Por fin. Estábamos esperando la llegada de MIUI 12.5 para poder hacer el análisis del Mi 11 Ultra y, ya que la tenemos entre manos, podemos abordar punto por punto lo que nos ha ofrecido este nuevo móvil premium estas últimas semanas.
Y lo primero que tengo que decir es que es un móvil que, seguramente, no vas a comprar, pero seguro que te interesa porque es una demostración de fuerza.
Xiaomi se ha hecho un nombre vendiendo móviles potentes a bajo precio, pero ya está en ese punto en el que se puede permitir una alianza con Samsung para decir: «eh, podemos poner todo esto encima de la mesa. Puede que no quieras pagarlo y para ti tenemos el Mi 11, pero podemos competir contra los reyes del segmento premium«.
Dicho esto, vamos con el análisis del Mi 11 Ultra, un móvil que no es redondo, pero con el que he disfrutar muchísimo estos días gracias tanto al apartado multimedia como, sobre todo, con las cámaras. Eso sí, no son unas cámaras tan perfectas como quieren hacernos creer.
Xiaomi Mi 11 Ultra | |
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Pantalla | Panel AMOLED de 6,81″ | Resolución de 3.200 x 1.440 píxeles | 515 píxeles por pulgada | Refresco de 120 Hz | HDR10+ | Dolby Vision | 20:9 | El 91,4% del frontal es pantalla |
Procesador | Snapdragon 888 |
Memoria RAM | 8 / 12 GB |
Almacenamiento | 256 / 512 GB UFS 3.1 |
Cámaras principales | Principal de 50 Mpx f/2.0, OIS | Gran angular de 48 Mpx f/2.2 | Telefoto 5x óptico de 48 Mpx f/4.1 OIS |
Cámara frontal | 20 Mpx f/2.2 |
Batería | 5.000 mAh | Carga de 67 W por cable | Carga inalámbrica de 67 W | Carga inversa de 10 W |
Sistema operativo | Android 11 + MIUI 12.5 |
Dimensiones y peso | 164,3 x 74,6 x 8,4 mm | 234 gramos |
Precio | 1,199,99 euros |
Apartados del análisis del Xiaomi Mi 11 Ultra:
Es premium, llama poderosamente la atención y tendrás miedo de que se te caiga
El diseño se suele cuidad mucho en todas las gamas, pero en la más premium los fabricantes echan el resto para ofrecer lo mejor de lo mejor a la vez que introducen algún elemento diferenciador. El módulo de cámara suele ser dicho elemento (excepto en el caso de los iPhone, que apuestan por los laterales planos y un grosor mínimo) y aquí tenemos claro que es ese módulo el que atrapa las miradas.
Es enorme hasta el punto de que sobresale prácticamente tres milímetros del resto de la trasera y en él tenemos tres sensores de cámara, una pantalla (sí, una pantalla, la de la Mi Band 5 para concretar) y, todo ello, cubierto por una lámina de cristal.
La trasera es bonita en este color negro casi espejo, pero atrapa las huellas que da gusto y es de cristal con marcos de aluminio. Esto, sumado al tamaño del teléfono, juega en contra del peso, que se va hasta unos 234 gramos, siendo uno de los móviles más pesados del año. Y sí, se nota en la mano.
Es realmente cómodo sujetar el Mi 11 Ultra por sus laterales curvados tanto en la trasera como en el frontal, pero gran parte del peso se va hacia la parte superior y hay veces en las que no estoy muy a gusto sujetando el móvil, sobre todo cando voy por la calle o lo saco en una tienda. Y bueno, en el gimnasio no me he atrevido a sacarlo más de un par de veces.
Pesa muchísimo y esos 8,4 milímetros de grosor son engañosos porque no cuentan el generoso módulo de cámara. Y, como podéis imaginar, en el bolsillo también abulta lo suyo.
Si pasamos al frontal, tenemos una enorme pantalla de 6,81″ que cuenta con unos marcos muy bien aprovechados tanto por esos laterales curvados como por un marco superior e inferior de dimensiones discretas. En total, según GSM Arena, un 91,4% del frontal es pantalla, siendo de los mejores móviles en este sentido.
Tenemos el orificio para la cámara frontal en la esquina superior izquierda y es de los pequeñitos, pero puestos a ofrecer lo mejor y a apostar por un móvil tope de gama, de ser Xiaomi habría eliminado la cámara frontal. ¿Por qué? Pues porque podemos hacernos fotos con la principal usando esa pantalla trasera como ‘espejo’, pero bueno, es solo una opinión.
En la caja se incluye una funda de silicona que no va a venir nada mal, ya que se adapta al caprichoso módulo de cámara y sirve tanto para proteger ese elemento como para no comprometer las esquinas de la pantalla.
Uno de los mejores móviles multimedia, sin discusión
La pantalla es de las mejores que he visto en cualquier dispositivo. El Note 20 Ultra sigue teniendo el que, para mí, es el mejor panel en un móvil, pero es cierto que había limitaciones como la imposibilidad de poner 120 Hz a la máxima resolución.
Eso no ocurre en el Mi 11 Ultra, donde podemos configurar 120 Hz a la resolución máxima, que es de 3.200 x 1.440 píxeles. Podemos dejar esta resolución fija o marcar la opción de que cambie en función del contenido para ahorrar batería, algo que tengo marcado.
Los 120 Hz son «dinámicos» y muestran 60 en apps como YouTube o 120 Hz. No hemos visto un paso intermedio y, claro, la verdad es que es un gustazo una pantalla así, pero consume muchísima batería.
Y el tercer Jinete del Apocalipsis del consumo (y que, como usuario, me encanta) es el brillo máximo. Es un panel compatible con Dolby Vision, HDR10+ y que tiene un brillo de 900 nits con un pico de 1.700 nits.
En nuestras pruebas se queda en una media de 1.591,26 luxes con una desviación de 10,8 luxes. Es uno de los paneles con el brillo más alto que hemos probado y que se ve estupendamente tanto en interior como en exterior y el sensor de brillo es rápido y preciso.
Los ángulos de visualización son óptimos, el panel AMOLED ofrece un gran contraste y unos colores vibrantes y, como siempre en Xiaomi, podemos toquetear los perfiles para elegir otro que nos guste más.
En mi caso tengo el perfil automático que ajusta los colores en función de la luz ambiental (algo como el true tone de los iPhone) y tengo las opciones de IA (Súper resolución, mejora de imagen, mejora de HDR e interpolación de imágenes) desactivada. Es algo que no me gusta y que, en algunos casos, «afea» el contenido.
No falta a su cita la pantalla siempre activa, con un alto grado de personalización y los fantásticos superfondos y, además, tenemos la clásica ‘sombra’ en los laterales del panel cuando reproducimos contenido con fondo blanco. Es algo que no se nota demasiado si miramos el móvil de frente, pero si el ángulo es muy pronunciado sí aparece con facilidad.
Ahora bien, no es la única pantalla que tenemos, ya que en la trasera, junto al módulo de cámara, está la pantalla de la Mi Band 5 –análisis-. No, literalmente es la pantalla de la Mi Band que se ha incluido ahí para que cumpla una función que… no tengo muy clara.
Sí, vale, muestra la hora, un iconito de notificaciones y la podemos personalizar, pero en el día a día, la verdad, no dejo el móvil apoyado en la pantalla, así que no le he sacado partido. También se puede usar como visor para sacarnos selfis con la cámara principal, pero hay una pega: solo funciona con el sensor principal y solo en modo automático, no con el retrato o con el vídeo.
Ya hay una beta que permite usar la pantalla para vernos en los V-LOGS y es algo que puede ser muy útil, pero depende muchísimo del usuario. Ya digo que llama la atención cuando la ves por primera vez, pero al final no le he sacado el jugo.
Y completando un apartado multimedia muy potente tenemos unos altavoces estéreo que suenan de maravilla. El auricular de llamadas, que está realmente escondido y con parte bajo la pantalla, hace las veces de altavoz junto a un altavoz que tenemos en la parte inferior.
El sonido es potente, claro en todo el espectro y nos va a permitir llenar una habitación con Spotify, contenido de juegos o vídeos con muy, muy buena calidad. Es un sistema de audio rotundo que ayuda a que consumir contenido en este móvil sea una auténtica gozada.
Snapdragon 888 no apto para el verano
Teniendo el Snapdragon 888 y 12 GB de RAM, ya os podéis imaginar que el rendimiento en apps de todo tipo, incluso en juegos muy exigentes, es perfecto. Y sí, la verdad es que en estas semanas con el Mi 11 Ultra no hemos tenido ningún problema en absoluto al ejecutar aplicaciones pesadas y juegos.
Hay una configuración con 8 GB de memoria RAM y, aunque no la hemos probado, también debe ir como la seda. Antes de entrar un poco más en nuestra experiencia, os dejamos unos test de rendimiento y la comparativa con otros móviles con procesador TOP de 2021:
Xiaomi Mi 11 Ultra | Red Magic 6 | OnePlus 9 Pro | OnePlus 9 | Xiaomi Mi 11 | Galaxy S21 Ultra 5G | Zenfone 7 Pro | |
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Procesador | SD 888 | SD 888 | SD 888 | SD 888 | SD 888 | Exynos 2100 | SD 865+ |
Geekbench 4 Single | 5.089 | 5.071 | 4.958 | 5.043 | 5.081 | 4.910 | 4.626 |
Geekbench 4 Multi | 14.420 | 14.060 | 14.387 | 14.264 | 14.929 | 14.224 | 12.742 |
Geekbench 5 Single | 1.131 | 1.126 | 1.115 | 1.125 | 1.136 | 1.050 | 1.005 |
Geekbench 5 Multi | 3.182 | 3.655 | 3.642 | 3.684 | 3.648 | 3.347 | 3.201 |
3D Mark Sling Shot Extreme | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | Demasiado alta | 7.765 | 7.885 |
3D Mark Wild Life (Puntuación| FPS) | 5.671 | 34 FPS | 5.798 | 34,70 FPS | – | 5.750 | 34,40 FPS | 5.776 | 34,6 FPS | 5.463 | 32,7 FPS | – |
AnTuTu | 793.294 | 824.026 | 715.885 | 715.656 | 705.986 | 642.161 | 639.131 |
PC Mark | 14.698 | – | 11.718 | 11.100 | 13.216 | 15.730 | 15.428 |
Los test de rendimiento no son lo más importante, pero está claro que nos permiten comparar dispositivos en potencia bruta y gestión del software, así como identificar algunos posibles problemas.
En este sentido, el test que más interesa es el de la velocidad de la memoria UFS 3.1 y, como podéis ver, está a la altura de los móviles más potentes del año:
Xiaomi Mi 11 Ultra | Asus ROG Phone 5 | Asus ROG Phone 3 | OnePlus 9 Pro | Galaxy S21 Ultra 5G | |
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Escritura secuencial | 509,62 MB/s | 525, 66 MB/s | 500,96 MB/s | 502, 92 MB/s | 377,17 MB/s |
Lectura secuencial | 1 GB/s | 1,59 GB/s | 1,36 GB/s | 1,41 GB/s | 1,09 GB/s |
Escritura aleatoria | 20,26 MB/s | 32,42 MB/s | 26,76 MB/s | 39,65 MB/s | 38,34 MB/s |
Lectura aleatoria | 18,53 MB/s | 23,42 MB/s | 19,10 MB/s | 32,93 MB/s | 23,87 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 10,23 GB/s | 10,06 GB/s | 10,65 GB/s | 12,33 GB/s | 10,21 GB/s |
Es un terminal que vuela en todas las tareas, desde abriendo e instalando apps hasta jugando a títulos que tardan en cargar más de la cuenta en otros móviles, pero que también brilla en esas apps del día a día como las de mensajería, redes sociales y fotografía.
La multitarea es rápida y no he tenido problema alguno ni con MIUI 12.5 ni con la versión anterior. Esta es mi unidad, claro está, y puede que algunos compañeros en análisis hayan experimentado problemas, pero no ha sido mi caso. Ni drenaje de batería, ni cuelgues, ni reinicios o cierres forzosos de apps. Todo ha ido como se espera.
Lo que sí he visto es que con MIUI 12.5.3 las puntuaciones de los test subieron un poco, una mejora marginal, pero bueno, ahí está y puede significar que el sistema va un poco más fino.
MIUI 12.5 sigue siendo una capa pesada y no tan optimizada como Xiaomi pretende, pero sabemos que están trabajando en ello y, afortunadamente, en móviles tan potentes el impacto del peso del sistema es mínimo.
Eso sí, aunque Xiaomi detalló que había trabajado duro en el sistema de disipación, al final nos hemos encontrado el mismo error de calentamiento que en otros móviles con el Snapdragon 888.
Creemos que es un problema de la GPU, que va a demasiada frecuencia y el SoC no lo lleva muy bien, pero aunque no hemos tenido problemas, está claro que se calienta enseguida en cuanto abrimos juegos o estamos grabando vídeo.
De hecho, es un problema que estas últimas semanas, con un aumento de la temperatura externa, he notado bastante.
Dejando esto a un lado, es un móvil rapidísimo y esa velocidad se traslada al desbloqueo, con un muy buen desbloqueo facial con el sistema 2D (por el precio ya podrían haber metido un sistema de infrarrojos) y con una huella en pantalla que también es fiable, además de permitirnos gozar de los ‘superwallpapers’.
Hablando de huella, el sensor nos mide el pulso en la aplicación de salud. Entre la pantalla trasera y ese detalle, es una Mi Band.
Eso sí, como en prácticamente todos los últimos Xaiomi, no tenemos sensor de proximidad, por lo que vais a colgar llamadas sin querer y no vais a poder silenciar audios en Telegram o WhatsApp cuando el móvil esté en una mesa.
Fantásticos sensores a los que les faltan ópticas nobles
Y llegamos al punto que más me llamaba la atención antes de probar el Mi 11 Ultra y que, por cierto, más he disfrutado. Me encanta hacer fotos y la promesa de tener un sensor de prácticamente una pulgada en un móvil era… excitante. Y sí, el Mi 11 Ultra es un móvil buenísimo en fotografía y vídeo, pero no perfecto.
Vamos a quitarnos antes de nada los ‘problemas’. El primero es que la fotografía depende de muchos factores como luz que recoge el sensor, tamaño de fotodiodos, megapíxeles, tamaño del sensor, tipo de lente, apertura y construcción. Es decir, el sensor es importante, pero también, y mucho, la calidad de las ópticas, el cristal.
En este caso, creo que es lo que falla y en lo que otros fabricantes que se han asociado con Zeiss o Leica brillan más. Puede que las lentes del Mi 11 Ultra sean muy buenas, pero el cristal que recubre el módulo de cámaras, definitivamente, no lo es.
Esto se nota en fotografías nocturnas o cuando la luz incide en ángulo, ya que se forman halos y artefactos extraños en la imagen. El ejemplo más claro es la fotografía nocturna con la luz de las farolas.
El software también es importante y, en este caso, tenemos una muy buena aplicación, pero un procesado al que le queda un escalón para estar a la altura de una Apple, una Huawei o una Samsung. Podemos tirar sin HDR para lograr unos colores más realistas y ‘apagados’ que podemos editar fácilmente en apps como Snapseed, pero también podemos disparar en HDR para mejorar el rango dinámico, pero obteniendo unos colores menos naturales.
En mi caso, tras varias pruebas, decidí dejar el HDR automático y el problema de MIUI es que hay veces en las que lo activa… y otras en las que es necesario, pero no lo activa. Ahora bien, creo que las fotografías están en la línea de lo esperado por el precio que pagamos: muy, muy buenas.
El sensor principal es de Samsung, un GN2 con estabilización, f/2.0, 50 megapíxeles y un tamaño de 1/1,12″ con un píxel a tamaño completo de 1,4 micras y enfoque láser. Este enfoque es rapidísimo y se nota en los vídeos y el resultado es excepcional con buenas condiciones de luz.
Algo que me encanta de los sensores grandes es la facilidad que tienen para desenfocar el fondo sin recurrir a un modo retrato que aplica un aumento digital y, por tanto, aumenta el ruido en la imagen.
Es muy gratificante disparar a una flor y ver que todo se difumina, pero también hay que pillar el punto porque no estamos acostumbrados a esa profundidad de campo con un móvil.
En interior, el sensor se porta fenomenal, pero cuando cae la noche vemos el problema del cristal protector y un mayor nivel de ruido. Esto es algo que Xiaomi debería haber pulido por software.
El gran angular cuenta con 48 megapíxeles, una apertura f/2.2 y un tamaño de sensor de media pulgada. Y está… bien. Creo que mete un filtro de nitidez innecesario que puede afear algunas tomas, pero la verdad es que da mucho juego gracias a sus 128º de cobertura.
Los usuarios más creativos vais a poder hacer auténticas maravillas con este sensor. No tenemos una lente macro, pero este gran angular tiene un modo de enfoque muy cercano para emular a un macro. Prefiero, sinceramente, disparar con el principal en modo 50 megapíxeles y hacer un recorte.
Y, también de 48 megapíxeles, tenemos un telefoto con 5 aumentos ópticos. Este telefoto está estabilizado, tiene una focal máxima híbrida de 120 mm y una apertura f/4.1.
Y los resultados son muy buenos, aunque creo que no es el mejor telefoto ‘largo’ que hemos visto este año.
Me gusta porque siempre quedan muy espectaculares, los colores no están apagados y vamos a poder grabar vídeo sin problema con muy buena calidad a 4K60 y es un telefoto que he disfrutado, aunque creo que Huawei y Samsung están un pasito por delante.
Aun así, para ser el primero, tenemos una muy, muy buena cámara y, sobre todo, divertida para gente que disfruta con estas cosas.
Sobre el vídeo ya he comentado que vamos a poder grabar a 4K60 con los diferentes sensores y que el enfoque es muy rápido gracias a ese enfoque PDAF en las tres cámaras y al Laser AF en la principal.
En este apartado creo que es de los mejores móviles para grabar vídeo. Buenos colores, buena estabilización y un muy buen sensor.
Eso sí, no puede faltar el vídeo a 8K24 que, como prácticamente siempre, os recomendamos para situaciones muy, muy puntuales, ya que genera archivos muy pesados, es solo para tomas fijas y el frame-rate no es el ideal.
¿Y qué pasa con los selfis? La cámara frontal tiene 20 megapíxeles f/2.2 y ofrece un buen resultado. Xiaomi trabaja muy bien el balance de blancos y me gusta el retrato que saca este terminal.
Ahora bien, teniendo el sensor principal que tenemos y la pantalla trasera, también vais a poder hacer fotos con ella con un muy buen resultado.
Ya he comentado la limitación de esta pantalla para modos que no sean el automático, pero además debo decir que el terminal empieza a calentarse en exceso cuando usamos la previsualización en esta pantallita.
Tenéis 295 fotos, sí, casi 300 tras los descartes, en este enlace sin comprimir para que veáis la calidad nativa.
El talón de Aquiles es la autonomía
Claro está, una pantalla enorme y brillante sumada a un procesador que no es que más respetuoso con la batería, tiene consecuencias en la autonomía.
Encontramos 5.000 mAh que sí, es una muy buena cifra y, de hecho, es de los móviles TOP que más capacidad tiene, pero volvemos a lo de antes: hay componentes que consumen muchísimo y en el día a día, sobre todo como demos caña al teléfono, al final la autonomía se resiente.
Con mi uso (juegos, muchas fotos, vídeo, Bluetooth activado, NFC, brillo automático, resolución eficiente y 120 Hz, redes sociales y cuentas de correo) tengo unas siete horas de pantalla.
No es demasiado para 5.000 mAh y en el test de PC Mark tenemos, con el brillo al máximo, 6 horas de pantalla. Definitivamente, es el punto flaco del terminal.
La carga, sin embargo, es muy, muy rápida tanto por cable como de manera inalámbrica. Tenemos una carga de 67 W con y sin cable, algo que me parece espectacular, además de carga inversa con una potencia de 10 W.
Se tardan 13 minutos en llenar el 50% de la batería y 38 minutos en conseguir el 100%. En cargadores, la política de Xiaomi está siendo impecable y ojito con lo que tienen preparado con su carga a 200 W.
Puede que no lo necesites, pero lo vas a desear muy fuerte
Como decíamos al principio, seguramente no comprarás este teléfono porque, puestos a gastar 1.200 euros, hay otros dispositivos muy llamativos que no tienen esa sombra del software ni ese estigma que sigue arrastrando Xiaomi, pero definitivamente, es un teléfono que hay que tener en cuenta.
MIUI no afecta a la experiencia, al menos en mi caso, pero creo que la interpretación de los colores o los procesos de mejora de imagen deberían estar más pulidos, pero en lo demás, la verdad es que encontramos pocos puntos en los que el Mi 11 Ultra no se porte exactamente como esperamos de un móvil de este precio.
La pantalla es excelente, una de las mejores que he tenido entre manos, el procesador es una bestia que sí, se calienta más de la cuenta, pero es un ‘mal’ de SD 888 y las cámaras, pese a lo comentado, son una delicia gracias al rango focal que permiten y, sobre todo, a la calidad, nitidez y desenfoque que ofrece el sensor principal GN2 de Samsung. De hecho, me ha encantado hacer fotos con este móvil.
¿Hacía falta ese módulo de cámaras? Pues… si eliminan una pantalla trasera a la que he hecho caso en contadas ocasiones, seguramente tendríamos un móvil con un diseño más equilibrado, pero no podemos negar que es algo que le da personalidad y es esa demostración de fuerza, una declaración de intenciones de una Xiaomi que ya no se conforma con reinar en la gama media.
Hay muy buenos, y duros, contrincantes en este segmento, pero, aun con sus fallitos, el Mi 11 Ultra es un móvil de sobresaliente. Si apostáis por él, no os vais a arrepentir.