SawStop es una tecnología que usa sensores inteligentes para detectar la proximidad de los dedos a la cuchilla de una sierra, y detenerse en 5 milisegundos.
Basta con hacer un rápido sondeo en cualquier carpintería o fábrica de muebles, para descubrir a algún trabajador al que le falta algún dedo, o ha sufrido cortes importantes con las sierras eléctricas.
Estas herramientas son peligrosas porque para usarlas hay que acercar las manos peligrosamente a una sierra que gira a 5.000 rpm, y un leve descuido puede hacer que te quedes sin dedo…
Esto no ocurre con una tecnología llamada SawStop, capaz de detectar la proximidad de un dedo, diferenciarlo de la madera, y detener la sierra en 5 milisegundos, diez veces más rápido que un airbag. Puedes ver cómo funciona en este vídeo:
La teoría que hay detrás de SawStop es muy fácil de entender, aunque no es nada sencillo ponerla en práctica.
Lo más espectacular es que la hoja diferencia la madera u otro objeto, de un dedo o una mano, sin usar cámaras de reconocimiento o inteligencia artificial.
Lo que hacen las sierras con SawStop es enviar un pequeño voltaje constante a la hoja de la sierra. Cuando un dedo u otra parte del cuerpo se acerca peligrosamente a ella, como el cuerpo humano es conductivo, absorbe esta electricidad. Esto no ocurre con la madera y otros objetos, por eso con ellos la hoja no se detiene.
Un microprocesador instalado en las sierra detecta el cambio de voltaje y activa un mecanismo de pistón situado en un cartucho, que libera un freno de aluminio, deteniendo la sierra en solo 5 milisegundos.
Es una tecnología muy eficaz, que ha salvado miles de dedos de profesionales, en los últimos 20 años.
El único hándicap que tiene es que el freno de aluminio queda destruido por la sierra (en ocasiones, incluso la propia hoja de la sierra), y hay que cambiarlo con cada uso.
Cada cartucho cuesta alrededor de 75 euros. Es un precio elevado, pero merece la pena si con ello se evita un accidente.
Puedes saber más sobre SawStop en su página web.