Los coches alertan con una señal luminosa y acústica de la entrada en reserva del tanque de combustible. Si bien el vehículo aún permite conducir varios kilómetros con el depósito en reserva, esto podría suponer varias consecuencias perjudiciales para el vehículo y otros conductores, así como costes económicos.
Vas conduciendo y ves, en el cuadro de instrumentos del coche, que se activa la señal luminosa y acústica que marca la entrada en reserva del depósito de combustible. Se trata posiblemente de uno de los mayores temores de cualquier persona conductora, por el miedo a quedarse ‘tirada’ en medio de la carretera.
Sin embargo, los coches están preparados para poder seguir circulando con el depósito en reserva durante varios kilómetros. Esta distancia dependerá de cada vehículo, en función de factores como el tamaño del propio depósito, el consumo de combustible o el tipo de conducción que se esté realizando.
La reserva de un coche es un porcentaje de litros del depósito principal, que suele ser un octavo del total de su capacidad, y como cálculo general se pueden recorrer en torno a 45 kilómetros con el depósito en reserva, si bien los modelos más grandes permiten circular durante unos 120 km, según Auto Bild.
Aun así, no es recomendable forzar la situación y apurar mucho tiempo sin repostar el coche, ya que conducir con el depósito en reserva puede implicar varias consecuencias negativas para tu vehículo y otras personas, así como costes económicos.
Apurar el depósito de carburante puede provocar que las impurezas en la parte baja del depósito lleguen al motor y causen daños en piezas caras de sustituir, como la bomba o los inyectores, informa la DGT, que recomienda repostar antes de llegar a la reserva, así como hacer una limpieza integral del circuito si el depósito llega a vaciarse del todo.
Si el nivel de carburante no es suficiente, la bomba de combustible tendrá que realizar mucho más esfuerzo y el desgaste será mayor; además, no se lubricará ni enfriará de forma adecuada a la bomba, lo que puede provocar su avería, explica La Vanguardia.
Otra consecuencia perjudicial de circular con el depósito en reserva es que, con el depósito vacío, se produce una mayor evaporación del líquido, con lo que el rendimiento disminuye y el consumo de combustible aumenta, informa el medio.
Finalmente, ver cómo el depósito de combustible se va agotando puede llevar a conducciones imprudentes (por ejemplo, para buscar enseguida un punto donde apartar el vehículo o para llegar rápido a una gasolinera) que afecten al propio conductor o a otras personas y puede acabar suponiendo quedarse ‘tirado’ en mitad de la carretera.
En cuanto a las consecuencias económicas, no se te puede multar por conducir en reserva, pero hay otros efectos peligrosos y sancionables que pueden derivarse de esta situación.
Entre ellos se encuentran la conducción imprudente por las prisas y nervios (200 euros por conducción temeraria, no respetar la distancia de seguridad, adelantamientos indebidos, velocidad inadecuada…), parar en un lugar no adecuado (de 80 a 200 euros) o llevar carburante en un recipiente que no sea un bidón homologado (hasta 3.000 euros), por haber tenido que caminar a una gasolinera a comprar combustible, recoge Auto Bild.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Carlos Galán Feced.