En Estados Unidos ya hay supermercados en los que no es necesario llevar mascarilla si estás vacunado contra la COVID-19.
Está claro que en Estados Unidos se han seguido una serie de políticas muy distintas a las europeas en cuestiones como el uso de las mascarillas. Empezaron a ser obligatorias más tarde y en función de cada Estado se ha tenido mayor laxitud, pero parece que con las vacunas ha empezado su desaparición, al menos en algunos establecimientos.
En este momento ya hay supermercados en Estados Unidos que permiten hacer la compra sin mascarilla ni otra protección en caso de estar vacunado. Estos son por ahora Walmart, Cotsco y Trader Joe’s, al menos entre los más conocidos, pero probablemente habrá bastantes más.
No es este el único avance que se está viendo al respecto, ya que es una política que también afecta a los empleados: si han sido vacunados podrán desempañar su trabajo sin mascarillas, aunque estén manipulando alimentos.
El caso de la conocida cadena Walmart resulta especialmente curioso, según apuntan en Food Retail. Estos enormes supermercados fueron de los primeros en exigir la mascarilla, pero también están siendo de los primeros en quitarla y además ofrecen un bono a los empleados que se vacunen, 75 dólares en concreto.
De todas formas, es una opción personal al no obligarse a nadie a quitarse la mascarilla si no se quiere. Los vacunados podrán seguir llevándola el tiempo que lo deseen, sobre todo teniendo en cuenta cómo se multiplican las posibilidades de contagio en espacios cerrados o los días que tarda en hacer efecto la vacuna, además de las precauciones personales que quiera tomar cada uno.
En función de cada supermercado existe un protocolo distinto en cuanto a justificar el estar vacunado. Al ser elección de las empresas privadas, seguirán sus propios caminos, pero lo más importante es que la sensación de estar dejando atrás al virus empieza a surgir.
En España todavía no se ha avanzado al respecto y se espera que primero lleguen los cambios en este sentido a los espacios abiertos. Puede parecer lejano todavía el momento en el que se haga la compra sin mascarilla, pero quizá no sea tanto como pensamos.