Sencillez y funcionalidad son las principales características que se asocian con los móviles de gama baja como el realme C21. La familia C de realme es la línea más modesta de todo su catálogo, móviles que luchan por ofrecer todo lo posible manteniendo un presupuesto muy ajustado.
El realme C21 llega así a nuestro país y es fácil distinguir cuáles van a ser sus puntos fuertes, destacando una batería de 5.000 mAh que nos promete olvidarnos del cargador. También el diseño consigue un efecto bonito con materiales simples y parece cómodo.
Sin embargo, hay otros aspectos que no podemos valorarlos hasta que llevemos un tiempo poniendo cada uno de sus elementos a prueba. ¿Podrá su procesador y cámaras mejorar lo que otros modelos ya ofrecen en este rango de precio? Vamos a verlo.
realme C21 | |
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Dimensiones | 165,2 x 76,4 x 8,9 mm | 190 g |
Pantalla | 6,5 pulgadas | 20:9 |
Procesador | MediaTek Helio G35 |
RAM y Almacenamiento | 4 GB de RAM y 64 GB de Almacenamiento |
Cámara Frontal | 5 Mpx |
Cámaras Traseras | Principal 13 Mpx | Monocromático | Macro |
Batería | 5.000 mAh |
Conectividad | Dual SIM | 4G | WiFi 5 | Bluetooth 5.0 | NFC | Micro USB | minijack |
Sistema Operativo | Android 10 + realme UI |
Precio | 139 euros |
Índice del análisis del realme C21:
Comodidad y estilo luminoso en un diseño que aparenta más de lo que es
Dentro de la sencillez que presenta este terminal, su fabricante no ha querido olvidarse del diseño y darle un toque diferencial. Es verdad que el realme C21 es un móvil básico si estridencias, aún así, su color metalizado y el dibujo trasero le confieren un aire resultón.
A pesar de sus 5.000 mAh de batería en el interior, el C21 no es un móvil excesivamente grueso y pesado. Manejarlo con una mano es fácil, y utilizarlo durante largo rato no resulta cansado. Los bordes semicurvos ayudan a que el terminal se pueda sujetar con seguridad y es de agradecer que la carcasa no sea resbaladiza.
Tampoco las cámaras sobresalen mucho por fuera de la carcasa trasera, por lo que podemos afirmar que no es un teléfono que se caiga con facilidad o presente un riesgo de rotura elevado. De todas formas, es aconsejable vestirlo con una buena funda si queremos que nos dure intacto mucho tiempo.
Las cámaras en posición de cuadrícula están al lado del lector de huellas, todo está decorado por una carcasa de plástico con dibujo triangular y relieve. En este análisis hemos probado el modelo azul, un tono claro metalizado con mucho brillo.
Ese estilo continua en los bordes con el mismo color y una línea curva que los atraviesa. Ahí tenemos los botones, la ranura para las tarjetas SIM y el conector microUSB y minijack de los que hablaremos más adelante en el apartado de Conectividad.
Pantalla HD+ de 6,5 pulgadas que mantiene el tipo a pesar de su sencillez
Pasamos a la parte frontal en la que tenemos la pantalla y un notch curvo con la cámara frontal. El panel es de buen tamaño, de 6,5 pulgadas, rodeado de bordes no muy gruesos salvo en la barbilla que podría haber sido más fina.
Estamos hablando de un panel LCD con resolución HD+ (1600 x 720 píxeles) que presenta una densidad de píxeles muy baja, solo 270 ppp. Esto implica que es más fácil percibirlos en las imágenes, aunque no tanto como para dificultar la experiencia de uso de la pantalla.
Igualmente no podemos esperar una calidad muy alta de los contenidos, pues esta pantalla no es compatible con el estándar HDR que nos ofrece una amplia variedad de colores para mostrar imágenes más realistas. En general, la experiencia es básica pero buena, lo que si supone un problema bastante molesto es su tendencia a marcar todas las huellas.
Mientras la carcasa trasera es limpia y resiste a la grasilla de nuestras manos, la pantalla hay que limpiarla con asiduidad. Los fabricantes suelen aplicar técnicas y tratamientos para que estas pantallas no se impregnen de la suciedad de nuestros dedos, pero el realme C21parece ser un imán para esta suciedad, que es difícil de quitar.
No todo son quejas, como ya hemos dicho la experiencia de la pantalla no es tan mala para ser un terminal de bajo presupuesto y su sistema de brillo automático funciona muy bien. Casi no nos hemos acordado de él, al no tener que corregir el nivel de brillo. En días muy luminosos puede no tener mucha fuerza para competir con el sol, pero en términos generales ha cumplido con su objetivo.
También contamos con ajustes de pantalla acordes al modelo, para limitar el uso de luz azul por las noches y reducir la fatiga visual, así como otras funciones que permite dividir la pantalla o crear accesos directos, entre otras funciones que encontramos en la mayoría de móviles actuales.
MediaTek Helio G35, un rendimiento que da poco de sí
Detrás del funcionamiento y fluidez de la pantalla está el procesador del realme C21. Analizando el terminal nos topamos con un chip MediaTek Helio G35, con litografía de 12nm y ocho núcleos Cortex A53 a 2,3 GHz. Se trata de un viejo conocido de los móviles de gama media, lo hemos visto en el realme C11 y el Redmi 9C de Xiaomi presentados a mediados de 2020.
Los 4GB de memoria RAM y los 64 GB de almacenamiento interno le dan un poco más de empuje, pero no el suficiente para que le demos buena nota al rendimiento de este smartphone. Los trompicones al pasar de una aplicación a otra o el movimiento entrecortado del scroll son notables y hacen que la experiencia de uso se vuelva incomoda en determinados momentos. Las pruebas de rendimiento reafirman esta experiencia.
realme C21 | Moto E7 Plus | Vivo Y20s | POCO M3 | Huawei P Smart 2021 | |
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Procesador | MediaTek Helio G35 | SD 460 | SD 460 | SD 662 | Kirin 710A |
Geekbench 4 Single | 887 | 1.276 | 1.310 | 1.516 | 1.432 |
Geekbench 4 Multi | 4.080 | 4.726 | 4.795 | 5.458 | 5.355 |
Geekbench 5 Single | 162 | 253 | 258 | 314 | 299 |
Geekbench 5 Multi | 960 | 1.188 | 1.148 | 1.326 | 1.336 |
3D Mark OpenGL | 455 | 855 | 862 | 1.164 | 1.077 |
AnTuTu | 112.116 | 143.172 | 153.553 | 184.237 | 162.247 |
PC Mark | 5.762 | 6.706 | 5.922 | 6.028 | 6.391 |
Suponemos que los usuarios que se planten comprar este modelo, pueden venir de una experiencia peor con móviles y procesadores más antiguos, por lo que notarían una mejoría. Aún así, el rendimiento de este teléfono deja bastante que desear.
Hemos tenido que soportar algún que otro bloqueo y en tareas no muy exigentes, así que os podéis hacer una idea de las dificultades a la hora de enfrentarnos a un videojuego o alguna otra actividad más pesada, como editar un pequeño video para publicar en redes sociales, incluso en videollamadas nos enfrentamos a problemas técnicos. Es verdad, que son momentos puntuales, que con paciencia se van solventando y el día a día se hace llevadero, pero no es una de las cualidades más notables de este móvil.
Realme UI y Android 10, funciones y aplicaciones para todos los gustos
Esta potencia de rendimiento tiene que trabajar con Android 10 y realme UI, un software muy completo y fácil de utilizar, pero algo pesado. El fabricante ha querido darle algo más de sabor a la receta de Google, que ya es bastante completa de por sí.
El fabricante nos ofrece funciones de sobra para silenciar el teléfono y que no nos moleste en momentos puntuales. También tenemos configuración para que la luz de la pantalla no moleste a los ojos si pasamos mucho rato mirando el móvil. Incluso, cuenta con realme Share para compartir documentos con otros móviles de forma más rápida.
Podemos personalizar en gran medida el estilo de nuestro móvil con temas dinámicos, iconos de las aplicaciones que más nos gusten y muchas más opciones que encajan dentro de lo que ofrece la mayoría de smartphones de esta gama. Es un sistema operativo al que es fácil acostumbrarse y no abruma con demasiadas opciones.
En la capa de personalización desarrollada por realme tenemos bastantes aplicaciones de la marca que son igual de útiles que las de Google, como la calculadora, el gestor de archivos o el reloj y otras de terceros que nos sobran como Facebook. También vienen preinstaladas las aplicaciones de Google, por eso decimos que es un cajón de apps bastante pesado.
Una de las pegas principales de este software es que el peso de la capa de personalización anula la ligereza de Android. Las aplicaciones y funciones que realme ha querido ofrecer con este terminal ocupan buena parte de la capacidad de almacenamiento, espacio que perdemos para guardar fotos o juegos.
Siempre es posible liberar ese espacio eliminando el mayor número de aplicaciones posibles, sobre todo ese bloatware que viene preinstalado y que no estamos usando. Todas esas aplicaciones que no hemos pedido, en su mayoría, puedes desinstalarse y así nos quedará un móvil más ligero. O, claro, ampliar el espacio de almacenamiento con una tarjeta microSD.
Sistemas biométricos
Ya que estamos hablando del sistema operativo del realme C21, vamos a detenernos un momento para hablar de sus opciones seguridad biométrica. Podemos utilizar el lector de huellas dactilar junto a las cámaras o el reconocimiento facial.
Para no ser un móvil muy grande, cuesta llegar al lector de huellas. El sensor está muy pegado a las cámaras y con el dedo índice a veces es complicado alcanzarlo. De todas formas, incluso apoyando solo la mitad de la huella, el móvil se desbloquea. No es el sensor más rápido que hemos probado pero es funcional.
Por el otro lado, el reconocimiento facial sí se toma su tiempo, estos sistemas suelen ser menos seguros que los lectores de huellas y fallan con más frecuencia si no tenemos buena luz, como le pasa al del realme. Salvo algunos móviles premium que usan sensores láser y otros parámetros, el resto puedes ser engañados con facilidad, algo que indican los propios fabricantes.
Cuatro cámaras para hacer fotografías de día
Damos el salto a uno de los apartamos más relevantes a la hora de analizar un teléfono. Es verdad que no todo el mundo le da la misma importancia a las cámaras de su móvil, pero se han convertido sin duda en el recurso principal para sacar una foto, muy por encima de las cámaras tradicionales.
Las tenemos siempre cerca y son fáciles de usar, por eso es importante tener un conjunto de sensores y lentes que nos vaya a dar buen juego durante los próximos años que nos acompañe un terminal. No obstante, las especificaciones del realme C21 ya nos indican que va a ser difícil conseguir una calidad considerable. Aún así, no hay que juzgar antes de probar.
En la parte trasera, este teléfono cuenta con un sensor principal de 13 Mpx y apertura f/2.2. Le siguen dos cámaras de 2 Mpx cada una, y apertura f/2.4. La primera se encarga de las fotografías macro a los detalles más pequeños, mientras que la tercera es un sensor monocromático para mejorar la profundidad de los retratos. Por delante, tenemos una cámara de 5 Mpx y f/2.2, vamos a ver qué consiguen.
Es una configuración muy básica, a la que no podemos pedir grandes alardes. No obstante, sí podemos premiar el diseño de la aplicación, sencilla y fluida. El realme C21 no tienen muchas funciones de fotografía y video, pero están las justas y bien colocadas, a simple vista para encontrarlas rápido y utilizarlas con leves movimientos. Eso sí, puede que necesita alguna actualización, a veces resulta complicado activar algún botón, como si no detectara el dedo, podría ser un fallo de la pantalla.
Pero vamos al meollo del asunto, el resultado fotográfico del realme C21. De día las imágenes presentan buena iluminación y un rango de colores amplío y realista. Los 13 Mpx se defienden en fotografía de paisajes con luz y detalles, pero las fotos no se pueden ampliar mucho si no queremos empezar a percibir los píxeles por su baja resolución. Esto es algo que se puede evitar con los móviles de gama media-baja que ofrecen sensores de 48Mpx.
No obstante, puedes conseguir unas fotos con colores vivos, contrastes y definición en términos generales, por lo que para aquellos usuarios que no le den mucha importancia al apartado fotográfico de su móvil, esta es una opción más que aceptable.
Para los días de mucho contraste, luces muy claras y zonas muy oscuras, el HDR ayuda a suavizar esa intensidad y nivelar la luz de la fotografía. Es verdad que no hace un trabajo muy fuerte, solo reduce las sombras y las luces un poco, lo justo para que veamos la imagen mejor, pero nada más. Fijaros en el alerón de este estadio de fútbol, como cambia la sombra de una imagen a otra.
También se puede apreciar muy bien como define las nubes grises de este día lluvioso en las siguientes fotos. Los arboles consiguen un tono más intenso y se aclaran las partes más oscuras. Aquí quizás el efecto sea más dramático y fácil de ver.
Tampoco hay que olvidarse del filtro para intensificar los colores, un efecto de postprocesado de la imagen que consigue avivar las tonalidades. No es un recurso muy común si no queremos que las fotos parezcan de Instagram, forzadas y antinaturales, pero en determinados momentos puede ser de gran ayuda para dar fuerza a una fotografía un tanto sosa.
Una vez la luz se ha ido, las cámaras tienen una mayor dificultad para conseguir imágenes nítidas y equilibradas. Se nota mucho más ruido en la fotografía, con detalles borrosos. En este caso, podemos recurrir al Modo Noche que suele solucionar esos fallos, pero el del realme C21 nos genera dudas.
Por un lado, es verdad que define los objetos de la imagen, consiguiendo una escena más nítida, las formas se marcan más y se perfilan. Sin embargo, las zonas oscuras no se perciben más claras y se nota una intensificación de los tonos tirando más a cálidos, las farolas se vuelven más amarillas y la fotografía adquiere una tonalidad más rojiza.
Cambiando de tema, no tenemos gran angular en este móvil, pero sí un zoom de 4 aumentos digitales y una cámara macro. Detalles tan pequeños como el relieve de un moneda de un céntimo salen se pueden capturar con esta cámara. El resultado es bueno, pero es necesario hacer la foto en una zona muy bien iluminada, aún así se percibe algo de ruido en la imagen.
En cuanto a las fotos realizadas con zoom, los 4 aumentos no permiten acercarnos a objetos muy lejanos, pero ayudan. En el siguiente ejemplo se puede ver como la imagen comienza a quedar un tanto borrosa.
Os dejamos aquí una galería con algunas imágenes para que comparéis la calidad de las fotografías. Si queréis consultar las pruebas con su calidad original, os dejamos un enlace a una carpeta con todas las muestras.
Dejamos las tres cámaras traseras para pasar al frontal y poner a prueba los selfies que consigue este terminal. Son fotos también con buen rango de colores y definición. A estas fotos podemos sumarle el efecto belleza que es muy sencillo, lo justo para difuminar alguna imperfección que no nos guste y el efecto retrato.
El desenfoque en la cámara frontal puede conseguir un buen efecto si lo usamos con sutileza, pero si elegimos el nivel máximo veremos como aparecen fallos notables en el recorte, y en zonas donde parece difícil no perfilar con precisión.
En la imagen superior podéis ver la diferencia entre una toma y otra y como el pelo queda muy recortado o con trozos de fondo si difuminar. En este caso hemos sacado la imagen más conseguida, pero ha hecho falta hacer varias tomas para que el efecto fuera lo más natural posible. Definitivamente es una de las peores funciones que tiene el sistema de cámaras del realme C21.
Por último, está la grabación de video sin estabilización a penas. Los vídeos en movimiento son una auténtica montaña rusa, por lo que resulta imprescindible importante grabar con cuidado y mover la mano lo menos posible. La resolución más alta es de 1080 píxeles y 30 frames por segundo.
Autonomía para aburrir, pero sin carga rápida
Como era de esperar los 5.000 mAh son una fuente de energía casi inagotable en este terminal. A un smartphone tan sencillo como este le cuesta agotar una batería tan poderosa, lo que supone una ventaja para el usuario. Con una carga podemos llegar fácilmente a los tres días de autonomía.
Esta cualidad depende, evidentemente, del uso que hagamos del terminal. Si estamos todo el tiempo utilizando la pantalla con el máximo de brillo, obtendremos menos horas de autonomía, pero con un uso medio, que es lo que nosotros hemos hecho durante los días que hemos tenido a prueba el terminal, nos hemos podido olvidar del cargador cómodamente.
Es, sin duda alguna, la principal cualidad de este modelo, aunque como es comprensible todo llega a su fin y cuando la batería se agota empiezan los problemas. realme no ha equipado este móvil con un sistema de carga acorde a la enorme batería que utiliza. Para cargar por completo el realme C21 deberás esperar 3 horas casi exactas.
Lo bueno es que si tienes mucha prisa, con una hora puedes tener la mitad de la batería cargada. Es un candidato perfecto para acabar dejando el móvil cargando toda la noche y así evitar sustos en medio de la calle o cuando debes salir corriendo para el trabajo, aunque con 5.000 mAh uno espera no tener que tomar esta decisiones. Por eso, es importante que las baterías crezcan en proporción con sus sistemas de carga.
Conectividad aceptable, sonido cuestionable
Los fallos en el apartado de la batería son similares a los del apartado de conectividad. El realme C21 os ofrece un simple micro USB, un conector antiguo que no alcanza la misma velocidad de transmisión que el USB-C que ya se considera un estándar afianzado en la industria. Los móviles de gama baja pecan en este aspecto con más frecuencia de la que nos gustaría.
Los usuarios que apuestan por estos modelos tan sencillos y baratos quizás no quieran tener las mejoras cámaras o el procesador más rápido para jugar a los últimos videojuegos, pero cualidades como tener un buen conector USB, WiFi y NFC son aspectos esenciales para que el teléfono sea un producto duradero y eficaz.
De todas formas, el teléfono tiene WiFi 5, Bluetooth 5.0 y NFC. Estándares dentro de lo razonable, aunque no sean los más modernos, pero que funcionan bien y nos permiten realizar una gran variedad de actividades con el teléfono como pagar en un supermercado. No esperábamos menos.
También cuenta con bastante espacio en la ranura SIM. Este realme permite integrar dos tarjetas SIM junto a una microSD para ampliar el espacio de almacenamiento, recordemos que solo tenemos 64 GB, no está mal, pero se puede quedar corto si queremos guardar muchas fotos, videos y música sin usar servicios en la nube.
En otro de los bordes del móvil, junto al puerto microUSB encontramos el minijack para conectar los auriculares de cable, aunque en la caja no vamos a encontrar ningún auricular. En el mercado se ha popularizado prescindir de este complemento, una sutil técnica con la que animar al usuarios a comprar unos auriculares de cable o inalámbricos que la mayoría de fabricantes de móviles ya tiene en sus catálogo.
Tampoco verás el altavoz en ese extremo inferior, realme ha optado por colocarlo en la parte trasera, en la carcasa. Posición complicada por la que es fácil taparlo con el dedo al sujetar el teléfono o si lo dejamos encima de una mesa boca arriba para no rayar la pantalla. De todas formas, la calidad es muy buena cuando no lo tapamos, el volumen es bajo y según se sube, da saltos importantes hasta ser estridente, no hay una progresión suave.
Realme C21, un móvil básico que se queda justo frente a la competencia
Después de todo este repaso por cada uno de los aspectos del realme C21, toca replantearse si este móvil cuenta con más puntos positivos que negativos para que su compra por 139 euros merezca la pena por encima de otros terminales. Como solemos decir, la respuesta a esa pregunta depende más de la persona que está valorando su compra que de nosotros, que simplemente te guiamos para que tengas la mayor información para tomar esa decisión.
Está claro que los puntos fuertes del realme C21 son la batería de 5.000 mAh que nos ha dado más de 3 días de autonomía y su diseño llamativo y cómodo. Pero con excepciones, porque no contamos con una buena carga rápida para poner a punto esa batería de gran tamaño, y el diseño tiene ciertos fallos como la colocación del altavoz en la parte trasera.
El uso de un micro USB tampoco es algo que nos haya entusiasmado. Aunque, sin duda, su principal problema es el rendimiento, algo por debajo de lo esperado, incluso para un terminal de este rango. Hay que tener en cuenta que en este análisis el Helio G35 de MediaTek está acompañado de la configuración más alta, existe otra de 3 y 32 GB que no incluye NFC y cuesta solo 109 euros, que posiblemente tenga un rendimiento menor.
La pantalla con resolución HD+ no es el mejor panel, pero ha estado a la altura. Es evidente que para vender un móvil con un precio bajo hay que elegir componentes más sencillos. Aún así, se queda un poco corto si lo comparamos con otros modelos que ya hemos visto en los últimos meses.
Por ejemplo, las cámaras del realme C21 son básicas y se defienden principalmente de día, pero por el precio de 109 euros puedes comprar ahora el Motorola E7 Plus que tiene un sensor de 48Mpx y características muy similares al de realme. Es ahí donde reside el problema este móvil, en el que realme ha propuesto un terminal bueno y aceptable, pero por el mismo precio o un poco más puedes conseguir salvar algunos de sus principales errores.