Mira detenidamente esta foto. No es un diseño infográfico. Cada una de las piezas que se ve en la imagen, es real.
Estamos tan acostumbrados a los efectos especiales creados con ordenador, que a veces pasan desapercibidas o no le damos valor a obras de artes creadas a mano.
La fotografía de un Lamborghini Miura desintegrado que puedes ver en la foto de apertura es 100% imagen real. Se trata de una composición creada por el fotógrafo suizo Fabian Oefner, que ha tardado dos años en completar.
Oefner ha desmontado un Lamborghini Miura pieza a pieza, hasta el último tornillo, y ha fotografiado cada una de ellas. Después las ha juntado para crear una de sus famosas desintegraciones. Puedes ver cómo lo hace en este vídeo, en donde también se aprecia la deconstrucción de un Audi R8:
Seguramente conoces a Fabian Oefner por sus famosas fotos de globos y objetos explotando, capturadas a cámara ultrarrápida.
También es un apasionado de los coches, así que comenzó a crear deconstrucciones de coches a escala: los demontaba, y los fotografiaba con las piezas fuera.
Pero un día un amigo suyo le comunicó que iba a desmontar su Lamborghini Miura de 1972 para restaurarlo, y le propuso una idea bastante loca: ¿por qué no hacer una de sus famosas deconstrucciones, pero a escala real?
Fabian Oefner no se lo pensó dos veces: pasó dos años en un taller mecánico desmontando el Lamborghini pieza a pieza, y fotografiando hasta el último tornillo, tal como se ve en el vídeo. Incluso los mecánicos que le ayudaron reconocieron que había piezas que no habían visto nunca, porque muchos componentes de los coches se cambian enteros cuando se estropean, no se desmontan.
Tras fotografiar más de 1.500 piezas, Oefner recurrió a un ordenador para componer la fotografía. Colocó cada una de ellas para que pareciera que el coche acababa de ser desintegrado, y capturado con una cámara super rápida.
El efecto es tan perfecto, que como el propio fotógrafo reconoce, el 95% de las personas verán la fotografía, pensarán que ha sido creada por ordenador en un par de días, y pasarán de ella. Pero a Oefner le basta con ese 5% que se detendrá en la imagen, se dará cuenta de que todas las piezas son reales, y se preguntará quién ha tenido la loca idea de hacer eso. O mejor aún: ¿es una imagen real de una desintegración? ¿Una foto real de un momento imposible?
Son preguntas que solo el arte verdadero puede formular. Y eso es lo que consigue Fabian Oefner con sus fotografías.