene un muy buen volumen y, aunque le falta algo de pegada en los graves, es una buena experiencia para música, vídeos y juegos.
Además, siempre podéis acoplar unos cascos Bluetooth, USB-C… o con jack de 3,5 milímetros con el jack en esa parte inferior, que me parece la posición ideal.
realmeUI 2.0 y Helio G95 van de la mano para garantizar una buena experiencia
Diseño más llamativo, mejor autonomía y mejor pantalla, pero mismo SoC que en la generación anterior. Creo que le habría ido bien un procesador más nuevo, pero entiendo que realme ha querido mantener el Helio G95, del que ‘tendrán’ muchísimas unidades de la generación anterior, para mantener el precio de este terminal.
Y no es un mal SoC, ni mucho menos, ya que MediaTek se ha puesto las pilas con estas últimas generaciones y tanto los Dimensity como el G95 son chips que rinden a un gran nivel y que ya no son tan glotones con la batería como lo eran las generaciones anteriores.
Se trata de un SoC de ocho núcleos en el que dos son Cortex-A76 a 2,05 GHz y los otros seis son el A55 a 2 GHz. Tenemos configuraciones de 4, 6 y 8 GB de almacenamiento y nuestra versión es la de 8 GB. El rendimiento es muy bueno y os dejamos los test sintéticos:
realme 8 | realme 8 Pro | Redmi Note 10 Pro | realme 7 | Oppo Reno 4Z | Oppo reno 4 Pro | Redmi Note 9T | Redmi Note 9 Pro | Redmi Note 9S | |
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Procesador | MTK G95 | SD 720G | SD 732G | MTK G95 | Dimensity 800 | SD 765 | Dimensity 800U | SD 720G | SD 720G |
Geekbench 4 Single | 2.581 | 2.647 | – | 2.551 | 2.525 | 2.844 | – | 2.639 | 2.638 |
Geekbench 4 Multi | 6.821 | 6.902 | – | 7.612 | 8.696 | 7.237 | – | 6.997 | 6.978 |
Geekbench 5 Single | 535 | 568 | – | 537 | 518 | 598 | 601 | 567 | 564 |
Geekbench 5 Multi | 1.717 | 1.707 | – | 1.678 | 2.161 | 1.765 | 1.794 | 1.768 | 1.709 |
3D Mark | 2.762 | 2.596 | – | 2.810 | 3.284 | – | – | 2.499 | 2.466 |
AnTuTu | 355.548 | 287.264 | 290.775 | 291.085 | 309.446 | 323.134 | 294.894 | 262.461 | 249.809 |
PC Mark | 10.083 | 8.999 | 8.186 | 9.690 | 7.720 | 7.803 | 8.780 | 7.772 | 7.473 |
Como veis, en los ‘numeritos’, el Helio G95 está a la altura, y eso se traduce en el día a día en una experiencia muy buena con prácticamente todo tipo de aplicaciones. Apps pesadas en las que vamos a editar foto y vídeo, pero también casi todos los videojuegos, se mueven a la perfección.
He estado muy cómodo jugando a Asphalt 9 o Call of Duty Online, pero al final el ‘benchmark’ gaming, el Crysis de los móviles, es Genshin Impact. Y sí, aquí notamos que el rendimiento no es el mejor.
Se calienta un poco más de la cuenta por la parte trasera, tenemos algunos bajones de frames y sí, podemos bajar parámetros gráficos para jugar a una mejor tasa, pero está claro que en este juego se pone a prueba el SoC y vemos que tenemos un móvil que parte de los 180 euros.
En apps del día a día, como digo, la experiencia es perfecta y los tiempos de acceso a las apps no están mal. Tenemos memoria UFS 2.1 y los resultados son los esperables, aunque creo que aquí también deberíamos haber visto un saltito a UFS 2.2.
Rendimiento de memoria | realme 8 | realme 8 Pro | Redmi Note 10 Pro | Redmi Note 9 Pro | Poco X3 | Realme 7 |
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Escritura secuencial | 157,31 MB/s | 167,72 MB/s | 209,29 MB/s | 102,88 MB/s | 200,24 MB/s | 145,95 MB/s |
Lectura secuencial | 457,41 MB/s | 239,25 MB/s | 415,19 MB/s | 420,32 MB/s | 495,76 MB/s | 233,69 MB/s |
Escritura aleatoria | 8,33 MB/s | 14,78 MB/s | 19,38 MB/s | 19,29 MB/s | 14,73 MB/s | 17,19 MB/s |
Lectura aleatoria | 13,17 MB/s | 11,84 MB/s | 17,25 MB/s | 14,06 MB/s | 19,03 MB/s | 14,89 MB/s |
Velocidad de copia en memoriia | 5,01 GB/s | 4,89 GB/s | 4,83 GB/s | 4,75 GB/s | 4,76 GB/s | 4,9 GB/s |
Ahora bien, sin el último hardware disponible, tenemos una muy buena experiencia de usuario gracias a la capa de personalización. Contamos con realme UI 2.0 sobre Android 11 y es un sistema al que te tienes que acostumbrar.
Es de las capas más completas actualmente y, además, no resulta pesada para el hardware, pero del mismo modo que ColorOS, vais a necesitar un par de días de adaptación para encontrar todo lo que ofrece el software.
Es una capa pulida, estable, rápida, colorida, muy personalizable y que se está convirtiendo en mi favorita.
Encontramos añadidos como la barra lateral de accesos directos y tenemos algo llamado ‘realme LAB’ que nos permite descargar funciones ‘beta’ del sistema que cuentan con un código lo suficientemente estable como para que podamos descargarlas sin ser desarrolladores, pero que nos permiten echar un vistazo a características que se añadirán en el futuro.
Se nota que hay trabajo por parte de los ingenieros de la marca y no he tenido ninguna experiencia desagradable en estas semanas de uso. Bien por realme en este sentido porque sí, un móvil puede llegar con fallitos en su lanzamiento, pero se deben solventar rápidamente y, además, el móvil debe funcionar correctamente en cuanto lo sacamos de la caja. Y, ahí, cumple a la perfección.
5.000 mAh con carga rápida que dan la talla
En la autonomía sí vemos un salto hacia adelante. Pese a sus 8 milímetros de grosor, tenemos una batería de 5.000 mAh que rinde muy, muy bien. Sí, el G95 consume más que el equivalente de Qualcomm porque el proceso de fabricación y los circuitos no son tan sofisticados, pero lo cierto es que no me puedo quejar, en absoluto, de la experiencia que me da en el día a día.
Con brillo automático, muchas notificaciones, alguna que otra partida a CoD Online (sobre todo) fotos, mucho uso de redes sociales y YouTube, llego al final del día con unas 8 horas de pantalla, lo cual es un buen dato y, además, podría iniciar el día siguiente sin problemas, aunque tocaría cargarlo a media mañana.
En el test sintético con el brillo al 100 tengo 9 horas 37 minutos de pantalla, más que las que tuve con el realme 8 Pro con sus 4.500 mAh.
Y de la carga no hay mucho que decir, ya que esperaba exactamente lo que he obtenido. realme está incluyendo cargadores buenos y rápidos en sus terminales y tenemos un cargador de 33 W incluido en la caja que permite cargar el 50% en 28 y el 100% en 72 minutos.
Un usuario que no exija tanto a su terminal seguro que puede llegar a los dos días de uso con una sola carga sin demasiado problema.
Buen procesado de color en el principal y tres objetivos de relleno
Lo hemos dicho en varios teléfonos de gama media-baja y, cuando un terminal ofrece buena pantalla, buena autonomía y buen rendimiento, generalmente el apartado en el que se nota el tijeretazo es el fotográfico. Y el realme 8 no decepciona en lo que a seguir esta tendencia se refiere.
Tenemos una aplicación estable que nos permite guardar archivos en RAW, que tiene una buena organización y modos creativos y que ofrece de manera cómoda la opción de disparar a resolución completa, 64 megapíxeles.
El sensor principal pasa de los 108 Mpx del realme 8 Pro a esos 64 megapíxeles que, en modo automático, nos ofrecen fotos de 16 megapíxeles. Con una buena condición de luz se nota el toque del procesado de realme.
Las fotos tienen vida, los colores son un pelín saturados, pero hay nitidez, buenas texturas y son imágenes que podemos usar perfectamente en redes sociales o como recuerdo. Prácticamente cualquier móvil hace buenas fotos con buena luz, pero el trato de realme está un puntito, en mi opinión, por encima de la media.
Podemos hacer un zoom digital 2x que ofrece un resultado decente, pero en el 5x se notan las costuras. Y también notamos que el sensor baja el rendimiento en condiciones de baja luz o en interiores cuando las cosas se ponen difíciles.
El software aplica, o esa es mi sensación, un ‘denoise’ agresivo que hace que el efecto acuarela aparezca en algunas texturas, pero el balance de blancos me parece correcto, así que eso hay que reconocérselo.
El gran angular cuenta con 8 megapíxeles f/2.3 y podemos decir que cumple. Es un gran angular de 119º que corrige bien la distorsión y la aberración cromática, pero que presenta unos colores algo lavados y que… bueno, me parecen muy diferentes a los que logramos con el sensor principal.
Esto suele ser lo habitual, pero el cambio es demasiado grande.
Los otros dos sensores son los que solemos considerar como de relleno. Son dos sensores de 2 megapíxeles f/2.4 uno para la profundidad en retratos y otro para el macro. El macro tiene mucho ruido. y no es un sensor que apetezca utilizar porque las fotos no son nada llamativas.
En la parte frontal tenemos un sensor de 16 megapíxeles que. gestiona bien el balance de blancos. y que hace un retrato correcto en su gama.
Y en el vídeo tenemos 4K30 como máximo con un modo estable a 1.080p. Aquí hay que elegir la estabilidad del 1.080p o la nitidez del 4K, pero las dos cosas no se pueden tener all mismo tiempo.
Los colores son vistosos, pero si nos ponemos puristas, demasiado saturados.
Pese a ser conservador, se planta como uno de los mejores gama media baratos de 2021
Llama la atención por su llamativo diseño, pero realmente, el realme 8 no destaca en nada y, precisamente, hace de eso su mayor virtud. No tiene ningún punto estrictamente fuerte, pero tampoco presenta carencias, siendo un dispositivo de lo más equilibrado.
La pantalla está realmente bien en su precio, siendo un panel AMOLED brillante, con buen contraste y ángulos de visión generosos, que presume de colores y que, aunque tiene un refresco de 60 Hz, ofrece una buena experiencia en el día a día gracias a un software muy pulido.
El Helio G95 acompaña y ofrece un buen rendimiento con sus 5.000 mAh que nos dan para más de 8 horas de pantalla y la carga de 30 W es espectacular. Y las cámaras… pues sí, no son las mejores, pero la principal ofrece un buen procesado.
Está pegándose con el Redmi Note 10S como el móvil más recomendable por menos de 250 euros y estoy convencido de que ningún usuario que apueste por él se arrepentirá.