Cada vez más pueblos pierden sus tiendas de alimentos y bienes básicos. En Suecia han encontrado una solución muy práctica. ¿Sería aplicable aquí?
La desploblación de las zonas rurales es un problema que tiene lugar en todo el mundo, no solo en España. Y es incluso más acusado en países nórdicos con climas extremos, en donde es aún más duro vivir en una zona aislada.
En muchos casos, los pueblos han sido abandonados a la fuerza: sin tiendas ni servicios básicos, sus habitantes no pueden llevar una vida cómoda. Es lo que ocurría en Veckholm, un pueblo de unos cientos de habitantes a 80 Kilómetros de Estocolmo. Tal como nos cuenta TechXplore, hace una década cerró la última tienda de alimentos, así que a los lugareños les tocaba comprar en la gasolinera… que cerró el año pasado.
Durante unos meses han tenido que viajar media hora en coche para ir a comprar cosas tan básicas como el pan a la localidad más cercana. Un problema para las personas mayores que no pueden conducir. Por suerte su vida ha cambiado con la llegada de las tiendas del futuro en las zonas rurales: contenedores móviles sin dependientes ni cajeros. ¿Cómo funcionan?
La filosofía es muy similar a la de las tiendas sin empleados de Amazon GO. Se trata de unos grandes contenedores móviles que pueden moverse de un pueblo a otro en el remolque de un camión, aunque en la actualidad están fijos en los pueblos en donde se instalan.
Estos contenedores no tienen empleados ni cajeros. Se puede entrar abriendo la puerta con una app de la startup que los gestiona, llamada LIFVS.
Los compradores acceden al interior de la tienda y escanean el código de barras de los productos que compran, con la cámara del móvil. La app está asociada a una cuenta bancaria y el DNI de una persona, así que las personas que acceden al comercio están identificadas. Una cámara de vigilancia graba lo que ocurre en el interior.
Como vemos en esta foto, las tiendas están completamente surtidas de todo tipo de productos de primera necesidad:
Los clientes escanean el código de los productos que compran, y la app hace el cobro directamente en su cuenta bancaria, sin necesidad de dependientes o cajeros.
Cada tienda tiene un encargado que repone los productos una o dos veces por semana, pero no se queda en la tienda. Este encargado supervisa las tiendas de varias localidades. Es el único empleado.
LIFVS ya ha montado unas 30 tiendas sin empleados ni cajeros en varias zonas rurales de Suecia, y el año que viene tiene pensado expandirse a otros países.
¿Funcionarían este tipo de negocios en España? Aquí el DNI electrónico aún no está tan extendido como en Suecia, y las personas ancianas que viven en los pueblos no están tan acostumbradas a usar el móvil, menos aún para comprar. Y sus responsables tendrían que lidiar con la picaresca española a la hora de escanear los productos que compras…
Pero sin duda sería una solución a tener en cuenta en zonas despobladas en donde las tiendas tienen que reducir los costes al minimo para ser rentables.