Las pantallas de los móviles son cada vez más grandes, pero no todos los usuarios se encuentran cómodos con estas diagonales que predominan en las gamas más top, y deben renunciar al máximo rendimiento a favor de una mayor comodidad de uso.
Las marcas, siempre atentas a las tendencias de uso, han empezado a ofrecer versiones de sus móviles más top pero con un formato más compacto. Un ejemplo lo encontramos en el Asus ZenFone 8 que hoy analizamos.
Asus ZenFone 8 viene equipado con el hardware más potente del momento en una diagonal de pantalla de menos de 6 pulgadas y por un precio más contenido que sus rivales. Desde 599 euros puede comprarse el modelo más básico, situándose justo por debajo de rivales como el Galaxy S21—que analizamos aquí— y muy cercano a los OnePlus 9 –aquí tienes su análisis– pero con un formato todavía más compacto.
Asus ZenFone 8 | |
---|---|
Pantalla | 5,9″ AMOLED E4 | Full HD+ (2.400x 1.080 píxeles) | 120 Hz adaptativa | Formato 20:9 | 800 nits (pico de 1.100 nits) | 445 ppp |
Dimensiones | Peso | 148 x 68,5 x 8,9 mm | 169 gr |
Procesador | Snapdragon 888 5G | Adreno 660 |
RAM | 6, 8 o 16 GB LPDDR5 |
Almacenamiento | 128 y 256 GB | UFS 3.1 |
Cámara trasera | 64 Mpx (f/1.8) | Gran angular 12 Mpx (f/2.2) |
Cámara frontal | 12 Mpx (f/2.4) |
Batería | 4.000 mAh | carga rápida 30 W |
Software | Zen UI 8 (Android 11) |
Conectividad | 5G (DualSIM) | NFC | Bluetooth 5.2 | Wi-Fi 6 (802.11ax) | USB C | GPS |
Extras | Altavoces estéreo | Huella en pantalla |
Precio | ZenFone 8 con 6 GB y 128 GB por 599 euros | ZenFone 8 con 8 GB y 256 GB por 739 euros | ZenFone 8 con 16 GB y 256 GB por 809 euros. |
Índice del análisis del Asus ZenFone 8 por apartados:
¡Vuelven los compactos de gama alta!
La media de diagonal de pantalla actual se sitúa en torno a los 6,5 pulgadas, lo cual mucha gente ya considera que es un móvil grande y algunos usuarios pueden empezar a encontrar incómodo de usarlo en el día.
Es aquí donde un diseño compacto gana muchos enteros entre un público que no quiere renunciar a un rendimiento de gama alta sin que por ello deba llenarse el bolsillo con un ladrillo enorme y pesado.
En Asus ZenFone 8 es la propuesta más compacta de Android en ese ámbito y lo hace apostando por un móvil de alta gama con unas dimensiones de solo 148 x 68,5 x 8,9 mm y 169 gramos de peso.
Por si un móvil tan compacto no fuera suficiente para mejorar su uso diario, Asus lo ha acompañado con algunos trucos de diseño que hacen que sujetarlo en la mano sea todavía más cómodo.
La curva es una constante en un diseño muy conservador que no arriesga lo más mínimo y emplea viejos trucos de demostrada solvencia, pero muy manidos en la industria de la telefonía, por lo que el resultado puede presentarse como algo soso o carente de personalidad propia.
Encontramos una trasera de cristal Corning Gorilla Glass 3 curvada en los laterales que, en el caso de la unidad que nos ha enviado Asus para este análisis, luce un acabado Horizon Silver con un bonito acabado plateado satinado. También está disponible en color gris oscuro con el acabado Obsidian Black.
A la comodidad de contar con una trasera con laterales curvados se suma, unas esquinas también redondeadas que dibujan una silueta más suave y redondeada.
La trasera se muestra limpia rompiendo la monotonía con la presencia de la marca y modelo en el centro de la trasera. El contrapunto lo pone un módulo de cámaras escorado en la esquina superior izquierda del móvil.
Se trata de un módulo rectangular formado por cámaras situadas en vertical con un flash LED a su lado. El fondo negro de este módulo de cámaras contrasta con la trasera haciendo que destaque algo más, aunque en realidad no es demasiado prominente.
Si nos vamos al borde del terminal encontramos un chasis de aluminio que le aporta robustez. Se trata de un chasis con mucha presencia y, no sabemos si fruto de un efecto óptico derivado de lo reducido de las dimensiones del terminal, nos da la sensación de ser algo más grueso de lo habitual.
A pesar de esa apreciación, los datos hablan por sí mismos y el Asus ZenFone 8 ofrece un grosor de 8,9 mm que lo sitúa en la media de grosor de la gama alta.
Realmente nos encontramos ante un smartphone con unos bordes bastante minimalistas en el que los botones se concentran en el lateral derecho integrando un botón de volumen con muy buen tacto y un botón de encendido muy especial que no solo destaca por su color azul, sino que también ofrece funcionalidad Smart Key para personalizar su funcionamiento.
En la parte superior encontramos un jack de 3,5 mm, mientras que en la parte inferior encontramos la bandeja para las dos tarjetas NanoSIM con soporte 5G, el conector USB de tipo C, un LED de notificaciones y el altavoz inferior.
Este tal vez no sea el lugar más visible para colocar un LED de notificaciones, pero en cualquier caso es un acercamiento a la mejora en la experiencia de uso con un elemento que todavía tiene muchos adeptos.
En el frontal destaca su pantalla plana en la que se aprecian los acabados de gama alta ya que el cristal blindado Corning Gorilla Glass Victus se engasta directamente en el chasis de aluminio proporcionando un paso del borde a la pantalla mucho más agradable, sin marcos ni aristas.
En la esquina superior izquierda de la pantalla se encuentra la perforación en la que se aloja la cámara frontal rodeada por un fino marco metálico que se ilumina en determinadas ocasiones como al activar el desbloqueo facial, o muestra un LED verde junto a ella cuando se encuentra en uso.
Los marcos que recorren todo el perímetro de la pantalla no están todo lo ajustados que nos gustaría encontrar en un móvil que busca reducir al máximo su tamaño. Encontramos unos marcos razonablemente estrechos en los laterales, que duplican su tamaño en la parte superior e inferior.
Esto hace que se reduzca la superficie útil de pantalla dando la sensación de estar ante un smartphone de gama media y no un móvil de gama alta como es este Asus ZenFone 8.
En general, por estética y sobre todo por los materiales utilizados, salta a la vista que nos encontramos ante un móvil de gama alta. Si bien es cierto que a Asus le ha faltado algo de ambición apostando por acabados o diseños más personales, los materiales son de primera calidad y el móvil está muy bien construido.
No nos ha gustado encontrar unos marcos tan poco optimizados en el frontal. Aunque no son excesivamente grandes, sí tienen margen de mejora tratándose de un móvil de gama alta.
Una pantalla que brilla como las grandes, pero que se hace escasa para el contenido
Una de las consecuencias inevitables de hacer un móvil más compacto es que se sacrifica superficie de pantalla en ello, aunque en este caso es lo único que se sacrifica en este panel ya que a nivel de calidad se mantiene en baremos de la gama alta.
El ZenFone 8 de Asus viene con una pantalla AMOLED con calidad E4 de 5,9 pulgadas firmado por Samsung, que ofrece una resolución Full HD+ (2.400 x 1.080 píxeles) con una densidad de 445 ppp y soporte HDR 10+ con una cobertura de hasta 112% del gamut de color DCI-P3.
Esto le proporciona una excelente capacidad de representación del color que resulta perfecto para ver series y películas con un color más fiel a la realidad. Aunque, en esto, el tamaño no acompaña especialmente ya que como es lógico no luce igual de bien que en una pantalla de gran formato.
Desde el menú de Ajustes del Asus ZenFone 8 puedes personalizar el calibrado de Splendid, el gestor de todo el apartado del color de la pantalla, que viene de fábrica con un ajuste ligeramente frío y saturado habitual de los paneles AMOLED , aunque basta con seleccionar un ajuste Natural o Estándar para afinarlo al gusto de cada usuario.
Lo mismo sucede en juegos, donde la calidad de imagen y colores que muestra esta pantalla hacen del Asus ZenFone 8 un móvil muy apetecible para jugar. Sin embargo, una pantalla tan compacta desluce un poco la experiencia de juego, sobre todo si el título cuenta con unos controles táctiles muy expandidos por toda la interfaz, haciendo que los propios dedos del jugador entorpezcan la visión de lo que sucede en pantalla.
En lo que sí se disfruta es en la tasa de refresco de 120 Hz que permite mejorar la fluidez de la pantalla tanto en juegos como durante la navegación o al usar determinadas aplicaciones compatibles, haciendo que los textos y contenidos sean más nítidos al desplazarte por ellos.
Esta tasa de refresco es variable, por lo que el smartphone ajustará la frecuencia en función del soporte de la app para ahorrar algo de batería.
Asus nos habla de una pantalla capaz de ofrecer un buen nivel de brillo y lo corroboran las lecturas que hemos obtenido, con un brillo medio de 786 luxes y un pico de hasta 1.549 luxes al activarse el modo de alto brillo (High Bright Mode) con una desviación media de 3,02 luxes, lo cual confirma que la distribución del brillo es muy homogénea en toda la pantalla.
Este brillo proporciona una visibilidad excelente en exteriores y, con el brillo automático activado, el móvil reacciona de forma casi inmediata a los cambios de iluminación ambiental adaptando su brillo y ahorrando batería sin que hayamos tenido que intervenir para corregirlo.
En resumen, nos encontramos ante una pantalla de muy buena calidad que poco tiene que envidiar a otros modelos de la gama alta de Asus como el Asus ROG Phone 5 que analizábamos aquí hace algunas semanas.
Una resolución de pantalla Full HD+ puede parecer algo escasa para un smartphone de gama alta, pero no debemos olvidar que nos encontramos ante un móvil con una pantalla de 5,9 pulgadas, lo que hace que la densidad de píxeles sea mayor proporcionando un buen nivel de nitidez y definición en las imágenes.
Smartphone pequeño en tamaño pero grande en rendimiento
Si hay algo que sorprende al usar este Asus ZenFone 8 es por el increíble rendimiento que ofrece, que constantemente nos recuerda que nos encontramos ante un gama alta sin complejos en el que se integra el hardware más potente del momento, por mucho que su tamaño haga olvidarnos de eso en muchas ocasiones.
En su interior encontramos un procesador Qualcomm Snapdragon 888 5G, el último y más potente procesador de ocho núcleos de la marca que ha sido fabricado en una litografía de 5 nm que permite ejecutar cualquier aplicación sin compromisos en el rendimiento.
No es la primera vez que probamos un smartphone con este procesador por lo que somos conscientes de su potencial. Hemos de decir que el Asus ZenFone 8 ha cumplido con creces con nuestras expectativas resolviendo sin pestañear la ejecución de todas las aplicaciones que le echen.
El rendimiento que hemos obtenido al ejecutar juegos, tal vez una de las pruebas más duras a las que puede someterse a un móvil, ha sido excelente y nos ha permitido disfrutar de los últimos juegos con la máxima calidad gráfica gracias al buen comportamiento de la GPU Adreno 660 que se integra en este SoC.
Títulos como Asphalt 9, COD: Mobile o PUBG Mobile se ejecutan sin mayores problemas ofreciendo una experiencia de juego fluida y sin tirones. Literalmente, el procesador puede con todo y permite licencias como subir la calidad gráfica en muchos de ellos sin que se comprometa la fluidez en el juego.
Los 16 GB de memoria RAM LPDDR5 que monta la unidad del ZenFone 8 que Asus nos ha enviado para analizar tienen mucho que decir en este buen rendimiento ofreciendo una experiencia muy fluida al cambiar entre aplicaciones e incluso permitiéndose el lujo de conmutar entre juegos.
Una forma de cuantificar este rendimiento es someter al ZenFone 8 a nuestra habitual batería de test sintéticos, donde queda patente su buen rendimiento.
Asus ZenFone 8 | OnePlus 9 | Samsung Galaxy S21 | Zenfone 7 Pro | |
---|---|---|---|---|
Procesador | Snapdragon 888 | Snapdragon 888 | Exynos 2100 | Snapdragon 865+ |
Geekbench 4 Single | 5.052 | 5.043 | 4.801 | 4.626 |
Geekbench 4 Multi | 14.077 | 14.264 | 14.276 | 12.742 |
Geekbench 5 Single | 1.124 | 1.125 | 1.091 | 1.005 |
Geekbench 5 Multi | 3.659 | 3.684 | 3.467 | 3.201 |
Wild Life | 5.742 | 34,40 fps | 5.775 | 34,60 fps | 5.939 | 35.60 fps | 7.885 |
AnTuTu | 722.556 | 715.656 | 651.124 | 639.131 |
PC Mark Work 2.0 | 14.128 | 11.100 | 14.395 | 15.428 |
PC Mark Work 3.0 | 16.387 | 13.511 | – | – |
Las diferentes puntuaciones obtenidas en los benchmarks vienen a confirmar nuestras sensaciones al usar el ZenFone 8, poniendo de manifiesto que nos encontramos ante un smartphone que ofrece un rendimiento lo suficientemente bueno como para codearse con los mejores móviles del momento.
Sin embargo, exprimir al máximo el rendimiento del procesador nos ha servido para confirmar algo que ya sospechábamos: un dispositivo tan compacto con ese hardware tiene dificultades para gestionar la temperatura.
Por pura física, la falta de espacio obliga a reducir el espacio dedicado a la refrigeración y, por tanto, la temperatura se dispara. A pesar de que Asus ha redoblado sus esfuerzos para lograr mantener los mismos valores de temperatura en un espacio mucho más reducido, el calor hace acto de presencia al poco de iniciar juegos o aplicaciones exigentes.
Este calor no se concentra en la parte superior del móvil como acostumbraba a suceder en móviles de generaciones anteriores, sino que se reparte de forma homogénea por todo el chasis que actúa como disipador utilizando toda la superficie del marco externo.
En aplicaciones y juegos poco exigentes el incremento de temperatura no es tan apreciable, por lo que este se limita únicamente a los momentos en los que se le exige el máximo rendimiento al procesador de forma sostenida.
En lo que se refiere al almacenamiento, el Asus ZenFone 8 que estamos analizando viene con 256 GB de almacenamiento interno con soporte UFS 3.1 que optimiza el consumo y la velocidad de acceso a la información.
Asus ZenFone 8 | OnePlus 9 | Samsung Galaxy S21 5G | Zenfone 7 Pro | |
---|---|---|---|---|
Escritura secuencial | 481 MB/s | 501,68 MB/s | 390,92 MB/s | 530,50 MB/s |
Lectura secuencial | 1,09 GB/s | 1,49 GB/s | 745,15 MB/s | 1,46 GB/s |
Escritura aleatoria | 31,20 MB/s | 39,25 MB/s | 37,54 MB/s | 39,47 MB/s |
Lectura aleatoria | 21,17 MB/s | 31,35 MB/s | 16,68 MB/s | 22, 37 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 8,11 GB/s | 10,41 GB/s | 8,92 GB/s | 9,44 GB/s |
A lo que sí renuncia es a la ampliación de memoria eliminando el soporte para tarjetas microSD, algo que debe tenerse en cuenta a la hora de comprar la versión adecuada ya que no podrá ampliarse esa capacidad.
256 GB es capacidad más que suficiente para un smartphone de gama alta de 2021, más teniendo en cuenta que, como veremos en el apartado fotográfico, este procesador permite grabar vídeo en 8K, lo cual requiere una mayor capacidad y velocidad en el almacenamiento.
Zen UI 8, una capa completa que no lastra la experiencia de uso en Android 11
El sistema operativo es un componente muy influyente en la experiencia de uso, y a ello se une el reto de adaptar la experiencia de uso a una pantalla con un tamaño poco habituales.
La capa de personalización de Asus se mueve sobre una base de Android 11 que le sienta realmente bien a este terminal gracias al buen equilibrio que Asus ha aplicado en su interfaz, en la que consigue añadir opciones de configuración para su hardware, pero sin alterar demasiado la estética original de Android.
Zen UI 8 ha apostado por una fórmula que le ha funcionado en anteriores modelos que consiste en no reinventar la rueda y simplemente añadir nuevos apartados en los que pueden aportar mejoras de uso del smartphone y prescindir al máximo de bloatware o cualquier otro elemento que pueda lastrar la experiencia de uso. Sin duda todo un acierto.
En realidad, la propuesta de Zen UI 8 en el ZenFone 8 es bastante similar a lo que encontrábamos en el Asus ROG Phone 5, a excepción de toda la parte gaming que aportaba aquel modelo, pero con algunos añadidos en el apartado de gestión energética y pantalla que permiten ajustar mejor el funcionamiento de la pantalla o ahorrar batería.
En este modelos encontramos todo lo que ofrece Android 11 en sus versiones de stock: Discover a la izquierda de la pantalla de inicio, gestión fácil de dispositivos Bluetooth o sistema de pagos móviles integrados.
Muchas de estas opciones de personalización propias de este Asus ZenFone 8 que mencionábamos las encontramos en el apartado Avanzado de Ajustes. Un ejemplo de ello es la que permite ajustar el funcionamiento de la tecla Smart Key (tecla inteligente), permitiendo asignar una función específica al pulsar dos veces esta tecla de encendido vitaminada o mantenerla pulsada.
En este apartado también encontramos la opción para personalizar el funcionamiento del Genio de juegos (Game Genie) que define el comportamiento del móvil en juegos, las notificaciones y las optimizaciones que se aplican mientras estás jugando con el móvil.
La seguridad biométrica del Asus ZenFone 8 depende directamente de su sistema operativo. En este ámbito, el móvil viene bien provisto con un lector de huella dactilar en pantalla y soporte para reconocimiento facial por software.
Lo cierto es que ambos sistemas funcionan de forma brillante. En lo que respecta al sistema de reconocimiento facial, decir que ni siquiera es necesario colocar el terminal frente a la cara. Basta con tener contacto visual con la pantalla para que esta se desbloquee de forma inmediata al coger o levantar el móvil de la mesa.
El sensor de huellas está situado en el tercio inferior de la pantalla, lo cual lo deja en una ubicación muy natural para desbloquearlo con un simple movimiento del pulgar sin tener que forzar la postura de sujeción.
La respuesta de este lector de huella se sitúa en la media del mercado y no muestra un elevado número de errores de reconocimiento gracias a contar con un buen diámetro de superficie de reconocimiento. Por tanto, la experiencia de desbloqueo es buena independientemente del sistema que utilices siendo la combinación de ambos la opción más recomendable.
¿Minimalismo fotográfico o necesidades reales?
Tres, cuatro y hasta cinco cámaras se han llegado a instalar en algunos móviles de gama alta en los últimos años.
El creciente número de cámaras presentes en las traseras de los móviles no siempre han respondido a una utilidad real de las mismas de cara al usuario y, en ocasiones, da la sensación de que los fabricantes las incluyen más por marketing que por un ánimo de mejora en las prestaciones fotográficas.
Dado que el espacio es un valor escaso en el ZenFone 8, Asus ha decidido limitar a dos las cámaras presentes en su trasera, pero mantener un estándar de calidad alto para ofrecer buena calidad fotográfica a pesar de esa limitación en las focales.
Antes de analizar con más profundad el rendimiento fotográfico del ZenFone 8 nos detenemos en su app de cámara. Una app que no ha sufrido muchos cambios con respecto a lo que encontrábamos en modelos anteriores de Asus.
Los modos de disparo se encuentran perfectamente accesibles desde el carrusel de modos situados sobre el botón de obturación, y se añaden algunos modos adicionales en el cajón Más que queda accesible al desplazarse hacia la derecha.
Este carrusel de modos es totalmente personalizable, por lo que cada usuario puede ajustarlo a sus hábitos de uso.
Los modos automáticos de Foto y Vídeo ocupan un lugar protagonista y dejan al alcance de la mano todo lo que puedes necesitar en cada momento. Por ejemplo, al seleccionar el modo Foto, el icono de control del HDR aparece en la barra superior y muestra su estado permitiendo activarlo o desactivarlo de forma manual con un solo toque.
Lo mismo sucede con los controles de cambio de cámara, que se sitúan justo encima del carrusel de modos de disparo ofreciendo un cambio fácil y rápido entre la cámara gran angular y la principal. Además, al usar la cámara principal aparece un indicativo de zoom (1x ó 2x) que permite aplicar un aumento digital del que más adelante hablaremos con más detalle.
También encontramos modos de disparo específico como los modos Retrato y Noche, que ajustan los parámetros de la cámara para obtener el mejor rendimiento en esas tareas con opciones que, por ejemplo, permiten variar el tiempo de exposición o la apertura (emulada) de la lente para crear un desenfoque más intenso.
Los modos manuales, tanto para vídeo como para foto también tienen espacio en esta cámara. En el caso de la fotografía encontramos el modo Manual en que hemos echado de menos poder hacer fotos en formato RAW para mantener toda la información del sensor.
En el terreno del vídeo, además de múltiples modos de seguimiento de enfoque en movimiento y cámara lenta o rápida, también encontramos un modo Pro Video en el que se prescinden de los automatismos del modo Video y se deja todo el control de la cámara y sus ajustes en manos del usuario.
En general nos ha parecido una app de cámara muy completa y fácil de usar que no ha presentado mayores problemas en su uso, pero sí que se demora un poco a la hora de guardar y procesar las fotos, sobre todo las nocturnas.
Y ahora sí, vamos a profundizar un poco más en el hardware fotográfico, no sin antes recordarte que desde este enlace puedes descargar los archivos originales de las fotos de muestra tal y como salen de la cámara para que valores en primera persona su calidad y rendimiento.
Sensores | Apertura y estabilización | |
---|---|---|
Traseras | Sony IMX686 | 64 Mpx | apertura de 78,3° | sensor de 1/ 1,7” | 0,8 μm | f/1.8 | OIS + EIS |
Ultra gran angular: Sony IMX 363 | 12 Mpx | apertura de 119º | 1,4 μm | f/2.2 | Dual PDAF | |
Frontal | Sony IMX663 | 12 Mpx | apertura de 76,5° | Sensor de 1/ 2,93” | 1,22 μm | f/2,45 | Dual PDAF | foco fijo |
Como seguramente ya imaginas, la joya de la corona en lo que a fotografía se refiere es la cámara principal. Un sensor estabilizado y un buen sistema de enfoque se combina con un procesado bien equilibrado con el que se obtienen tomas diurnas con un buen rango dinámico y un balance de color realista que no tira del truco facilón de subir la saturación para ofrecer fotos llamativas.
Por defecto aplica un agrupamiento de cuatro píxeles por lo que la resolución resultante es de 16 Mpx, pero se gana nitidez y ofrece un nivel de detalle destacable.
Esta cámara permite aplicar un zoom 2x digital en el que se parte de la base de una toma de 64 Mpx para luego aplicar automáticamente el recorte durante el procesado. El resultado es bueno y, dado que no se trata de una ampliación muy agresiva, no se compromete en exceso la calidad de las fotografías, por lo que al final son equivalentes a las obtenidas sin zoom.
Si cambiamos al gran angular, la verdad es que se mantiene la calidad. Asus ha conseguido corregir las distorsiones que habitualmente generan este tipo de focales. El ZenFone 8 mantiene un gran angular que se comporta bien con la arquitectura y mantiene la rectitud en las líneas, aunque pierden algo de nitidez en los extremos.
La gestión del color en la cámara gran angular se mantiene en la misma línea que en la cámara principal, con unos colores realistas que no abusan de la saturación, pero mantienen la viveza de los colores en un buen nivel.
Una de las particularidades de esta cámara gran angular es que permite un enfoque muy cercano, actuando como una cámara Macro, por lo que en realidad la variedad focal sí está presente pero no en forma de cámaras dedicadas.
Esto tiene su lado bueno y su lado malo. En la parte positiva, esta cámara permite obtener fotos con mayor resolución de lo que habitualmente encontramos en las cámaras macro que montan muchos móviles.
El lado negativo es que el nivel de detalle se mantiene en los mismos términos y es complicado obtener una foto con un enfoque clavado en el punto que se desea.
El comportamiento del HDR se deja notar y no siempre de forma positiva, mostrando un comportamiento un tanto impredecible en el que en unas tomas consigue equilibrar las luces y las sombras para conseguir un mayor detalle, mientras que en otras se mata totalmente el contraste creando muestras demasiado lavadas.
Aun así, su comportamiento del HDR en modo automático ha sido más que correcto por lo que recomendamos mantenerlo activado.
El Asus ZenFone 8 que estamos analizando también cuenta con un modo Noche que permite dos exposiciones distintas de 4 y 7 segundos. Los resultados no difieren demasiado en términos de calidad, pero sí hay diferencias entre usar el modo de fotografía automático y el modo Noche.
De hecho, es muy probable que al disparar en modo Foto, el ZenFone 8 active automáticamente el modo Noche por sí mismo en esas escenas con poca luz. Pero en caso de no hacerlo, el modo Foto no conseguirá controlar los puntos de luz dominantes (farolas, bombillas, etc) que se mostrarán como una mancha blanca.
El modo Noche no solo mantiene un cierto control sobre estos puntos de luz, sino que aplica un procesado al enfoque y potencia la nitidez dotando de más detalle a las fotos hechas con este modo en cualquiera de las dos cámaras.
El procesado no es demasiado agresivo con el ruido y, si bien es cierto que en algunas tomas se muestra más ruido y artefactos de lo que nos gustaría, el ZenFone 8 prefiere mantener algo de ruido para conservar el detalle original.
Si hablamos del modo Retrato, solo cabe destacar los buenos resultados obtenidos con la cámara trasera donde se obtiene un desenfoque muy acertado y natural que no incurre en los típicos errores al recortar la silueta sobre fondos complejos o al delimitar gafas e incluso las orejas, aunque sí mantiene una cierta tendencia a sobreexponer el cielo tras el protagonista del retrato.
Un comportamiento similar encontramos en los retratos nocturnos, en los que se mantiene un buen balance de blancos y un buen nivel de detalle en las pieles.
Sin dejar de lado los retratos, nos vamos a los resultados obtenidos con la cámara frontal. El sensor de 12 Mpx tiene un buen comportamiento a plena luz del día, pero sufre al intentar mantener unos cielos azules tras el protagonista de la foto mostrando una clara tendencia hacia la sobreexposición en general.
La cámara frontal mantiene un buen reconocimiento de la silueta y un desenfoque progresivo incluso al ajustar al máximo el valor de apertura, sin que haya rastro de deformaciones de barril por usar un angular excesivo. Lo que sí encontramos un exceso de procesado en las pieles incluso cuando se desactiva el modo Belleza.
Cuando la luz decae, la cámara frontal se pone al límite de sus posibilidades bajando la calidad y la nitidez de los selfies. Sin embargo, a pesar de no poder mantener el detalle en las pieles, sí mantiene un balance de blancos correcto.
El procesador Snapdragon 888 que monta el Asus ZenFone 8 que estamos analizando permite grabación de vídeo en resoluciones 8K a 24 fps, 4K a 60 fps y una estabilización óptica más eficiente en resoluciones de 1080p a 60 fps.
Lo cierto es que, aunque la estabilización óptica está limitada a las resoluciones menores, en 4K a 60 fps aplica una estabilización electrónica que corrige la mayoría de movimientos al andar.
No cabe una batería más grande, pero se mantiene en la media de uso
Ser uno de los móviles Android más compactos tiene un impacto directo sobre la autonomía de uso del Asus ZenFone 8 que, por razones de espacio físico, no permite integrar una batería de mayores dimensiones.
Asus ha hecho un gran trabajo optimizando el proceso de fabricación de la placa base, el sistema de refrigeración y el resto de componentes de este modelo para reducir al máximo el espacio que ocupan en su interior y dejar más espacio para la batería.
Aun así, la marca taiwanesa ha conseguido una batería más densa que permite acumular 4.000 mAh en su interior. Gracias a esto el ZenFone 8 se equipara a rivales como el Samsung Galaxy S21 o el OnePlus 9 en cuanto a capacidad de batería. ¿Y en cuanto a autonomía?
En nuestras pruebas de autonomía hemos estado usando el smartphone como teléfono personal durante casi dos semanas. Durante ese tiempo hemos gestionado correos, navegado por Internet, leído muchas noticias y pasado más horas de la cuenta en redes sociales, además de ver algunos vídeos y hacer fotos, muchas fotos, para documentar este análisis. Todo ello con el ajuste de brillo en automático y la frecuencia de refresco en modo Automático.
El resultado ha sido un promedio de 5 horas y media de pantalla al día, llegando con algo de batería al final de la jornada. Obviamente, si haces un uso muy, muy intensivo del terminal, con juegos o del GPS necesitarás una carga adicional antes del final del día.
Para recuperar su carga el Asus ZenFone 8 incluye un cargador de 30 W con el que recupera el 50% de su autonomía en 22 minutos y completa su carga al 100% en 79 minutos.
Que un móvil de gama alta cuente con una carga rápida no es algo nuevo, por lo que nos habría gustado que Asus hubiera sido un poco más ambiciosa en este sentido implemen2tando un sistema de carga rápida más potente, sobre todo cuando desde la gama media ya se vienen ofreciendo muchos móviles con cargas de hasta 65 W.
Si contara con una carga más rápida se habría diluido esa sensación de quedarse corto de batería a mitad del día si haces un uso muy intensivo del móvil, permitiendo recuperar gran parte de esa autonomía en cuestión de minutos.
De cualquier forma, Asus ha hecho sus deberes en este aspecto ya que el ZenFone 8 ofrece una carga más rápida que algunos de sus rivales, como el Samsung Galaxy S21 con una carga de 25W, pero queda muy por detrás de otros como el OnePlus 9 que sí ofrece una carga de 65 W.
Tampoco encontramos carga inalámbrica en este móvil, y aquí sí juega en desventaja ya que la mayoría de smartphones de gama alta incluye este sistema de carga.
Asus ha hecho especial hincapié en el cuidado y la optimización de la batería y no solo se asegura un mejor aprovechamiento de cada miliamperio de batería que se consume aplicando distintos perfiles de ahorro energético, así como un apartado dedicado al cuidado de la batería dentro del menú de ajustes.
Desde este menú de ajustes, por ejemplo, puede configurarse que la carga no supere el 80% o 90% de su capacidad, desactivar la carga rápida o programar las cargas durante la noche para evitar que la batería se degrade con el paso del tiempo.
5G, Wifi 6 y sonido estéreo: todo lo que le pedirías a un gama alta
En el apartado de la conectividad el Asus ZenFone 8 no se amilana y ofrecer el pack completo de conectividad que se le exige a cualquier gama alta independientemente de su tamaño.
El procesador Snapdragon 888 permite la conectividad 5G y de doble SIM 4G, requisito casi imprescindible que debe exigírsele a cualquier gama alta y que en este caso cubre en su totalidad al ofrecer soporte tanto para redes 5G SA (Standalone) como NSA (Non-Standalone) para cubrir las redes que están desplegadas actualmente y las de 5G “real” que llegarán en los próximos años.
Además lo completa con conectividad WiFi 6 de triple banda (2,4 GHz, 5 GHz y 6 GHz), GPS, NFC y Bluetooth 5.2 con soporte para códecs de alta fidelidad aptX HD, LDAC y AAC que mejoran la transmisión del audio.
Y ya que nos metemos de lleno en el apartado del audio, decir que nos ha sorprendido gratamente encontrar un sonido tan bien logrado en un smartphone tan compacto, entregando unos bajos muy bien dimensionados y con cuerpo que se mantienen muy enteros en prácticamente todo el recorrido del volumen.
El ZenFone 8 tiene una posición “de seguridad” al alcanzar el 85% de su volumen, límite que no recomendamos superar ya que al traspasarlo se aprecia el esfuerzo extra y se penaliza la calidad ya que empieza a distorsionar.
A pesar de eso, muy buena respuesta de audio de sus altavoces estéreo también en lo relativo a ofrecer una atmosfera de sonido al ver series, películas o jugar con un audio que se distribuye equitativamente entre los dos altavoces.
Cuando se conectan unos auriculares con cable, se abren nuevas opciones de control del sonido permitiendo activar los perfiles de audio afinados por los expertos franceses de Dirac, en los que se ajusta la calidad del audio en función del tipo de auricular o aplicar una ecualización más personalizada.
El tamaño marca la diferencia y Asus puede haber dado con la clave del éxito
Fabricar un producto diferente al de tus rivales es uno de los objetivos principales para cualquier contexto comercial. En un segmento tan ajustado en prestaciones y precios como son los móviles de gama alta conseguir esta diferenciación es poco más que te toque la lotería.
Asus puede haber dado con la clave del éxito fabricando un móvil Android con las prestaciones más top del momento, pero con un tamaño mucho más compacto con el que se diferencia de sus rivales.
Por su rendimiento se sitúa en la parte alta de la tabla integrando el mejor hardware y una pantalla que no se queda a la zaga en términos de calidad.
Sin embargo, su principal virtud es también su mayor inconveniente. No disponer de más espacio interno juega en su contra en aspectos como el control de la temperatura o la imposibilidad de incorporar una batería de más capacidad.
Asus también juega la baza del precio, ya que este modelo se sitúa justo bajo la línea del radar de la gama alta, con un modelo base que parte de los 599 euros para versión con 6 GB de RAM con 128 GB de almacenamiento, 739 euros para la versión con 8 GB y 256 GB de almacenamiento y 809 euros para el ZenFone 8 que estamos analizando, con 16 GB de RAM y 256 GB de capacidad.
Tras pasar un par de semanas utilizando el Asus ZenFone 8 como móvil principal no podemos estar más satisfechos con la experiencia de uso. Es un móvil de gama alta por méritos propios en el que se prioriza su tamaño y comodidad de uso por encima de más cámaras de dudosa utilidad.
Es cierto que en ese camino de reducción a su esencia se han quedado en la cuneta funciones básicas como la autonomía pero en líneas generales el balance es positivo y, sin que sirva de precedente, en este caso menos sí es más.