Poco a poco vamos completando la familia Note 10 y Mi 11 de Redmi y Xiaomi, respectivamente, y tras haber analizado el tope de gama de Redmi para este semestre, el Redmi Note 10 Pro con su apabullante panel AMOLED a 120 Hz, es el momento de bajar un escalón con este Note 10S.
Y es que, Xiaomi continúa con su estrategia y esos móviles con apellido ‘S’ que son un paso intermedio entre el número redondo y el modelo ‘Pro’ y tenemos un Note 10S que bebe mucho de su hermano mayor, aunque dejándose algunas características clave por el camino para ofrecer un precio más competitivo.
Además, es un terminal interesante porque lucha de tú a tú tanto con el Poco X3 Pro como con el propio Note 10 Pro, pero también contra el exponente de la gama media de realme, un realme 8 que hemos analizado y que es un terminal extremadamente parecido a este Note 10S que tenemos entre manos.
Ya haremos una comparativa, de hecho, entre los dos, pero ahora lo que toca es contaros nuestra opinión del Redmi Note 10S en este análisis.
Redmi Note 10S | |
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Pantalla | Panel AMOLED de 6,4″ | Brillo típico de 450 nits y pico de 1.100 nits | Resolución de 2.400 x 1.080 píxeles | Relación de 20:9 |
Procesador | MediaTek Helio G95 |
Memoria RAM | 6 GB LPDDR4x |
Almacenamiento | 128 GB UFS 2.2 |
Cámaras principales | Principal de 64 Mpx f/1.8 | Gran angular de 8 Mpx f/2.2 | Macro de 2 Mpx f/2.4 | Profundidad de 2 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 13 Mpx f/2.45 |
Batería | 5.000 mAh | Carga de 33 W en la caja |
Sistema operativo | MIUI 12.5 + Android 11 |
Dimensiones y peso | 160,6 x 74,5 x 8,29 mm | 178,8 gramos |
Precio | Desde 229,99 euros |
Apartados del análisis del Redmi Note 10S:
Parece más caro de lo que es
Y vamos a empezar hablando del diseño, ya que es lo que entra por los ojos y, realmente, uno de los puntos fuertes del terminal de la compañía china. Parece que, por fin, Xiaomi ha encontrado una imagen de marca que une, en cierto modo, tanto los Mi 11 como los Redmi Note 10 y el Poco F3.
Puede que a algunos usuarios os parezca que es algo redundante ese módulo de cámara (que en este caso no sobresale demasiado) y las líneas tan parecidas entre familias, pero al final es un movimiento que deja claro que todos pertenecen a una misma generación y eso, sinceramente, me gusta.
Está claro que es algo estético y completamente subjetivo, pero cuando tienes el Note 10S entre manos, te das cuenta de que el conjunto está muy bien rematado y el diseño es uno de los puntos dulces del terminal.
La trasera es de plástico, pero con un acabado que denota que Xiaomi ha puesto interés en el diseño y que en la mano resulta de lo más cómodo gracias a unos laterales curvados. Toda la botonera está en la parte derecha con el lector de huellas en el botón de bloqueo.
En el lateral izquierdo está el módulo de doble SIM y expansión por SD, todo a la vez que es algo que nos encanta y las partes inferior y superior cuentan con un acabado plano. En el marco superior tenemos una salida de audio y un micrófono y en la parte inferior encontramos el altavoz principal, otro micrófono, el USB-C y el jack de 3,5 mm.
Si pasamos al frontal tenemos un orificio en la parte central que mide unos 3 mm de grosor, no siendo de los más pequeños del mercado, pero que no nos importaría si no tuviera un círculo con acabado plateado que hace que destaque con la pantalla apagada y que impide que se disimule cuando jugamos a videojuegos o vemos vídeos.
Los marcos son adecuados para la gama de la que estamos hablando y tiene barbilla, sí, pero Redmi sigue esforzándose por crear barbillas algo más discretas que las de su competencia directa, realme.
Algo muy interesante y con lo que Xiaomi nos está sorprendiendo esta generación es con la certificación IP53. No nos vamos a poder bañar con el teléfono, pero tenemos cierta garantía contra salpicaduras y polvo.
Buen AMOLED con unos altavoces estéreo para consumir contenido
Y un diseño muy bien llevado y que está creado con gusto se ve potenciado con una pantalla que cumple con creces para la inmensa mayoría de usuarios, pero en la que notamos el recorte de Xiaomi para intentar ofrecer un dispositivo equilibrado a un precio lo más ajustado posible.
Tenemos un panel AMOLED que cuenta con una diagonal de 6,43″. No se va al tamaño extra grande de móviles recientes y, en mi opinión, es más que suficiente para consumir contenido de videojuegos, redes y YouTube.
La resolución es la adecuada, con 2.400 x 1.080 píxeles y una densidad de 409 píxeles por pulgada y está protegido por Gorilla Glass 3. No es la protección más moderna ni la más resistente a caídas, pero sí protege algo más frente a las marcas del día a día. De hecho, en estas semanas de uso tengo el panel impoluto.
Se nota que no es el AMOLED de último modelo y creo que falta un poco de contraste, pero en general es un buen panel para vídeos y juegos y tenemos cierto margen de personalización gracias a los generosos ajustes de pantalla de MIUI que permite que cambiemos el tono y el balance de color. Al ser AMOLED, tenemos pantalla siempre activa con una buena dosis de personalización.
La sensibilidad es la adecuada, pero aquí tenemos un panel de 60 Hz que contrasta con los 120 Hz de su hermano mayor.
Creo que habría estado bien, ya que no es el Note 10 estándar, dejar la tasa en 90 Hz, ya que esto permitiría que MIUI fuera algo más suave de lo que va a 60 Hz.
En el caso de realme 8 no criticamos tanto la ausencia de los 90 Hz, pero es porque el panel era superior en contraste y color y, además, realmeUI es unas capa bastante más optimizada que MIUI, con unas transiciones y animaciones más suaves, pero ya llegaremos a eso.
En términos generales, el panel se ve bien y cuenta, según Xiaomi, con 450 nits de brillo típico y un pico de 1.100 nits. Nosotros, como siempre, lo hemos medido, obteniendo una media de 749 luxes de máximo con una desviación de 8,4 luxes. Es más que suficiente para el día a día.
Con el sonido no tengo ningún tipo de queja. Sí, le faltan algo de graves, pero la verdad es que Xiaomi está haciendo las cosas muy bien en este sentido. Tendrán más o menos contundencia, pero están intentando ofrecer un sonido estéreo en prácticamente todos sus móviles.
Os dejamos un ejemplo:
Y, además, tenemos el mencionado jack de 3,5 mm que, además, nos permite activar un ecualizador cuando conectamos auriculares.
Helio G95 para buen rendimiento bruto, pero que necesita ajustes de MIUI 12.5
En 2021 (y desde 2020), tener un móvil con procesador de MediaTek no es algo negativo, ni mucho menos. Los procesadores han mejorado mucho en eficiencia y sí, son algo más glotones que los Snapdragon de Qualcomm, pero a nivel de rendimiento y gestión de temperatura son muy interesantes.
Redmi ha optado por el Helio G95, un SoC que en realme conocen bien y que, en esta casa, nos parece una opción ideal para ofrecer terminales a bajo precio, pero con un muy buen rendimiento. Tiene una CPU de 8 núcleos con dos de ellos a 2,05 GTHz y otros seis a 2 GHz y una sola configuración de RAM: 6 GB.
El rendimiento en juegos es muy bueno en prácticamente cualquier título, aunque en Genshin Impact vamos a tener algunos tirones, pero siempre podemos bajar la calidad de los gráficos para tener una experiencia más fluida y en apps de todo tipo, la verdad es que es un SoC que se porta muy bien.
Como referencia, os dejamos los datos sintéticos de los diferentes benchmarks:
Redmi Note 10S | realme 8 | realme 8 Pro | Redmi Note 10 Pro | Oppo Reno 4Z | Oppo reno 4 Pro | Redmi Note 9T | Redmi Note 9 Pro | Redmi Note 9S | |
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Procesador | MTK G95 | MTK G95 | SD 720G | SD 732G | Dimensity 800 | SD 765 | Dimensity 800U | SD 720G | SD 720G |
Geekbench 4 Single | – | 2.581 | 2.647 | – | 2.525 | 2.844 | – | 2.639 | 2.638 |
Geekbench 4 Multi | – | 6.821 | 6.902 | – | 8.696 | 7.237 | – | 6.997 | 6.978 |
Geekbench 5 Single | 517 | 535 | 568 | – | 518 | 598 | 601 | 567 | 564 |
Geekbench 5 Multi | 1.668 | 1.717 | 1.707 | – | 2.161 | 1.765 | 1.794 | 1.768 | 1.709 |
3D Mark | – | 2.762 | 2.596 | – | 3.284 | – | – | 2.499 | 2.466 |
AnTuTu | 325.992 | 355.548 | 287.264 | 290.775 | 309.446 | 323.134 | 294.894 | 262.461 | 249.809 |
PC Mark | 7.721 | 10.083 | 8.999 | 8.186 | 7.720 | 7.803 | 8.780 | 7.772 | 7.473 |
Por otro lado, tenemos configuraciones de 64 GB o 128 GB UFS 2.2 que tienen una velocidad adecuada.
Rendimiento de memoria | Redmi Note 10S | realme 8 | realme 8 Pro | Redmi Note 10 Pro | Redmi Note 9 Pro | Poco X3 |
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Escritura secuencial | 284,29 MB/s | 157,31 MB/s | 167,72 MB/s | 209,29 MB/s | 102,88 MB/s | 200,24 MB/s |
Lectura secuencial | 437,55 MB/s | 457,41 MB/s | 239,25 MB/s | 415,19 MB/s | 420,32 MB/s | 495,76 MB/s |
Escritura aleatoria | 26,93 MB/s | 8,33 MB/s | 14,78 MB/s | 19,38 MB/s | 19,29 MB/s | 14,73 MB/s |
Lectura aleatoria | 23,26 MB/s | 13,17 MB/s | 11,84 MB/s | 17,25 MB/s | 14,06 MB/s | 19,03 MB/s |
Velocidad de copia en memoriia | 5,79 GB/s | 5,01 GB/s | 4,89 GB/s | 4,83 GB/s | 4,75 GB/s | 4,76 GB/s |
El sistema, lamentablemente, es otro cantar. Xiaomi tiene un desbarajuste de versiones en sus móviles y, en este caso, tengo MIUI 12.5.3. Sí, con el paso de los meses MIUI ha ido evolucionando y se ve una mejora en ciertos aspectos, pero el nivel de optimización es escaso y cuando baja la potencia del SoC, el rendimiento se ve afectado en el día a día.
Dentro de las apps tengo una buena experiencia, pero hay ocasiones en las que hay algunos tirones en el sistema o en Discover. No es una mala experiencia de usuario, ni mucho menos, pero se nota que la capa no está optimizada para este Helio G95.
Podría estar más pulido, sí, pero no es una mala experiencia, aunque se queda la espinita clavada de saber que podría ir mucho más ‘fino’. Eso sí, y es para aplaudir, creo que no tenemos un sensor de proximidad como tal, sino que Xiaomi sigue utilizando el giroscopio y los ultrasonidos, pero funciona y no he tenido problema alguno en llamadas.
Y para terminar, tenemos un desbloqueo que es satisfactorio tanto con huella dactilar con el sensor capacitivo como con el desbloqueo facial. Es un sistema de desbloqueo satisfactorio y rápido gracias a la fluidez de MIUI en este sentido, aunque tengo la sensación de que no es lo rápido que podría debido a la optimización para este procesador.
5.000 mAh y pantalla a 60 Hz es una combinación ganadora
Donde sí hay un buen trabajo de optimización es en la batería. Lo cierto es que he notado que, en reposo y sin el Always-on Display, el terminal consume muy, muy poco. Este poco desgaste en reposo es muy positivo, pero si vais a utilizar el terminal de forma más intensiva, debéis saber que he tenido unas 8:30 horas de pantalla de media.
Con mi uso, considero que es una muy buena autonomía porque he jugado, he utilizado muchas redes sociales, YouTube, fotos y videojuegos, así como las notificaciones y actualización de las diferentes cuentas de correo.
En el test sintético tenemos 8 horas 50 minutos de pantalla con el brillo al máximo, que no está nada mal.
Y la carga es otro punto fuerte gracias al cargador de 33 W incluido en la caja que nos permite cargar el 100% en 68 minutos y el 50% en solo 25 minutos.
En algún punto hay que recortar y les ha tocado a las cámaras
Y llegamos al punto del análisis del Redmi Note 10S en el que se nota que la compañía ha metido tijera para poder ofrecer un precio lo más bajo posible a la vez que tiene un diseño, un rendimiento, batería y pantalla muy equilibrados.
Tenemos entre manos cuatro cámaras, pero en la práctica solo vamos a usar dos de ellas y, además, la calidad de la foto final depende en gran medida de las condiciones de luz ambientales.
Sobre la aplicación no hay mucho que comentar, ya que es la misma que tenemos en todos los Xiaomi de este año y su funcionamiento es estable y fluido. Sin novedades en este aspecto y, de hecho, siguen sin sacar el macro del menú de ‘hamburguesa’.
Si atendemos a cada una de las cámaras, tenemos un principal que es el que sale mejor parado gracias a su sensor de 64 megapíxeles f/1.8. Nos va a permitir hacer recorte y en condiciones de buena luz, la verdad es que se porta bien, con unos colores algo desaturados (típico de los últimos Xiaomi de este rango de precio) que dan margen para retocar en programas como Snapseed.
El problema de esta cámara con una distancia focal de unos 26 milímetros es el tamaño del sensor, solo 1/1,97″. Es pequeño y eso se nota en situaciones de noche o en interiores, cuando la luz es más compleja de calcular.
El gran angular de 8 megapíxeles f/2.2 también tiene un sensor muy, muy pequeño de 1/4″ y tenemos unos resultados que sí, cumplen, pero que de nuevo necesitan unas condiciones lumínicas óptimas para ofrecer buenos resultados.
No podemos ampliar, los colores se muestran más lavados que con el principal y hay muchísimo contraste porque hay zonas subexpuestas y sobreexpuestas con más facilidad.
Además, como el sensor es tan pequeño, tira a velocidades de obturación más bajas y si nos movemos mínimamente es más fácil que salga una foto desenfocada.
Los otros dos sensores son de 2 Mpx f/2.4 tanto para el macro como para la cámara que se encarga de calcular la profundidad.
Esta segunda no tiene una utilidad real, ya que el desenfoque en modo retrato se consigue por software y el macro… bueno, digamos que está muy lejos del telemacro de la propia Xiaomi.
Necesitamos buen pulso y mucha luz y, aun así, es mejor tirar con el principal en modo 64 Mpx para hacer un recorte.
La cámara frontal sí me ha gustado con sus 13 megapíxeles f/2.5 que me parece que realiza un selfi correcto con un balance de blancos adecuado para la gama de la que estamos hablando y que permite, de nuevo, el retrato por software.
Y en el apartado de vídeo tenemos, sorpresa, 4K30 como máximo. Aquí los colores son algo más saturados, algo bueno en vídeo, pero no tenemos ningún tipo de estabilización y en 4K hay algunos microtirones.
En 1.080p60 la cosa mejora, pero hay una evidente pérdida de definición y nos va a tocar elegir si queremos un vídeo con más nitidez o perdemos eso para ganar fluidez.
Podéis descargar los archivos originales a través de este enlace.
Potencia y autonomía como puntos fuertes, aunque por poco más tienes un salto ‘Pro’
Las compañías, evidentemente, deben hacer concesiones para ofrecer móviles equilibrados, pero aquí tenemos un terminal que me atrevo a afirmar, gustará a todo aquel que busque potencia, buena pantalla y, sobre todo, buena autonomía.
El Helio G95 ha demostrado que, aunque tiene unos meses a sus espaldas, es un SoC de lo más solvente en tareas del día a día, pero que también va a saber entretenernos gracias a su buen desempeño en la inmensa mayoría de juegos.
No tenemos ninguna queja sobre el rendimiento en general, pero seguimos notando que a MIUI, aunque sea la 12.5.3, le falta algo de pulido y, además, noto una falta de optimización, algo habitual en este sistema, pero creo que acrecentado por el cambio de SoC de Qualcomm a MediaTek.
La batería nos va a dar día y medio de uso sin problema y, además, tenemos carga de 33 W, que sigue estando realmente bien y es algo en lo que las compañías como realme o las diferentes ramas de Xiaomi están dando una lección a muchas otras empresas.
Y las cámaras, pues bueno, son más justitas simplemente porque en algún sitio hay que recortar para poder mantener el precio y, sobre todo, para diferenciar dispositivos.
Por unos 30 euros más está el Note 10 Pro que sí tiene un mejor equipo fotográfico, pero si no necesitáis esto y lo que queréis es un móvil muy equilibrado en lo demás, el Note 10S es una muy buena opción.